Harry nunca había sido capaz de comprender una relación entre hermanos, pero siempre pensó que se le daría muy bien. Hasta que, como Amo de la Muerte, renace como Turais Rigel Black, hermano mayor de Sirius y Regulus. (Renacimiento/viaje en el tiemp...
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Simplemente Siguiendo La Ley
Regulus Black sonrió para sus adentros, apretando la escoba contra su pecho. Había pasado un mes desde las pruebas de quidditch. Había entrado, de hecho había entrado en el equipo. Era el buscador más joven en mucho, mucho tiempo. Regulus había sonreído, estaba tan contento consigo mismo que salió corriendo del campo de quidditch y fue directo a la biblioteca. Allí, Turais estaba dando clases a dos chicas de su curso, la Smith y una nacida de muggles. Regulus las había ignorado y se había abalanzado sobre Turais, mientras el mayor apenas lograba abrazarlo. Había informado alegremente a su hermano mayor de que el dulce Salazar había entrado en el equipo. Y Turais había sonreído, excusándose de las dos chicas para llevarlo a la cocina. Allí le había pedido a un elfo de la casa algo de comida y los dos lo habían celebrado.
Desde que Regulus tenía siete años y había conseguido su primera escoba, Turais le había enseñado todo sobre el vuelo. El mayor era, como en casi todo, excelente. Le había enseñado a Regulus todo lo que sabía, desde despegar suavemente hasta las maniobras más peligrosas que existían.
Y aunque Turais no jugaba al quidditch, estaba encantado de ayudar a Regulus a prepararse para su papel de buscador.
Y había entrado. En su primer año.
Y ahora era su primer partido. Los únicos conocidos fuera del equipo de Quidditch eran Turais, Slughorn y Orión. Su padre se había sentido muy orgulloso, enviando alegremente su escoba con una nota en la que esperaba que sus notas fueran tan sobresalientes como lo había sido su repentina entrada en el equipo de Quidditch. Ni siquiera Sirius sabía que había entrado en el equipo.
"Y ahora, el equipo de Slytherin".
Regulus respiró hondo, armándose de valor. Turais dijo que era bueno, muy bueno. Tendría que ser bueno para entrar en el equipo en su primer año. Turais creía en él, y el resto del equipo de quidditch también. Ahora tendría la oportunidad de demostrar de qué estaba hecho. Montado en su escoba, Regulus observó cómo salían disparados los perseguidores, seguidos de los golpeadores y luego del portero. Y entonces, llegó su turno.
"Y buscador... ¿espera? ¿Estoy leyendo bien? Sí, el nuevo buscador de Slytherin no es otro que Regulus Black. Demonios, el chico debe tener talento para entrar en el equipo en primer año".
Regulus se mantenía en la posición que el equipo le había enseñado, con las manos agarrando la escoba como Turais le había enseñado cuatro años atrás, cuando estaba aprendiendo. El equipo de Gryffindor chisporroteaba, Potter gritaba en voz alta que Sirius era un "traidor a la causa" en tono de broma.
Con la vista clavada en las gradas, Regulus sonrió cuando vio a Turais sentado en las gradas de Slytherin, envuelto en una bufanda verde y plateada y sonriéndole.
Ahora era el momento de demostrar al resto de Hogwarts lo buen profesor que era Turais, y que el menor de los hermanos Black podía estar a la altura de las circunstancias.
