NO EDITADO
Me esforcé por disimular el impacto que habían tenido sus palabras en mí, pero me sentía a nada de perder la poca estabilidad emocional a la que todavía lograba aferrarme. No quería que ninguno de ellos notase la crisis que estaba teniendo ante la idea de encontrarme con Nahuel; todavía tenia la esperanza de engañarlos o lograr escaparme de ellos de alguna manera.
-O podríamos sorprenderlo...-sugirió el Cuti totalmente ajeno al alivio que me habían traído sus palabras.
-No debería tardar mucho en llegar -estuvo de acuerdo Licha con una sonrisa de tan solo pensar en la cara de su amigo al darle esa sorpresa que tanto estaban esperando.
-O podrían dejarme ir -los interrumpí todavía no dispuesta a rendirme, a pesar de verme cada vez más en el medio de la nada.
-No va a pasar -respondió Lisandro tamborileando sus dedos sobre el volante.
Esperé unos minutos más observando el paisaje, pero todo me parecía igual, solo árboles y nieve rodeándonos. Me estaba empezando a sentir un poco mareada, algo habitual en mi cuando los viajes en auto se empezaban a volver largos.
-¿Cuándo llegamos?-pregunté cerrando los ojos con la esperanza de que ayudase a hacerme sentir mejor, a pesar de que sabía que cuando empezaba así solo me recuperaba al bajar del auto.
-¿Estás bien? -preguntó Romero preocupado.
-A veces me mareo en los viajes en auto -murmuré deseando simplemente vomitar para sentirme mejor, pero sabía que eso jamás me sucedía.
-No falta mucho -me respondió Lisandro y podía sentir su mirada sobre mí, por lo que supuse que me estaba mirando por el espejo una vez más.
Por suerte para mí no me estaba mintiendo acerca de que faltaba poco para llegar a nuestro destino. Abrí los ojos cuando el auto se detuvo y me encontré con una cabaña que parecía estar en el medio de la nada. Normalmente hubiese preferido quedarme en el auto antes que entrar a un lugar en el que podrían desnudarme con pocas dificultades, pero todavía estaba mojada y con frio, además de que cuando me mareaba así lo único que quería era tirarme del auto de cabeza al suelo. Entonces, cuando Cuti me abrió la puerta se tuvo que correr rápidamente para no ser empujado por mi debido a la desesperación con la que abandoné la camioneta.
-Aire -suspiré aliviada apreciando estar sobre la nieve con mis propios pies, a pesar de que el frio empezaba a atacarme con fiereza otra vez.
-Entremos, te vas a congelar con esa campera toda mojada -me dijo y decidí que no me quedaba otra que seguirlo o morir de hipotermia, teniendo en cuenta que mi otra opción era correr hacia el bosque o encerrarme en la camioneta una vez más.
-¿Qué le pasó a la campera? -preguntó Lisandro abriéndonos la puerta.
-Se la sacó y la dio vuelta -negó con la cabeza claramente todavía molesto por lo que había hecho.
-Quizás no hubiese tenido que hacerlo si no hubiese tenido dos acosadores asustándome -murmuré temblando y apresurándome a entrar.
-Entonces vamos a seguir fingiendo que no somos almas gemelas -concluyó divertido Licha mientras cerraba la puerta con llave por si se me ocurría escapar al exterior.
-Deberías sacarte la ropa mojada -me dijo Cuti acercándose a mí tanto que me vi obligada a dar un paso hacia atrás asustada.
-Estoy bien así -me negué-. Acá adentro está bastante lindo y no me voy a quedar mucho tiempo -agregué.
-Bueno, no sé cómo pensas irte...Yo no te voy a dejar ir -se acercó Licha después de sacarse la campera.
-Si no sos nuestra alma gemela, entonces no debería ser un problema demostrar que no tenes nuestros nombres escritos en la piel -agregó mi otra alma gemela acechándome mientras yo retrocedía deseando más espacio entre nosotros.
ESTÁS LEYENDO
MULTIVERSITY | Selección Argentina
FanfictionHayleen tiene marcas en la piel que determinan su destino. Sin embargo, ella está decidida a tener una vida normal sin sus almas gemelas. No solo se trata de personas que Lyn no puede entender cómo terminaron unidas a alguien como ella, sino que ade...