Calma antes de la tormenta

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Muchas gracias por su apoyo, espero que esto les guste.

Declaimer:

Naruto NO es mío, es de Masashi Kishimoto.

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Episodio

XVIII

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"Creo que fui demasiado feliz"

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Probablemente había muerto. Seguramente su corazón no había resistido más y sin darse cuenta murió en medio del éxtasis de su felicidad. Pero sería la muerte más dulce que podría aspirar a tener. El calor de esos brazos y labios no eran ninguna mentira y aunque no estuvieran hechos el uno para el otro y su destino sólo fuera un desenlace fatal. Lo cierto es que valdría totalmente la pena perder su alma, si el pecado era estar así con él para toda la eternidad. Aunque quizás esa eternidad duraría sólo el lapso que encerraba un reloj de arena y siendo así no quedaba más que disfrutarla hasta el final aun si sentía arrepentimientos a causa de sus decisiones; era una eternidad tan efímera que se le rompía el corazón al imaginar que no podría estar a su lado algún día, la realidad es que nada resulta para siempre y mucho menos si se trata de algo humano. Ambos lo eran y eso significaba que morirían tarde o temprano. Porque todo lo hermoso, no es inmortal sino lo contrario.

Los seres humanos son preciosos y perecederos, tan imperfectos que la belleza escondida es enigmática y abrazadora.

Lo único que podía hacerse al respecto era atesorar los defectos que componían a cada persona como el valioso regalo que les daban los dioses para demostrar que cada uno era único e irremplazable. Ella jamás podría olvidar todas las caras de él, las buenas y las malas, porque cada una de ellas lo definía como ese hombre que se robó su corazón desde el primer momento. Y estaba totalmente bien con ello. Porque gustosamente le ofrecía ese pequeño contendor averiado para que lanzara sus últimos suspiros en nombre de su amor.

Se aseguraría de encontrarlo en la próxima vida para continuar la historia que se quedaría inconclusa cuando ella se marchara.

Lo amaría cada vez que su alma volviera a nacer.

Estaba muy segura de eso.

Hinata no era capaz de alzar el rostro pues el moreno le había cogido la nuca, manteniéndola cautiva contra su pecho. No es que odiara ser retenida de esa manera, pero no entendía porque él había hecho eso.

—Sasuke...

—Sólo cállate—ordenó afianzando el agarre de su otra mano a esa estrecha cintura. Enredó sus piernas con las de la Hyuuga y ocultó su rostro en la coronilla de la joven.

—Vale—usó sus tenaces dedos para aferrarse a la chaqueta del morocho. Cerró fuertemente sus parpados para escuchar los latidos ajenos.

Era una melodía única en el mundo y el sublime sonido que atravesaba el universo de ecos.

Aun si era efímera, así podría definir la eternidad junto a la persona que más amaba.

La ojiperla se movió un poco y logró levantar la cabeza, el deslizó su mano hasta tocarle el rostro. Y se perdió en su composición. Ella era en verdad algo extraordinario. ¿Cómo podía lucir tan delicada? Era linda, no lo negaría, y tampoco era ciego para no darse cuenta de ello. Pero independientemente de ello, de alguna forma la de cabellos azules se las arreglaba para lucir como una muñeca de porcelana. Bella y frágil que sus manos simplemente la harían pedazos apenas usara un poco de fuerza. Sus pómulos otra vez se veían igual que los tomates y esos labios carnosos le invitaban a acercarse.

Say Goodbye Dear Stray CatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora