Capítulo 20

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-¿De verdad nuestro hijo está muerto?¿Estais seguros de que es él? -preguntó el padre dubitativo, no estaba seguro de querer saber la respuesta.

-Si, hemos confirmado su identidad- contestó secamente Hua Cheng que se había molestado por el anterior comentario sobre que Xueyu Tanhua les sacaría las tripas y se las pondría de collar.

-Si no se fían de nuestro testimonio podemos llevarlos con su hijo- dijo Xie Lian en un intento de ayudar a que la situación no se volviese a descontrolar- aunque debo advertirles que no serán recibidos por una vista agradable- decidió concretar.

-Iremos- exclamó de repente la madre del fallecido muchacho -No me creeré nada hasta que vea el cuerpo con mis propios ojos ¿Dónde se encuentra el cadáver de mi supuesto retoño?- preguntó gesticulando exageradamente, dando claras señales de que aunque no quería admitirlo, sentía cierto nerviosismo por si el cadáver resultaba ser de su hijo.

Xie Lian y Hua Cheng salieron del local mientras esperaban a que el preocupado padre y la indignada, aunque en el fondo aterrorizada, madre cerraran la tienda y se preparasen para acompañarlos.

-Hua Cheng- llamó Xie Lian.

-Si Gege, ¿sucede algo?- preguntó mientras miraba a su Gege fijamente, inocentemente como si no hubiese roto un plato en su vida.

-Deberíamos trabajar lo de ser demasiado sincero, aunque la sinceridad es buena demasiada puede ser como veneno para el alma- comentó tranquilamente Xie Lian.

-Lo sé Gege, pero a algunas personas hay que serles completamente sinceras ya sea porque no son capaces de procesar la información que les estás tratando de dar o porque son tan escoria que no merecen piedad alguna y deberían ser torturados hasta el fin de los tiempos- respondió tranquilamente Hua Cheng, como si no acabase de mencionar el torturar cruelmente a alguien.

Los dueños de la tienda salieron por lo que ambos se dedicaron a guiarlos en silencio hacia donde reposaban los restos mortales de su único hijo, Hua Cheng no quería ni imaginarse el drama que haría la mujer al ver el cuerpo podrido del muchacho que hasta hace minutos creía que había estado mandando cartas hasta esa misma mañana.

Al llegar a la clínica y al verlos aparecer por la puerta delantera Hua Tuo supo lo que iba a pasar. Lentamente los condujo hasta la parte trasera y quito la fina tela blanca que cubría el cuerpo que reposaba sobre la mesa de cirugías.

Al ver el cuerpo podrido y mancillado de su hijo la mujer empezó a hiperventilar hasta desmayarse lo cual causó que su marido terminara en el suelo, llorando y preocupado por el estado de salud de su mujer.

Acababa de perder a un hijo, no podía permitirse perder al amor de su vida también.

Cansado de ver el espectáculo Hua Cheng decidió salir a la calle a tomar un poco el aire , lo cual Xie Lian interpretó erróneamente como el deseo de dejar al padre despedirse de su hijo y de permitir que el médico atendiera a la madre.

Al notar como Xie Lian le seguía y conociendo lo respetuoso que era supo que estaba dejándoles espacio para despedirse.

Escucharon un grito desgarrador, la madre se había despertado.

-Bien, al parecer Hua Tuo sigue haciendo su magia, podría haber dejado que se quedara inconsciente un rato más- murmuró entre dientes mientras escuchaba un taconeo furioso que se dirigía hacia ellos.

-Vosotros, porque no salvasteis a mi hijo cuando tuvisteis la oportunidad, vosotros perros del infierno dejasteis que muriera deberíais haberlo defendido con uñas y dientes y no dejar que pereciera así- chilló descontroladamente a pesar que previamente le habían especificado que cuando lo hallaron ya se encontraba en ese estado.


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