38° Al rojo vivo

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Allison.

Meto las manos a los bolsillos de mi gabardina mientras dejo escapar un profundo suspiro sin aparatar la vista de los cuatro lobos que están en la jaula ajustada para sus necesidades. Cualquiera que los viera temería por su vida, justo como lo son los Volkov, temidos y salvajes, pero con una lealtad que nunca me cansare de agradecer. Otros en su lugar habrían dado la espalda con tal de no ser parte de estas guerras infinitas, pero ellos no... fueron los primeros en dar el paso hacia nuestro lado y gracias a ellos hemos logrado muchas cosas y muchas victorias.

Ahora no solo son aliados, son familia. Acogieron a la mujer que es como mi hermana, la han protegido y querido mientras no estuve, y ahora me harán tía... suspiro. Solo espero que esta nueva batalla que tenemos llamando a la puerta no me arrebate la poca felicidad que he conseguido después de tantos meses, y si de algo estoy completamente segura es de que me encargare de que nada le pase a las personas que me importan, siento esa responsabilidad sobre mis hombros, y solo yo me asegurare de que la nueva pirámide no pierda a ninguna de sus bases para mantenerse firme cuando el huracán pase por encima de nosotros.

—   ¿Son lindos, no es así? — Lexa aparece junto a mí y se aferra a mi brazo izquierdo.

—   Hay cierta belleza en esas bestias. — digo y se ríe.

—   ¿Qué crees que estaríamos haciendo ahora mismo si no hubieses accedido a viajar a Italia? — pregunta de repente

—   No me imagino estando en otro lugar que no sea junto a Adrix — confieso. Puede ser que en algún momento de los últimos meses si me haya puesto a pensar en que sería de mi si nunca hubiese ido a Italia, y nunca pude visualizar nada. Maya tenía razón, mi destino ya estaba escrito, desde el momento en que nací. Tarde o temprano esta vida llegaría a mí de una forma u otra, pero aun con los incidentes desagradables me alegra que hubiese sido de esta manera porque así termine estando junto al hombre que amo, el hombre que moriría y mataría por mí de ser necesario, y en muchas ocasiones me lo ha confirmado.

—   Yo tampoco — suspira — tantos años me fue mal en el amor, y era más fácil para mi usar la regla de "no sentimientos", pero con Alexei fue diferente desde el primer momento en que lo vi en el hospital — explica — su mirada era tan intensa, y su presencia me atraía como un maldito imán, pero me rehusaba a ceder... — se ríe — Creo que fui muy mala haciendo eso, porque ahora estoy embarazada y enamorada de ese mafioso de mierda.

—   Y no olvides a las cuatro bestias que tienes a tus pies — le recuerdo señalando hacia los lobos que la miran con detenimiento. Ellos saben que ella es una Volkov más.

—   Ghost — le habla al negro que lidera al resto. — A descansar — le ordena haciendo que el lobo la obedezca al instante y se retire hacia el rincón seguido por los otros tres. — Son leales.

—   Igual que tu — coloco mi mejilla sobre su hombro. — En cuanto terminemos con la D.S.F podremos continuar nuestras vidas, y tú podrás disfrutar de tu embarazo como es debido, Rita volverá a tener a su hija con ella, y yo regresare a la isla con mis padres para seguir con el entrenamiento que Hunter deberá darme hasta que yo ocupe su lugar.

—   ¿Qué hay de Enzo Rinaldi? — pregunta con curiosidad. Después de hacerlo poner en contra de su padre, Enzo quedo inconsciente y me asegure de que mi gente lo trajera a Moscú. Justo en estos momentos está en una de las celdas más oscuras de la mafia roja. Enzo no fue más que un títere para ese bastardo al que creía su padre, y tal vez sea una estúpida por dejarlo con vida, pero quiero creer que en el fondo no quería hacerlo, tampoco quiero ser una tirana como lo han sido todos los cabecillas de las pirámides, por una razón desintegre esa y forme una nueva. Fray tendrá la última palabra, yo se lo llevare a la isla y en cuanto ella tenga las suficientes fuerzas para verlo a la cara, decidirá si muere o si prefiere mantenerlo con vida en las celdas sabiendo que tiene un hijo que jamás sabrá de su existencia, ese es peor castigo para alguien tan cobarde como el, ya que no tuvo el coraje de enfrentar a un hombre que ni siquiera le dio un lugar en su clan.

La Reina De La Mafia: Nacimiento del Ave Fénix Donde viven las historias. Descúbrelo ahora