cuarenta y nueve.

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Él solo la miró con tanto en sus ojos que ella no pudo decir nada, no pudo moverse.

Hasta que sus manos se enredaron en su cabello y de repente sus labios se encontraron en un beso abrasador. No duró mucho, pero siguieron unos profundos y ardientes, uniéndose y separándose solo para fusionarse entre sí una vez más.

La forma en que la tiene allí, es diferente a cómo se han tenido antes. Ha habido pasión, siempre y desesperación.

Pero hoy, la forma en que él la mira desde entre sus muslos mientras su boca trabaja sobre ella y su mano se aferra a su pecho es pura devoción.

Hoy ella sabe que él la ama.

Cuando él empuja dentro de ella, ella se envuelve alrededor de él, acercándolo lo más que puede, ella disfruta la cercanía, la conexión, apenas permite que sus caderas se muevan y agarra su rostro para mantener su boca sobre la de ella hasta que sus dedos la empujan sobre el borde otra vez.

El aire se cargó con algo en el período de ajuste, y justo antes de que comenzara sus movimientos tentativos, se liberó entre ambos, dando paso a un lento derramamiento de deseo.

La armonía de sus besos y sus enredadas bocas abiertas tartamudeando mientras ella jadeaba en la estela de su pico, y él la sostuvo con ternura en sus brazos, animándola con murmullos hasta que no fue más que un caparazón deshuesado de sí misma.

Ella se relajó a su lado, pero él la empujó de vuelta a la vida con besos en las mejillas y la cara, extendiéndose sobre su pecho, Alice se retorció y sonrió contra él, eventualmente atrapando sus labios nuevamente hasta que se encontraron nuevamente en ese espacio perdido.

Se dio cuenta de que esto, no la intimidad, era de lo que ambos temían realmente no ser capaces de alejarse; su felicidad embriagadora e improvisada que era enteramente suya.

Aquello le hizo preguntarse cómo iba a dejar que él se separara de ella día y cómo soportaría separarse de él en los años venideros.

—Carlos —le dijo ella

Él la miró, había una pregunta en sus ojos

—No deberíamos —sus palabras retumbaron extrañamente en el aire, pero él pareció entender

—Pero queremos —él sonrió de una manera divertida —. No nos podemos separar por más que intentemos —el murmuró —. Es inevitable

—Aún así me siento mal por ella —Alice murmuró —. Isabel no merece que la engañes —suspiró —. Ningúna persona enamorada merece ser traicionada

—¿Pero nosotros si merecemos ser infelices? —Carlos preguntó

—Esa fue una decisión que tú mismo tomaste —ella lo miró —. Ningúna de nosotras lo decidió

—Fue por el bien de todos —Carlos respondió

—Aún no veo los beneficios de eso —murmuró —. Todavía sigo siendo tu amante —ella soltó una risa para evitar demostrar su tristeza —. Tal vez ni siquiera dejaré de serlo, a no ser que te saque de mi vida

—¿Qué insinuas? —él preguntó

—Que por más que tú digas que me amas no te vas a arriesgar por mí —Alice susurró —. Yo siempre seré tu otra mujer y no me quiero conformar con ello, si puedo tener a alguien que me ame más que a su propia vida

—¿De que sirve que te ame más que a nada si tú no lo haces? —Carlos se sentó y se recostó contra la cabecera de la cama

—Ese también es tu caso —Alice lo miró —. Y me jode que he dejado tantas cosas por tí y no seas capaz de enfrentar lo que sientes

—¿Que dejaste por mi? —Carlos la miró —. ¿A Lando? Cuidado y dejás mucho

—Dejé a un hombre que por lo menos me amaba y no le importaría enfrentarse con todos por mi —Alice respondió —. Ni siquiera tengo a mi familia por ti

—¿Que tiene que ver tu familia?

—Despues de toda la mierda que sucedió después de Spa quise desahogarme con ellos —suspiró —. Terminé contándoles que estaba enamorada de un tipo que estaba apunto de casarse ¡Le confesé eso a dos personas que llevan 35 años casado! ¡Le confesé eso a dos personas que nunca tuvieron a otra pareja! —ella se desahogó —. Ni siquiera quieren verme

—Eso fue estúpido —Carlos la miró

—Soy una estúpida —Alice asintió —. Mírame, caigo contigo ante cualquier maricada que tú haces 'queriendo demostrar lo que sientes por mí' y solo terminas lastimandome —ella negó y se levantó de la cama

—No eres la única que ha sacrificado cosas por este sentimiento —Carlos la miró —. Es injusto que toda la culpa recaiga en mí

—¡Dime una sola que hayas hecho para que esto funcione! —Alice gritó —. ¡No has hecho una mierda, Carlos!

Y allí estaba ese silencio, ese abismo entre ambos

—Claramente esa es una respuesta para mí —ella negó y se vistió rápidamente

—¡Me voy a casar con ella porque me amenazaron! —Carlos gritó —. Y aún así te atreves a decir que no he arriesgado nada por ti —él rió con sarcasmo —. ¡Yo estaría dispuesto a dejar mi vida por tí!

—¿De que estás hablando? —ella lo miró

—¡El maldito anillo era para ti! —Carlos se levantó y se acercó a ella —. Yo me quería casar contigo, yo siempre he querido una vida junto a ti —suspiró —. Pero papá se enteró y me amenazó que si yo me casaba contigo, bueno, te arrancaría de mis brazos para siempre

—¡Carlos! ¡Eso es enfermizo!

—Ya lo sé, pero no podría cargar con el peso de que algo te pase —susurró —. Yo no quería perder al amor de mi vida, no quería que nada malo te sucediera —la miró —. Por eso accedí a casarme con Isabel

—Pudiste decirme, pudiste contarme —ella negó aún atónita —. Pudimos buscar una solución juntos —ella sollozó —. No hacerme sentir como una mierda para alejarme

—Todo lo hice mal —él asintió —. Pero lo hice por amor —susurró y la abrazó —. No soportaría perderte

—Carlos —ella susurró —. Eso no está bien

—No tenía otra opción —elevó los hombros

—Te lo he dicho en muchas ocasiones, siempre hay más opciones, siempre hay más salidas —ella se separó —. Y siento decirte esto, pero si para ti te parece heróico, para mí me parece cobarde —dijo para después marcharse


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~Tati

¿Cobarde o Heróico? Ahí está la cuestión

Comentarios acerca del capítulo aquí 💌

Sorry por las faltas de ortografía y nos leemos pronto🤎m

Infieles »Carlos SainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora