CAPITULO 14

78 10 0
                                    


Camine por los pasillos de hotel buscando mi destino. Saber que lo iba a ver era la felicidad absoluta. Había hablado con Valen y le conté todo lo que paso, pero ella nunca se sorprendió, sino que solo me sonrió.

_ ¿Porque te ríes, amiga? Le dije enojada y no hable más.

_ Porque sabía que Can estaba en Mardel_ me dijo feliz y me abrazo. No entendía nada lo que me decía.

_ Vos sabias? _ le pregunte incrédula y todavía enojada_ porque no me dijiste nada?

_ Porque Can me pidió que no te dijera nada, quería darte la sorpresa_ me dijo y me volvió a abrazar. Llore de la emoción en los brazos de Valen_ no llores que se te corre el maquillaje, y quiero que mi amiga este más bella de costumbre para verlo.

_ Gracias, amiga _ le dije y le sonreí_ te quiero mucho_ le di un beso

_ Yo también te quiero mucho_ me dijo_ ahora ve a buscarlo y prométeme que vas a vivir ese amor que tanto te hace bien.

_ Prometido_ le dije y levanté mi mano derecha. Caminé hacia la puerta de la habitación y fui a buscar a Can.

Sentía que los pasillos se me hacían largos, mi caminar era pausado, mi corazón latía a mil pulsaciones. Can estaba en Argentina y era algo que ni se da en los cuentos de hadas. Estos dos meses fueron dolorosos, llenos de angustia, tratando de estar bien por mis hijos, pero por la noche mirando mi celular sin respuestas. Nunca imagine enamorarme nuevamente y acá estoy yendo a buscar a Can para vivir nuestra historia de amor.

Me pare frente a la habitación 1134, suspire intentando llevar aire a mis pulmones, mis nervios eran muchos, pero no iba a retroceder, del otro lado de esa puerta estaba Can, mi hombre, mi amor, mi todo.

Con suavidad toque la puerta y sentí que el tiempo no transcurría y que la misma no se abría, pero no fue así, en cuestión de segundos me abrieron y del otro lado me encontré con la sonrisa más bella, esos hoyuelos que se forma cuando sonríe, estaban más intensificado, me tomo de las manos, me las beso e ingrese a la habitación.

_ Como te extrañe_ me dijo Can y me beso tímidamente

_ Yo también te extrañe_ le dije y busque sus labios. Nuestro beso se dio lentamente, saboreando nuestros labios, esos labios que tanto extrañamos. Nuestras lenguas se buscaron con desesperación, con locura intensificando nuestro beso.

Lo abracé y sentí sus manos en mi cintura, mis manos comenzaron a tocar su cabello, mis dedos jugaron con sus rulos, sus dedos recorrieron mi espalda al descubierto por el vestido que llevaba puesto.

Sin dejar de besarnos nos acercamos a la cama y lentamente nos acostamos sobre ella, me coloque encima de Can, el dejo de besarme, me miro con lujuria, mi corazón dio un brinco.

Sus manos bajaron los breteles de mi vestido y mientras lo hacia sus labios recorrían mi cuello, sentí su lengua sobre mi piel y suspiré profundamente. Mi vestido quedo en el piso de la habitación, mis manos buscaron los botones de su camisa y poco a poco la desabroche, su torso desnudo era una invitación a degustarlo, mis labios comenzaron a besar sus hombros para lentamente llegar a su pecho, sentía como su respiración se entrecortaba. Can hizo un leve movimiento y mi corpiño quedo al lado de mi vestido. Sentí como sus besos llegaban a mis pezones y como jugaba con cada uno de ellos. Mi cuerpo pedía por él, mi sexo lo deseaba, necesitaba tenerlo dentro mío. Desabroche el botón de su pantalón y sin dejar de besarlo, le saque su vestimenta y la arroje encima de la mía en el piso.

Quedamos desnudos, Can apago las luces de la habitación y solo se filtró la luz de la luna por la ventana, nuestros cuerpos transpiraban pasión y goce eterno. Lentamente sentí a Can dentro mío, nuestros movimientos fueron pausados, sintiendo la humedad de nuestros sexos. Con cada estocada más queríamos de nosotros, nuestros cuerpos se fusionaron en un orgasmo eterno lleno de locura y pasión. En esa cama de hotel nos volvimos a encontrar, a sentirnos y a amarnos. Éramos un hombre y una mujer buscando la felicidad y sabiendo que en ese lugar la encontrábamos.

Nos quedamos abrazados sintiendo que nuestras respiraciones llegaban a la calma.

_ Te amo_ le dije y lo miré

_ Yo también te amo_ me dijo, me beso dulcemente y me abrazo.


Y... Vos Quien Sos??Donde viven las historias. Descúbrelo ahora