Sigue sonriendo

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Muchas gracias por su apoyo, espero que esto les guste.

Declaimer:

Naruto NO es mío, es de Masashi Kishimoto.

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Episodio

XXVI

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"Aún así, seguiré contigo"

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La nieve que había cubierto la ciudad pronto se derritió por completo y no quedó ni un solo atisbo de su presencia, lo único que permaneció, fue el recuerdo de haber estado ahí.

Quizás sería difícil grabar en el corazón cada pequeño suceso a través de los segundos que componían el día a día, pero, el calor que producían esas memorias nunca se desvanecería de sus almas. Sería algo que se quedaría dentro de su ser para siempre. Y eso estaba bien al final de cuentas, después de todo, era el tesoro más valioso que poseían los humanos, algo que nunca podría ser equiparado por cualquier otro objeto en el mundo. Incluso al final de todo, era lo único que podrían llevarse al más allá.

Quizás la memoria era el regalo más precioso que los dioses les pudieron haber dado a los hombres. Los recuerdos eran la huella del deseo por la vida y si bien algunas veces les tocaba aferrarse desesperadamente a ella, sólo demostraban cuan hermoso era ese simple acto de existir.

Siendo así, los seres humanos eran realmente afortunados.
Eso nunca lo podrían negar.

—¡Hinata-chan, buenos días!—exclamó la escandalosa voz del Uzumaki a través de un mar de estudiantes que iban y venían dentro de los pasillo de la escuela.

Hinata giró sobre la parte redonda de sus pies y sus largos cabellos azulado le bailaron por detrás de la espalda.

Las vacaciones de invierno terminaron tranquilamente y tal como se había predicho, los estudiantes regresaron a las aulas la segunda semana de enero.

Afortunadamente no había presentado ningún síntoma adverso que le impidiese unirse al resto y, por lo tanto, fue capaz de presentarse a la ceremonia de entrada sin mucho problema. Aunque claro, no sin antes recibir toda una catedra sobre lo cuidadosa que debía ser tras cambiar el tratamiento para su enfermedad. Su padre y su primo habían estado diciéndole las mismas advertencias desde que se había puesto en pie esa mañana e incluso Hanabi había pronunciado un par de palabras al respecto.

Tan raro.

Encontraba un poco antinatural la insistencia de su familia con respecto a eso, probablemente porque estaba mayormente acostumbrada a que fuesen un poco menos expresivos. No obstante, ella siendo puro corazón, dejó de lado la abrumadora sensación en su pecho para tomar sólo el cálido sentimiento que eso le provocaba por dentro.

Estaba feliz.

Era amada.

—Naruto-kun, buenos días—devolvió el gesto haciendo una leve inclinación.

Naruto esquivó y pasó de largo a sus compañeros con una agilidad propia de un ninja. A decir verdad, había estado buscándola desde que llegó a la escuela, pero como sus clases eran diferentes había sido un poco difícil dar con ella antes de que anunciaran el comienzo de la ceremonia de entrada.

—Supongo que todo fue bien en tu chequeo—se emparejó a su lado mientras avanzaban por el camino techado del jardín interno.

Sus ojos azules la escanearon de arriba abajo.

Say Goodbye Dear Stray CatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora