2) NAHUEL MOLINA

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NO EDITADO


Me estaba quedando unos días en la casa de Red debido a que mi madre y su esposo se habían ido de viaje justo en una fecha en la que yo debía rendir un examen importante de olimpiadas de química. A veces nos íbamos a mi casa para aprovechar el poder estar a solas y hacer conciertos de nuestra banda favorita a todo volumen, pero siempre debíamos pasar la noche en su casa para que su madre Gina nos llevase junto con el hermano de Red, Francisco, al colegio.

Actualmente estábamos tiradas en la cama hablando en voz baja mientras todos los demás dormían y de alguna manera habíamos terminado hablando de sexo. Red sentía que no estaba preparada y que no lo iba a estar por mucho tiempo, pero yo no sentía lo mismo.

-Yo sí lo haría -murmuré-. Hace mucho que quiero hacerlo. Ósea desde muy chica que fantaseo con eso. Jugaba a las muñecas e inventaba historias para adultos, que en ese momento era mi forma de sacar las ideas de mi cabeza, y hacía que mis barbies cojan -expliqué-. Creo que probablemente porque teniendo tan solo seis años miré una novela que se llamaba Botineras y que tenía escenas subiditas de tono en todos los sentidos.

-Sí, me contaste -se acordó Red.

-En fin, que definitivamente estoy un poco desesperada por tener esa experiencia y que mis fantasías se vuelvan realidad, pero al mismo tiempo sé que no lo haría con cualquiera y ahí está mi problema. Supongo que voy a tener que esperar hasta que pueda convencerme de verdad de que mis almas gemelas no importan y logre enamorarme de alguien bueno que también me pueda hacer feliz.

-Sí, yo tampoco lo haría con cualquiera. Tiene que ser alguien que me interese intelectualmente, no solo por su físico, pero por ahora estoy bien con chapar y nada más.

-Y yo ni siquiera me siento bien haciendo eso. Mi último intento fue en nuestro segundo año de secundario y ese fue mi segundo chape -me quejé tapándome la cara frustrada-. Vos hasta te masturbas y yo ni eso puedo hacer. ¿A quién estoy intentando engañar? Está más que claro que la única forma que quizás pueda hacerme superarlo es tener mi primera vez con alguna de mis almas gemelas. Me da pánico estar con alguien que no sea uno de ellos en una situación tan íntima y vulnerable con mis inseguridades. Y me desagrada la simple idea de alguien que no sea ellos intentando tocarme -me desahogué limpiándome las lágrimas que caían suavemente por mi rostro mientras Red parecía pensativa a mi lado.

-¿Y pensas que si tenes tu primera vez con uno de ellos después vas a poder estar con otras personas?

-No sé. Eso espero -respondí no queriendo perder la esperanza en ese sentido-. Es solo que la primera vez es muy importante para mí y sé que solo va a ser perfecta con uno de ellos. Quizás después siga sintiéndome igual respecto a estar con alguien que no sea ellos, pero por lo menos voy a saber lo que se siente.

-Creo que deberías hacerlo -finalmente dijo tras varios minutos de silenciosa consideración.

-¿Hacer qué? -pregunté confundida.

-Tener tu primera vez con alguno de ellos -explicó y se apresuró a seguir hablando al notar que estaba por quejarme acerca de lo que estaba diciendo-. Sí, ya sé que todas las veces que hablamos del tema te dije que se vayan a la mierda esos hijos de puta y que no te merecen y todo eso, pero creo que te mereces tener sexo por lo menos una vez y te conozco lo suficiente como para saber que te estas desesperando, pensando en si nunca lo vas a poder hacer. Entonces, mi recomendación es que averigüemos la opción más segura para que esto sea algo de una sola noche. Además, no quiero tirarte más tierra, pero la psicóloga no te está ayudando lo suficiente y claramente necesitas algo que te saque un poco más de ese hoyo en el que te hundís sin darte cuenta. Creo que deberíamos estar lo suficientemente desesperadas como para mínimamente intentarlo.

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