Hua Cheng se había encerrado en un armario cuyas puertas estaban hechas de láminas, por lo que podía ver lo que ocurría en el interior de la tienda con relativa facilidad.
Lo primero que pensó fue pasar el vestido por entre las láminas pero, aparte de que se vería claramente el acto y sería extremadamente lento y sospechoso, estas estaban demasiado juntas, por lo que fue descartada al momento.
Decidió que no le quedaba más opción que abrir la puerta y tirarlo a fuera, con un poco de suerte la desordenada joven no se daría ni cuenta. Procedió a incorporarse lentamente mientras con su mano intentaba alcanzar la percha en la que estaba colgado el vestido.
Fue una tarea difícil ya que las numerosas prendas le obstaculizaban los movimientos así como la visión a la vez que amenazaban con hacer ruido si la percha se movía más de la cuenta en la barra.
Con sumo cuidado logró alcanzar el vestido y quitarle la percha de la que colgaba, se asomó por las láminas, la chica estaba cerca del armario, realmente cerca, un poco más y seria capaz de escuchar su respiración.
Pero no pasó porque en vez de mirar hacia el armario decidió salir hacia la puerta para preguntar al resto si había visto el vestido.
Rápido como un burro con una manzana al frente salió del armario, dejó en el suelo la prenda y salió corriendo hacia el fondo de la tienda en busca de un escondite más seguro o preferiblemente de una salida.
Cuando estaba llegando al final la chica volvió a darse la vuelta y de no ser por sus rápidos reflejos Hua Cheng habría sido descubierto en el acto, terminó escondiéndose debajo de una de las camas, dicha cama no era muy baja por lo que de no ser por una pila de cajas de zapatos que había delante habría sido descubierto.
Minutos después la chica encontró su tan amado vestido y se lo puso, luego llego el gran problema.
Los zapatos
Y como no sabía cual ponerse, indirectamente Hua Cheng asistió a toda una pasarela de zapatos.
Al final decidió ponerse los que estaban en la caja de abajo, justo los únicos que todavía no había sacado y lanzado a un rincón de la habitación, se agachó hasta alcanzar la caja situada justo enfrente de Hua Cheng y la agarró.
No vio nada ni sospechó que tenía a alguien metido debajo de la cama, sin pararse a pensar nada dos veces ni recoger el desorden que había causado salió corriendo a pedirle a una de las Lamias que la maquillara.
Justo cuando Hua Cheng estaba por salir de su escondrijo escuchó un ruido proveniente del exterior de la tienda, se giró hacia el final de la tienda para ver como la cabeza de Xie Lian asomaba por las telas mientras que le señalaba que se diese prisa.
Hua Cheng obedeció justo a tiempo porque uno de los Wendigos acababa de captar el olor de Xie Lian.
La pareja se adentró en el bosque lo más rápido que pudo mientras que la manada de Wendigos los rastreaban y perseguían.
Los "animales" los perseguían a una velocidad vertiginosa lo cual hizo que Hua Cheng se mentalizara para pelear en caso de ser necesario, y por lo tanto, exponer parte de su identidad a Xie Lian.
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Las aventuras de xie lian en grindr
FanfictionAño 2010, Xie Lian, el dios de la chatarra vive una vida pacifica en su santuario Puji junto con su querida Ruoye hasta que un día pone las manos en un teléfono y por error termina instalando una aplicación de citas gay lo cual hará que su pacifica...