La promesa entre los dos

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Muchas gracias por su apoyo, espero que esto les guste.

Declaimer:

Naruto NO es mío, es de Masashi Kishimoto.

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Episodio

XXIV

"A pesar de todo, me quedaré junto a ti"

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Un olor a pino y naranja le llegó de pronto y se removió perezosamente en su lugar. Abrió lentamente los ojos al sentir una brisa cálida rozarle el rostro y se encontró con la puerta del balcón entreabierta dejando que los rayos del sol de verano se esparcieran por toda la casa. Se incorporó lentamente, y una sensación extraña le invadió el cuerpo, como si fuera más liviano de lo que recordaba. Estiró su mano izquierda para rozar con las yemas de los dedos una de las columnas de luz que atravesaba el ventanal. No era cálida, pero tampoco fría. Simplemente ahí estaba. Miró aletargado el cielo azul cremoso, y luego volvió la vista al interior del apartamento. De alguna forma sentía que algo no cuadraba en todo el panorama. Se puso de pie con suma parsimonia y alzó una extremidad para cubrirse los ojos del astro rey que lo cegaba sin piedad.

Ah, no podía ser real.

Probablemente estaba soñando.

—Eres bastante intuitivo como siempre—una voz grave lo hizo girar y vio como un hombre de cabellos brunos, con facciones similares a las suyas, se paró junto a él para tomar un poco del sol que los abrazaba.

El interruptor en su cabeza hizo click.

Abrió los ojos de par a par y los recuerdos se arremolinaron de golpe en su interior. Memorias borrosas de pronto se fueron haciendo más y más vívidas.

Como una película quemada por las luces de un proyector.

—Nii-san—susurró y temió estarse enfrentando de nueva cuenta a la valkiria de sus delirios.

—Has crecido mucho—repuso mirando hacia la lejanía—, eso es bueno, me alegra ser capaz de verlo por mí mismo— el mayor lo miró y Sasuke deseó que el tiempo se detuviera.

Él... no era su demonio personal.

—Supongo que el tiempo es la cosa más cruel que existe, Nii-san—contestó desviando sus orbes hacia la misma dirección—. A pesar de que no lo merezco, aún sigo viviendo en un mundo sin ti.

Había tantas cosas que quería decirle, pero ninguna lograba eclosionar de sus labios tal cual lo sentía.

—Ambos sabemos que no es así—negó, el morocho menor frunció el entrecejo.

—Te equivocas, realmente no tengo derecho a aferrarme a algo que debería ser tuyo— apretó los puños con fuerza—, y aunque lo sé, yo... ya no puedo renunciar.

Después de todo, había decidido seguir viviendo junto a Hinata.

Itachi permaneció en silencio, mirando al chico junto a él con una expresión indescifrable.

—No necesitabas hacer nada para merecerlo—contestó volviendo a mirar hacia el cielo que esbozaba el ventanal de la casa que los había visto a crecer a ambos—. Éste siempre ha sido y será tu sitio, Sasuke—aseguró sonriendo apacible.

—Pero...

—Yo nunca lo olvidé, en cambio parece ser que tú si lo hiciste—sus orbes se clavaron en los del Uchiha menor con cierto recelo.

Say Goodbye Dear Stray CatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora