Se acercaban navidades, recuerdo que yo quería ir con mi familia a pasar las fiestas con ellos, él me había prometido el año anterior que haríamos aquel año con su familia y al siguiente con la mía, así que a pesar de las discusiones, yo daba por echo que sería así, a lo que claro, ya no estaba dispuesto a venir y eso me molestó aún más, añadiendo así una decepción más.
Ahora puedo entender que no quisiera por la situación y que realmente cada uno es independiente y libre, para hacer lo que quiera, pero entenderme solo estaba recibiendo desprecios por su parte, ya no se portaba bien conmigo, ni si quiera quería estar en casa, sentía que le daba asco y la indiferencia que tenía hacia mi, cada vez la sentía más grande, yo solo quería que todo fuese como al principio y que al menos me demostrara que le seguía importando algo viniendo conmigo.
Tras muchas vueltas y discusiones, por aquel tema, decidió aceptar, aunque un poco a regañadientes, a lo que yo le dije que por favor intentásemos al menos estar bien allí, pues yo iba para estar con mi familia, la cual veía una vez o dos al año, y quería estar bien, para poder disfrutar con ellos y que si creía que no iba a ser posible aquello que se quedara, a lo que respondió que si, que al menos lo intentaría.
Realmente tenía algo de miedo, por cómo saldría aquel viaje , pero intenté con mi corazón que todo saliera bien, por un momento pensando que a lo mejor, todo aquello nos reforzaría más.
A él no le gustaba estar en casa de mis padres y para asegurarme de que estaría más cómodo, pagué un hotel para aquellos días.
Comenzamos el viaje, aún no habíamos montado en el avión para embarcar y ya había comenzado a insultarme sin sentido, ¿pero qué demonios estaba pasando?, no entendía nada de todo aquello, no le había dado motivos y él ya comenzaba así, en aquel momento recuerdo que me sentí tan mal, que comencé a andar por pleno aeropuerto dejándolo atrás, no podía parar de llorar, la ansiedad ya me estaba ahogando cada vez más.
Enseguida me alcanzó, apareciendo tan normal, diciéndome que era muy dramática y que no era para tanto. Haciéndote un resumen de lo ocurrido, el insulto que me había dicho, con esa rabia en la mirada, fue simplemente porque yo quería entrar antes al servicio que él, y simplemente le había dicho de manera educada que me permitiese entrar antes porque ya llevaba un rato aguantado y ya no podía más, y claro que él tenía que esperar a que yo terminara, para no entrar con todas las maletas, cosa que a él sin razón pareció molestarle. Sinceramente, fuese por lo que fuese el motivo, que ya podréis ver que es bastante absurdo, nadie tiene derecho a dirigirse hacia tu persona así, con tal grosería, ni insultarte, ni mucho menos menospreciarte de tal manera. Yo había aguantando eso y me había callado, pero sin duda él quería tener una guerra conmigo por algún motivo, así que siguió quejándose continuamente y hablándome mal, a lo que yo como he dicho antes solo me dispuse a marcharme. En ese momento ya no quería ni que viniese conmigo, pues la verdad que cuando me alcanzó le dije que si no quería venir que se quedara en casa, pero que así prefería que no viniese, a lo que después de llamarme dramática y hacer como si nada de eso hubiese pasado, él me contestó que vendría conmigo y que iba a intentar estar mejor.
Comenzó el embarque y comenzamos a despegar aquel viaje tan fatídico, y haciéndote espolie, nada salió como yo quería, los días que pasé con mi familia fueron prácticamente llorando todos los días, e intentar poner buena cara cuando los veía para que no lo notaran, él no paraba de quejarse por todo y hablarme con desprecio, intentaba meterme cosas crueles sobre mi familia y muchas más cosas doloras que no acabaría de contar,sin duda pasé unos de las peores días de mi vida.
Él volvió unos días antes que yo, porque tenía que trabajar y ni si quiera me avisó cuando llegó del vuelo, nada, ni contestaba a mis llamadas, ni mensajes, no sabía ni si había llegado bien, a lo que en ese momento a pesar de todo aquello me preocupaba si estaba bien.
Su indiferencia cada vez era más grande y yo cada vez estaba más rota, realmente parecía que yo le había echo algo y verdaderamente me tenía mucha rabia.
Al final, acabé pensando que tenía toda la culpa yo, como él me decía.
Después de unos días volví de nuevo a la casa donde vivíamos, él estaba completamente raro, pero como nuestra historia era como una montaña rusa, pues parecía que era así como ya funcionábamos y yo por alguna razón permanecía allí.
Quizás, ahora pueda decir que no tenía el suficiente amor propio, para darme cuenta de todo aquello.
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El poder de amarse a uno mismo
Short StoryHe querido hacer esta autobiografía, basada en una historia de amor que me llegó a parecer preciosa y la cual también me destruyó. En este relato me gustaría exponer todo mi corazón y ojalá poder ayudar a alguien si así se identificara con mi histor...