La Reina De La Mafia: Nacimiento del Ave Fénix

21 ° Sanaciones y disculpas

Allison.

Al llegar a la zona norte me reúno con Beatriz y Alana quienes son las que están al pendiente de Fray junto con Maya quien supervisa más de cerca a los médicos que la atenderán el tiempo que sea necesario. Con el paso de los meses que estuve aquí para entrenar como una asesina más de la legión, aprendí sobre cada una de las zonas de la isla, también las visité en más de una ocasión para conocer a fondo el lugar y estoy más familiarizada con esta parte ya que pase la mitad del tiempo aquí con las terapias que me ayudaron a superar mis traumas que me negaba a aceptar pero que debía de afrontarlos para poder seguir adelante.

- Allison - mientras camino por el pasillo de las instalaciones me topo con mi antigua terapeuta, gracias a ella logré ser lo que soy ahora, sus técnicas son poco ortodoxas pero muy eficaces. Muchas de mis sesiones fueron en el círculo; Al principio no tenia ni idea de que era eso, pero después supe que se trataba de un lugar de entrenamiento. Ella me hacía pelear y sacar lo que me atormentaba por dentro al mismo tiempo, y funcionó, mientras le decía mis miedos y traumas los dejaba ir en cada uno de los golpes que arremetía contra ella. - Me alegra verte.

- Lo mismo digo, Kat - le sonrío. Katherine también es nacida aquí en la isla, por lo que me contó, sus padres también formaban parte de esta zona de la isla hace muchos años.

- ¿Estas aquí por la chica a la que acaban de traer? - pregunta y asiento

- Es mi amiga - le informo- la conocí en Italia, y  durante un buen tiempo ayudó a los Volkov y a Lexa desde dentro de la mansión Rinaldi - explico - lo menos que puedo hacer es ayudarla a superar esto.

- Siempre pensando en otros antes que en ti misma - me dice - por más que intente que cambiaras eso, nunca lo logré- resopla haciéndome reír

- Eso ya viene en mi y nadie lo va a cambiar - le digo entre risas - date por vencida porque jamás me dejarán de importar los míos y jamás les daré la espalda.

- Eso es de admirar, pero tarde o temprano podrá traerte consecuencias- repite el mismo sermón de siempre - debes ponerte como prioridad.

- No si tengo una hermana, una mejor amiga, un prometido y mucha gente que amo - le recuerdo - siempre voy a velar por ellos.

- Ninguna paciente fue tan terca como tú - rueda los ojos. Se que la saco de quicio.

- Fue bueno verte Kat - le digo - pero debo ver cómo está Fray

- Anda - se hace a un lado para dejar que pase - Una vez que esté bien físicamente, yo me ocuparé de ella - me asegura

- Gracias - le sonrío y me marcho en busca de Fray. En el fondo quería que Kat se ocupara de ella y ahora que tengo la seguridad de que así será, me siento más tranquila. Con Kat estará en buenas manos y muy pronto Fray podrá superar esa etapa que le dejará una marca por siempre... ser torturada es un trauma horrible, pero ser torturada por el hombre que amas... no quiero ni imaginar lo que debe de estar sintiendo.

Continúo mi camino en busca de mi objetivo y después de un rato logro ver a Beatriz hablando con un hombre en bata blanca, no tiene buena cara y eso me hace avanzar más de prisa.

- ¿Que sucede? - pregunto alarmada ante los semblantes serios que tienen - ¿Fray está bien? - insisto

- No es Fray - dice la madre de Adrix con la voz temblorosa

- Beatriz,  me estás asustando...

- Ven conmigo - me toma de la mano y me lleva a una de la habitación que están en el pasillo. Nos adentramos y me doy cuenta de que se trata de una oficina.

- Dime que sucede o voy a pensar lo peor - le suplico con el corazón acelerado.

- Es Alana... - solo hacen falta esas dos palabras para que termine por derrumbarse, y eso solo incrementa mi desesperación