Say Goodbye Dear Stray Cat

No quiero ser tu héroe

Muchas gracias por su apoyo, espero que esto les guste.

Declaimer:

Naruto NO es mío, es de Masashi Kishimoto.

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Episodio

XIII

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"No pretenderé salvarte"

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Miró uno por uno los estantes de esa pequeña tienda de antigüedades. Había piezas desde las más rusticas hasta ejemplares descontinuados de figuras armables. Cada una muy diferente pero armoniosas entre sí en ese pequeño espacio que compartían unas con otras; imaginó las miles de historias que cada una podía estar guardando en sus recovecos, probablemente esos objetos eran más conscientes del verdadero significado de la vida, aun y cuando no poseían un atisbo de la misma, quizás lo único parecido, era aquel amor con el que seguramente habían sido creados y cuidados hasta ahora. Detuvo su mirada en un exquisito alhajero de madera con una rosa difuminada apenas un poco sobre la tapa. Curiosa llevó sus manos al broche de plata que la sellaba y cuidadosamente lo abrió. Sus ojos se ensancharon como dos botones de loto floreciendo y resplandecieron cuando vislumbró las diminutas figuras de cerámica de una pareja de danzarines que se movían al son de una melodía desconocida que estaba impregnada en la cajita. Las notas eran finas, lentas y susurraban un pacto de amor silente, era capaz de imaginar, por el ritmo, que la historia de esas dos figuras, era dulce pero al mismo tiempo, muy dolorosa, como un poema sobre las memorias del amor.

—¿Te gustan esta clase de cosas?—cuestionó una voz profunda desde su costado izquierdo, lo que provocó que respingara un poco antes de girar la cara.

Sus orbes perla se trabaron en un par ónix.

—Kakashi-sensei, ¿consiguió lo que necesitaba?—esquivó inconscientemente mientras lentamente posicionaba su cuerpo en dirección al del profesor.

—Los libros costaron menos de lo que pensé y conseguí los vinilos que había estado buscando por un tiempo—respondió y la Hyuuga distinguió una bolsa de papel mediana en su mano derecha.

Había terminado por acompañar al Hatake luego de que éste se lo pidiera. Una vez acabara con sus compras, irían a un sitio más cómodo para conversar sobre el causante de sus más grandes preocupaciones.

Sasuke Uchiha.

El peligris no había dicho mucho mientras montaban en la bicicleta y tampoco cruzaron palabra cuando subieron al tren, estaba ahorrando su aliento para cuando pudieran dialogar más calmadamente. Sin embargo había podido notar algo en el semblante del hombre que sin duda le provocaba estar un poco ansiosa por saber qué era lo que le iba decir. No obstante ¿Estaría bien que siguiera viéndose arrastrada por eso? Decidió no involucrarse más para evitar crear heridas innecesarias en el corazón del moreno, no obstante parecía estar dando vueltas una y otra vez para terminar siempre donde había detenido sus pasos.

Además estaría mintiendo si dijera que no quería correr hacia Sasuke.

Kakashi era astuto, sabía muy bien qué clase de anzuelo lanzarle para terminar yendo sobre las espinas, aunque él era consciente de la clase de futuro que le esperaba, no iba a dejar que ella se alejara simplemente como el aire.

¿A caso los adultos podían ser tan crueles?

—Ya veo, me alegra que encontrara lo que estaba buscando—esbozo una tímida sonrisa.