¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Cómo pudiste hacerme esto? —espetó viéndola con el ceño fruncido. —¡Confié en ti!
—Puedo explicarlo... —musitó en ese tono bajo, característico de ella.
—¡No! No hace falta Halley, todo es tan claro que una explicación no arregla nada. —se negó.
—Pero...
—¿Pero? Me traicionaste, ¿por qué? Yo en verdad creí en ti.
La veía con decepción.
—Seojun...
—¡Haberme hecho esto ha sido lo peor! ¿Hacer trampa en el juego de cartas escondiendo cinco de ellas para ganarme? Me rompiste el corazón. —bramó.
—No las escondí —susurró. —, solo olvidé que las tenía. —se excusó con inocencia.
Jugyeong reía, aún sosteniendo sus cartas. Seojun había dejado las suyas en la mesita pequeña que tenía Halley en su sala de estar.
—Claro, casualmente las olvidaste y por eso quedaste con una sola. —bufó.
—Este juego hace que Seojun-ah olvide el amor por su cometita. —rió Taehoon susurrándole a Sooah aquello.
—Creo que me parece entendible su reacción. —habló Suho. —Hacer trampa no es justo, es un juego pero debes de participar de forma limpia. —su rostro inexpresivo.
—Solo di que tomas este juego como algo muy serio y que tampoco te gustó perder, Lee Suho. —dijo Sooah con diversión.
Tanto Suho como Seojun parecían dos niños haciendo un berrinche.
—¿Tu también ocultaste tus cartas? —Jugyeong solo evitó su mirada, afirmándole que así había sido.
—Todos juegan sucio. —masculló Han.
Se habían reunido en casa de la menor para pasar un rato divertido, dejando de lado que jugar cartas hacía que todos se volvieran enemigos, sobre todo Suho y Seojun contra los demás.
—Ya no existe la confianza ahora. —murmuró Seojun mientras ayudaba a Halley a lavar los platos que habían utilizado cuando todos comieron juntos.
—¿Sigues con eso? —dijo en voz baja la menor mientras se reía.
—Me hiciste comer diez cartas. —se quejó.
Viéndolo con diversión, se acercó a él y dejó un beso en su mentón que lo puso nervioso. Amaba sus besos, aún si no podía controlar que sintiera una explosión de emociones provocadas por el tacto de los labios de Halley en su piel.
—Recuérdame ya no jugar cartas contigo. —musitó ella.
Hizo una mueca y solo la besó castamente mientras le sonreía.
