9. El campamento de padres y alumnos: Parte 3

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     A la mañana siguiente, como en todo campamento, comenzó a sonar una trompeta en una tonada pegadiza a través de una bocina en el centro de todas las cabañas, esto haciendo que absolutamente toda la gente se levantará al unísono completamente adormilados.
     Norian fue el primero en despertar puesto que el sonido hizo que se cayera de la cama por el susto, quedando completamente boca abajo tras el golpe que se dio contra el suelo,
     —Mmm...— Se quejó un poco, mientras se levantaba del suelo sobándose la cabeza. —¿Por qué nos tienen que levantar tan temprano?
     —Porque estamos en un campamento.— Clyde ya se encontraba levantado, con toda la energía de una persona que se acaba de beber dos bebidas energéticas al mismo tiempo.
     —¿Qué te sucede a ti? Parece que te tragas todas nuestras energías.
     —Creo que le gusta todo esto de los campamentos.— Dice Will, quien se mantenía sentado en su cama viendo a su amigo hacer estiramientos a un lado de la suya.
    
     Pronto casi todos se habían alistado para salir de sus respectivas cabañas.  Norian estaba a punto de salir también, cuando notó una cosa, faltaba Aqua quien, al ir a verla a su cama, se encontraba durmiendo plácidamente y sin ninguna precupación, hecho que aparentemente no sorprendía al chico.
     —No entiendo como puede ser que todo ese ruido no la haya despertado con el tremendo oído que tiene.

     Aqua aunque parezca un pokémon bastante sensitivo, la verdad es que su tenía un sueño bastante profundo, hasta tal punto que pocas veces los ruidos del exterior, los movimientos de Gilbert al dormir e incluso una sacudida no eran suficientes para hacer que se despertara, así que Norian recurrió a aquello que siempre ha podido despertarla.  Sacó unos cuantos Pokecubos de sabores diferentes y los puso justo enfrente del rostro de ella, quien apenas oler los y reconocer aquel aroma que tanto le encanta la hizo levantarse rápidamente de la cama.
     —¿Dónde están?— Dijo bastante exaltada mientras saltaba de la cama.
     —¿Hablas de esto?.— Dijo Norian, sosteniendo los cubos parado bajo el marco de la puerta de la cabaña.
     —¡Dame!

     Con un movimiento veloz Aqua corrió hacia su hijo con la intención de tomar lo que éste sostenía en su mano, lo cual había logrado, a pesar de que con el mismo paso logró derribar a Norian hacia afuera de la cabaña, rodando ambos hasta donde se encontraban los demás, quedando así Aqua sobre de él comiendo de esos deliciosos cubos.
     —¡Gane!— Dijo victoriosa.

     En ese momento, todos se encontraban mirando tal escena.  Para cuando Aqua se dio cuenta ya tenía la mirada de todos al pendiente de lo que estaba haciendo, lo cual provocó que se sonrojara de la vergüenza y agachar a un poco la cabeza mientras se quitaba de donde se encontraba parada.
     —Lo siento.— No pudo evitar soltar una pequeña carcajada.
     —Ejem.— Gruñó un poco la guardabosques, quien se encontraba en el lugar de la fogata.  —Si ya terminaron, podemos comenzar.

     Todos centraron su atención de vuelta hacia Celia, aunque, realmente la guardabosques que se encontraba en aquel lugar no se parecía para nada a la que habían conocido el día anterior.  Ésta mujer contaba con un cabello color azul hasta los hombros, un poco alta, de complexión delgada, labios rosados y ojos de color verde que disparaban una mirada asesina.
     —Eh, disculpe.— Dijo uno de los padres. —¿Quién es usted?
     —Me presento— Dice la mujer. —Mi nombre es Laura y yo voy a guiarlos a partir de ahora.
     —¿Qué le pasó a Celia?— Pregunta Gilbert.
     —Ah, bueno, ella anoche tuvo una infección estomacal y tuvimos que enviarla a casa para su recuperación.

     La gente se miraba unos a otros, un poco desconfiados, pero al no haber otra persona más a cargo decidieron hacerle caso a la nueva guardabosques, la cual, enseguida comenzó a leer un papel que tenía en la mano.
     —Bien, el día de hoy van a comprobar su capacidad de trabajar en equipo, para eso tienen que encontrar distintos objetos que he escondido por todo el campamento.— Dice mientras les pasa algunas hojas que contenían varios objetos a encontrar. —Cada cabaña va a ser un equipo, así no nos complicamos a formar equipos nuevos.
     —¡Esto será increíble!— Exclama Clyde muy emocionado. —No puedo esperar para comenzar

Mi mamá es un VaporeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora