🍎16🍎(¨*•.¸Más cerca¸.•*¨)

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Las risas del pelirosa se hacían notar en toda la sala y parte de la cocina, estaba seguro que el moreno era demasiado tosco a la hora de usar sus manos, no entendía cómo es que podía tatuar, pero aún así no podía estar más feliz

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Las risas del pelirosa se hacían notar en toda la sala y parte de la cocina, estaba seguro que el moreno era demasiado tosco a la hora de usar sus manos, no entendía cómo es que podía tatuar, pero aún así no podía estar más feliz. 

—Deja de burlarte —pidió moviendo su cabeza de un lado a otro al sentirse avergonzado —Deberías enseñarme en vez de burlarte de mi torpeza —dijo con el seño levemente fruncido.

—De acuerdo —continuó acercándose con cautela al recibir la mirada acecina del más alto —Por favor... —pausó en un intento por no reír ante el desastre que había sobre la tabla y la pobre cebolla demacrada.

Las manos del pelirosa se posaron sobre las del moreno, quién sintió el contacto de su pecho con su espalda, para después tener a un lado de su hombro la cabeza del chico, quién intentaba ver lo que hacía. 

—Debes tomar la cebolla con fuerza, porque está mojada y resbaladiza —dijo mirando las manos grandes y anchas del mayor.

Sus ojos se quedaron viendo, pues eran pequeñas letras que parecían estar dispersas en sus nudillos en la mano izquierda y una flor en forma de rosa tapaba su dorso derecho por completo, en cuanto lo vio no pudo evitar sentir su pecho golpear, pero no tuvo la necesidad de alejarse, había sido un sentimiento agradable porque Jin, amaba las rosas, prácticamente era su flor favorita y verla sobre la piel oscura del tatuador no le pareció nada desagradable. 

—¿Y después? —preguntó con una sonrisa, sabiendo que el chico se había quedado viendo lo obvio.

—T-tomas el cuchillo así —continuó al escuchar la voz de Nam y sacarlo de sus pensamientos.

Las manos de NamJoon se movían de la manera en que Jin le indicaba, no parecía difícil cuando el chico se encontraba a sus espaldas, pero se sentía completamente feliz por saber que no había salido corriendo o que hubiese vomitado sobre él por ver sus tatuajes en la mano. Más Jin había recordado desde que el moreno entró a la casa simplemente escondió sus manos de su vista y como si fuera poco, no pudo darse cuenta cuando entrelazó sus manos para abrazar su vientre, no porque se encontraba sumido en sus palabras y esa voz gruesa que tanto le gustaba.

—¿P-puedes hacerlo sólo? —preguntó al tener tan cerca el rostro de Nam por haberse volteado apenas. 

—Es un gran avance para el chico rosa —sonrió dejando con rapidez un beso en su mejilla. 

El sonrojo que aquella acción le había provocado hizo que nuevamente su pecho golpeara con fuerza "chico rosa" Resonaba en su cabeza y parecía el apodo más lindo que alguien podría haberle dicho.

Se alejó apenas dándole la espalda al más alto para revisar las ollas de agua hirviendo, pero no podía evitar tener esa pregunta en su cabeza.

—¿Por qué una rosa? —preguntó curioso.

*•.Tatuando tu amor.•*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora