Desde tiempos inmemoriales, en los recovecos más profundos de su ser, Guillermo albergaba un sueño inquebrantable: el día de su boda.
Cada noche, en la quietud de su habitación, se veía a sí mismo caminando con determinación hacia el altar, envuelto en el fulgor de un traje blanco que irradiaba elegancia y promesas. Ante sus ojos, un pasillo se extendía infinitamente, poblado por la silueta borrosa de sus seres queridos, quienes parecían acompañarlo en un mudo ritual de despedida y bendición. Pero lo más trascendental de aquel escenario onírico era el instante final, cuando sus dedos se acercaban con anhelo a la mano de aquella figura etérea que encarnaba su compañero de vida, su alma gemela, su destino entrelazado en un universo de posibilidades.
Apenas contaba con cinco años cuando fue llevado a su primer evento formal: la boda de una prima, un acontecimiento que resonaba en cada rincón de la familia.
Durante la primera media hora de la ceremonia religiosa, el pequeño Guillermo se mostraba inquieto, preguntando cada cinco minutos cuánto faltaba para el final. Hasta que llegó el momento de los votos. Observó con asombro cómo su prima tomaba el anillo más hermoso que había visto jamás y se lo deslizaba a su ahora esposa, mientras recitaba un discurso poético que parecía haber salido de la pluma de Shakespeare. La conexión entre ambas, esposa y mujer, era mágica; el brillo en sus ojos lo decía todo. En ese instante, el pequeño supo que deseaba algo semejante para sí mismo.
Y lo tendría, o al menos, estaba a punto de conseguirlo con Leo. Un apuesto (aunque no muy alto) alfa argentino al que había conocido en el trabajo hacía cinco años. Como era de esperar, con el tiempo, los sentimientos habían trascendido la amistad.
Ninguno de los dos se resistió; estaban profundamente enamorados, y tan solo un año después de haberse conocido, decidieron comenzar un noviazgo.
Para Memo, Leo encarnaba todo lo que siempre había imaginado en su alfa ideal: cariñoso pero firme, detallista y protector hasta límites que parecían sacados de un sueño. Era difícil para él creer que alguien así pudiera ser real.
Sí, para el joven de rizos, Leo era perfecto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Antes de que digan algo, primero escuchen mi versión ¿va?, hace ya mucho tiempo que tenía en mente una trama que merecía un libro propio, pero no sabía a qué fandom pertenecería, y henos aquí. No me funen por favor 😭.
Para los que no me conocen me presento, pueden decirme Lulu, la dinámica de mis libros es muy sencilla, siempre intento traerles algo de calidad, con material audiovisual y cómodo de leer, sin faltas de ortografía o errores gramaticales, a excepción del prologo los capítulos los hago de 1000 palabras en adelante, así que por esto y un par de cosas más (falta de inspiración lol) tardó un rato en sacar capítulo, pero les dire que estoy comprometida 100% e intentaré darles un capítulo cada día no par, o sea, hoy es 07 de diciembre, y el siguiente capítulo saldría el 09 del mes, ¿claro? Genial.
Los adoro y mil gracias por tomarse el tiempo de leer. Nos vemos ❤︎.
