Say Goodbye Dear Stray Cat

¿Está bien ser feliz?

Muchas gracias por su apoyo, espero que esto les guste.

Declaimer:

Naruto NO es mío, es de Masashi Kishimoto.

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Episodio

XIX

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"A veces me pregunto si está bien sonreír junto a ti"

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Las emociones son un cuchillo de doble filo. Pueden llevar el estado de una persona de un punto a otro y cambiar al menos diez veces en un sólo segundo. Lo cierto es que la estabilidad es imposible de manejar y ese punto de fragilidad causa un desastre por dentro tan grande y profundo que es como si excavara un abismo en el corazón. La debilidad de los hombres radica en el corazón, por él es que los seres humanos sufren la mayor parte del tiempo; porque las decisiones que se toman a base de sentimientos, sólo son impulsos que tarde o temprano conllevan un gran remordimiento y es tan irreversible que no queda más que aceptar las consecuencias de sus actos y vivir con ellas.

Él tenía ya demasiadas cosas de las que arrepentirse como para encima estar agregando más.

Sasuke salió del almacén de la tienda con un par de cajas en sus brazos. El otro encargado le había pedido que rellenara los estantes del pasillo de productos enlatados. Por lo que parecía ser mejor hacerlo ahora que no había muchos clientes en la pequeña tienda de conveniencia. Sin embargo el día anterior había sido una historia totalmente distinta, después de todo se trató de Navidad; aunque la fecha pasó sin pena ni gloria para el Uchiha. Todo el día había estado ocupado, con las clases de repaso y su trabajo, ni siquiera tuvo tiempo para comer todo lo que Hinata había insistido en preparar. Era en verdad una estupidez, pero ella pareció feliz con sólo poder estar juntos lo que restaba del veinticinco de diciembre mientras comían tarta y pollo. Hasta le preparó un obsequio, una bufanda que por las puntadas supo estaba hecha a mano.

No es como si se sintiera culpable por algo y realmente no quería tomarle demasiada importancia, pero él no podía regresarle nada a cambio por esos gestos que siempre tenía para con su persona. Sería más feliz si no estuviera a su lado. No obstante no quería preocuparse por la felicidad de otros, no tenía las aptitudes para ello, mucho menos para preocuparse por esa mujer en especial. Sólo que no podía hacerlo por más que lo sabía. No quería admitirlo, pero esos sentimientos que tenía hacia la Hyuuga estaban volviéndose cada vez más profundos y complicados.

La amaba y eso no era nada bueno.

No estaba bien tener esa clase de sentimientos por ella. El amor era algo que no merecía por los pecados que había cometido. Sin embargo, ahí estaba él, amando sin querer cada vez más cada parte de esa mujer que estaba desapareciendo.

Si seguía a ese paso, tendría que huir antes de disfrutar demasiado.

Aunque la otra noche comprendió una cosa respecto a todo el asunto que de verdad lo estaba inquietando.

¿En verdad todavía estaba a tiempo para dejar ir su mano?

Honestamente no estaba seguro de poder permitir que ella se marchase tranquilamente de su vida. Generalmente no había ni una sola cosa que le asustase al estar acostumbrado a la oscuridad. Pero encontraba especialmente aterrador la sola idea de verla recostada, con los ojos cerrados, pálida e inerte sin ningún rastro de vida.