20 de septiembre de 1996.Alguien, por favor saque me de esté lugar.
Jungkook y sus padres fueron a visitar a su "abuelo", otro hablador.
— Entren — se hizo aún lado para que su hijo y familia puedan entrar.
— Hola — Jungkook saludó, sin ganas.
— ¿Cómo se encuentra? — preguntó la mujer.
— Cansado, ya estoy viejo.
Caminaron hasta la sala, la verdad es que no había mucho que hacer en ese hogar, escuchar es lo único que podías hacer.
Unos largos minutos pasaron, charlas aburridas se escucha por esas cuatro paredes, burlas.
— Barbaridad qué ví ayer — habló el señor apodado homofóbico número uno.
— ¿Qué viste? — preguntó Jeon.
Aquí vamos.
— Unos putos jotos de mierda — se burló.
— Qué desagradable — hizo una mueca.
— Con qué tú hijo no sea igual.
«Lo soy, ¿y qué?» pensó el pelinegro.
— Ganas no le faltan — miró al pelinegro — aún no se le quita lo niñita.
— Déjamelo, te lo devolveré cómo todo un hombre — le miró mal — verás que le quitaré lo chillona en un día.
«Hasta aquí, no dejaré qué sigan hablando de mí.»
— Creeme qué lo e intentado.
— No soy una niña, ¿cuándo van a entender? — frunció el ceño.
— ¡Jungkook! — susurró la mujer.
— Cuándo te comportes cómo uno — hablo su abuelo.
— ¿Ser hombre implica ser cómo tú?, porqué si es así, que puto ascó.
Una sonora bofetada de escuchó en esas cuatro paredes, lastimando al menor.
— DISCÚLPATE JUNGKOOK — gritó su padre, molestó.
— NO, ESTÉ SEÑOR NO MERECE MIS DISCULPAS — adiós su respetó, de igualmente manera los golpes ya los tenía ganados.
Jeon estuvo a punto de arrojarse contra su hijo, pero fué empujado, evitando así qué vuelva a lastimar al menor.
— ¿Podrían guardar silencio? — intentó calmar el ambiente, "intentó".
— ¿No escuchaste al insolente de tú hijo? — hablo, el anciano.
— Eun, no te metas — firme cómo siempre.
— Me meto porque es mi hijo, déjalo en paz — hablo amenazante.
Los dos mayores no tuvieron más remedió qué tragarse al menor con la mirada, no podían hacer nada, pues la mujer se había sentado muy cercas del menor por si intentaban hacerle daño.
No duraron mucho en ese lugar, pues prácticamente el anciano los corrió porque no quería ver al menor en su casa.
Se subieron al auto, el pelinegro lo qué podía hacer en ese largó camino es suplicar por un castigó leve, suplicar qué hasta ahí quedará, con un infarto por lo menos.
¿Qué más da?, Al fin había insultado al anciano, le hacía feliz, mierda de persona, qué se pudra.
Llegaron a la casa, mucho más rápido de lo esperado, el menor no dudó ni un segundo en bajar del auto y correr dentro de la casa. le había sacado las llaves a su madre del bolso para poder entrar lo antes posible.
Cuándo abrió la puerta, corrió a su habitación, cerrando con seguro está, unos golpes se escucharon en la puerta, al igual que gritos.
— ¡ABRE LA PUERTA! — molestó, golpeaba la puerta.
— No — ni loco, un idiota lo haría, pero el no.
— NO TÉ ESTOY PREGUNTADO — gritó lo mar fuerte qué pudo — NO LO VOLVERÉ A REPETIR.
— Tranquilízate, estás alterado — intentó calmar al mayor — Cariño, déjalo.
— TRAE LAS LLAVES.
— Mamá no sé las dé — suplicó.
Si abría esa puerta, su funeral sería al día siguiente, por lo que no lo aria, el señor Jeon golpeaba tan fuerte la puerta, por lo qué el pelinegro empezó a despedirse de Jimin y su amado Taehyung.
No bajaría ni a desayunar al día siguiente, el enojó de su padre duraría mínimo dos días, adiós alimento.
La mujer cómo pudo logró alejar al hombre de la habitación, a rastras, pero lo logró, se lo llevó a su cama, dónde le hizo masajes pará tranquilizarlo un poco por lo menos.
— Deja de comportarte de esta manera — molesta, lo regaño.
— ¿Cómo no quieres que me comporte así?, educa a tu malcriado, o lo haré yo.
Sin ganas de pelear, decidió dejar el tema atrás, y seguir con el masaje.
Jungkook juraría morir del miedo y risa a la vez, ¡Le encantó hablarle así a su abuelo!, qué persona tan genial.
turyibai7
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Just you and me
FanfictionA todos nos encantaría ser libres, poder estar con la persona con quién quisiéramos pasar toda la vida a su lado. Al menos así es para jeon Jungkook y Kim Taehyung, un encuentro es todo lo que se necesita para quedar flechado.