CAPITULO 7

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El camino era largo, me despedí de Valen, le dije lo que había hablado con Can en la exposición. Mis sentimientos era una mezcla perfecta entre el temor y la serenidad. Deseaba estar con Can, pero también quería escaparme como hace un 1 año que lo hago. En todo ese tiempo fue mejor esconderse, para curar las heridas que poseía, pero había algo en Can que me inspiraba confianza, deseaba estar con él y no separarme más.

Apoye la cabeza en la ventanilla observando la bella noche estrellada y una bellísima luna que invitaba con su luz a vivir sin temores, a sentir sin ataduras, a amar en cuerpo y alma.

El auto se estaciono frente a una gran casona, su estilo era minimalista, con grandes ventanales que daban a la calle, me di cuenta que estaba en una villa privada. La iluminación era tenue y poseía un gran parque que daba a una puerta de madera, la misma estaba abierta.

Antes de bajar del auto, me abrieron la puerta del mismo, cuando levante la vista, ahí estaba tan bello, tan caballero con una sonrisa perfecta, me tomo de la mano y me ayudo a bajar. Nos quedamos frente a frente mientras el auto se retiraba. Me beso en los labios saboreando cada beso, era una invitación a la pasión, lo abrace y lo bese con frenesí, poco a poco se separó de mí, solamente para mirarme, me tomo de la mano y nos fuimos dentro de la casa.

Mientras Can iba hacia la gran cocina que conectaba con el comedor y el living, comencé a observar el lugar, un espacio muy masculino, con pocos accesorios pero muchos cuadros de pintores famosos, me acerque a uno de ellos y mientras lo miraba, Can me alcanzo una copa de vino y me tomo de la cintura, su mirada era magnética, deje la copa arriba de la mesa ratona y lo abrace, mientras lo hacía le acariciaba su cabello suelto y jugaba con sus rulos, lo bese, buscando en sus labios el sabor de la pasión, Can respondió y nuestras lenguas se encontraron en un baile sin fin.

Can comenzó a besarme el cuello y muy lentamente me quito la blusa, mis manos recorrieron su camisa y paso a paso desabroche cada botón, comencé a acariciar su pecho tan masculino, mientras mis manos recorrían su cuerpo, comencé a besar su cuello, lo escuche gemir de placer, me separo pausadamente y me miro, me tomo de la mano y caminamos hacia su habitación.

Nos volvimos a besar, pero esta vez con frenesí, nuestras manos ayudaron a quitarnos el resto de nuestra ropa, quedamos frente a frente, la luz de la luna iluminaba nuestra desnudez, mis besos recorrieron su cuello, mientras sentía que sus manos jugaban con mis pechos, una explosión de placer recorría mi cuerpo sintiendo sus dedos tan masculinos rozando mis penzones. Mi boca busco su torso desnudo, mi lengua saboreo cada fibra de su piel, sentí como se le erizaba ante cada beso que le daba, su voz gutural invitaba al goce supremo.

Can me llevo a la cama, sentí su cuerpo encima mío, nuestros corazones palpitaba al unísono, lentamente busco la intimidad de mi ser, aquella que lo invitaba a sentir más allá de todo, su masculinidad se encontró dentro mío para danzar y gozar sin barrera, mi cuerpo lo deseaba, ante cada movimiento perdía cada uno de mis sentidos, éramos un solo cuerpo bailando el sexo deseado, con cada embestida sexual, más deseaba de Can, sentirlo dentro mío una y otra vez era el goce absoluto, mis manos recorrían su trabajada espalda, sus músculos se tensionaban ante cada roce de mis dedos, escuchaba su voz entrecortada por la agitación de nuestros movimientos. Nuestros sexos vivieron una explosión orgásmica, juntos llegamos a la cima absoluta placer sexual. Poco a poco recuperamos la calma, nos quedamos abrazados, sintiendo como nuestras respiraciones y nuestros corazones volvían a tranquilizarse ante tanta locura sexual. Nos quedamos piel con piel juntos sabiendo que no nos separaríamos más.


Y... Vos Quien Sos??Donde viven las historias. Descúbrelo ahora