𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰𝑽: ¿𝑸𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒆𝒓𝒆𝒔?

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T/N Frost

Mientras miraba la hermosa luz de la luna, escuche unos pasos acercarse, tome mi arco y flecha y tome posición de defensa.

T/N: ¿Quien esta ahí?- nadie respondía pero podía escuchar unos pasos alrededor del lago.

Luego dispare mi flecha hacia donde sentía aquella presencia extraña, pero no le pude dar por que se desvaneció y oculto entre las sombras, parece que es un espíritu pero no lo conozco y mucho e visto a ningún espíritu o guardián joven, excepto a mi papá.

Peter: Oye, tranquila- oí a un chico y voltee para verlo.

Lo vi sentado en una rama de un árbol, y me sorprendió mucho, su cabello era negro, sus ojos amarillos y su piel pálida como si hubiera estado en la nieve por mucho tiempo.

Peter: Baja eso niña- dijo al bajar del árbol y mientras caminaba hacia mi, pero seguí apuntándolo con mi flecha.

T/N: No te acerques y dime ¿quien eres?- dije mientras lo apuntaba.

Peter: Disculpa mi falta de modales, me llamo Peter, ¿y tu eres?- pregunto serio.

T/N: al parecer no me conoce- ¿Es un interrogatorio?- dije mirándolo.

Peter: En realidad, me estoy presentando, parece que no te enseñaron modales- dijo.

T/N: ¿Que haces aquí?- le pregunte sin apartar la vista de él y sin soltar la flecha.

Peter: Aquí vivo- dijo.

T/N: No lo creo, jamas te había visto.

Peter: Pero yo a ti si, T/N- dijo.

T/N: ¿Cómo sabes mi nombre?- pregunte ya que no le había dicho mi nombre.

Peter: Porque tu amigo lo dijo aquel día que te vi aquí en el lago- dijo mientras caminaba alrededor del lago.

T/N: ¿Eras tu el que estaba aquí en el lago? No puede ser- baje el arco.

Peter: Bien, ya que nos conocemos, puedes decirme ¿que haces a esta horas de la noche?

T/N: Lo siento, pero no hablo con extraños- dije mientras guardaba mi arco y estaba a punto de marcharme.

Peter: Creí que eramos amigos

T/N: ¿Amigos? Apenas te conozco- dije mientras caminaba en dirección hacia mi casa.

Peter: Si lo se, pero no se habla con una mortal tan linda todos los días.

T/N: ¿Linda?- pensé, que chico tan desagradable, aunque parece que no sabe quienes son mis padres, bueno, tal vez sea la primera vez que hago un amigo que no sepa que soy hija de guardianes, aunque es algo pesado y molesto- Lo siento, me tengo que ir, que ya es muy noche y tengo que regresar a mi casa- dije apresurando el paso.

Peter: Si gustas, yo te puedo acompañar a tu casa.

T/N: Gracias, pero no gracias, yo puedo irme sola.

Peter: ¿Segura? Que tal si el coco aparece entre las sombras- dijo tratando de asustarme.

T/N: ¿Qué?- me pregunte ya que mis padres jamas me contaron sobre alguien llamado el coco- Lo siento, pero no, me iré sola a casa.

Peter: Entonces iré contigo aunque no quieras- dijo.

Me enoje, empece a caminar rumbo a mi casa y él me seguía, que irritante es, después de un rato llegue al gran tronco que estaba cerca de mi casa.

T/N: Listo, ya te puedes ir- dije para que no viera donde vivía.

Peter: Vaya, ni siquiera agradeces por acompañarte, adiós niña- sonrió y se desvaneció entre las sombras y se fue.

T/N: Que chico tan raro y entrometido- dije y subí por la soga de sabanas que colgaba por la ventana.

Al subir y llegar a mi habitación me puse mi pijama y me acosté a dormir, tal vez mañana le pregunte a papá sobre quien es el coco, ¿sera que de eso me esta protegiendo? y si es así ¿porque nunca me lo habrá dicho?

Peter Black

Paseaba por el bosque ya que es lo que siempre hago por las noches ya que no hay nada de personas perturbando la paz, o al menos eso pensaba, porque estaba en mis pensamientos cuando veo a alguien acercarse al lago, pero no podía notar quien era, hasta que la luz de la luna se reflejo en su rostro pude notar que era aquella chica que vi el otro día cerca del lago, estaba por acercarme un poco para verla mas de cerca, pero al parecer la asuste y decidí salir de las sombras para hablar con ella, ya que no había visto a un mortal darse cuenta de mi existencia, pero al parecer ella es una chica difícil y seria para hablar, jamas había conocido a una mortal así, decidí no decirle quien es mi padre, ya que la mayoría le tiene miedo, pero en un momento si mencione el nombre de él, le ofrecí acompañarla a su casa, se negó a que la acompañara pero aun así la seguí, parece que no le gusto que la siguiera, me despedí de ella, y me marche de nuevo al lago, pero en cuanto llegue observe algo enterrado en la nieve, era la capa que ella traía puesta, no podía regresarsela ya que no sabia donde vivía, así que decidí tomar su capa y llevarla a un refugio que hice en una cueva cerca del lago, cuando vuelva a verla se la daré. Después de dejar la capa en la cueva fui a casa, bueno así le llamo donde vivo con mi padre.

Pitch: Hijo me alegra que hallas llegado, necesito hablar contigo.

Peter: Dime padre- me dirigí hacia la estructura del mundo que tiene mi padre.

Pitch: Muy pronto Peter, ejecutare mi plan para destruir a los guardianes, pero necesitare de tu ayuda para que todo salga perfecto.

Peter: Esta bien padre te ayudare, ahora quiero ir a mi habitación, quiero descansar un poco.

Pitch: Claro hijo- me retire y fui a mi habitación.

Como verán el es mi padre, Pitch Black o el coco como lo conoce la gente, y yo soy Peter Black, al parecer tengo 19 años, ya que me veo como un muchacho y no recuerdo nada de mi pasado, ¿como es que Pitch tiene un hijo? La historia no es tan larga, recuerdo que al ser un espíritu deambulada sin sentido entre la nieve ese crudo día de invierno, hasta que encontré la guarida de Pitch y me adentre en ella, recuerdo haberlo visto muy enojado, escucho unos pasos y me miro, pensé que no me haría caso, pero al ver que tenia poder como el desvanecerme entre las sombras, decidió criarme solo para derrotar a los guardianes y en especial a Jack Frost, al parecer a mi padre no le cae bien, y siempre me ha platicado sobre lo malo que es y como es que el perdió sus poderes por culpa de Jack Frost, es por eso que decidí ayudarlo con su plan. Conocer a una mortal fue raro, y sobre todo a aquella chica, parece que es una niña berrinchuda y malcriada, pero al menos tendré a alguien para molestar en esta vida tan solitaria.

 Conocer a una mortal fue raro, y sobre todo a aquella chica, parece que es una niña berrinchuda y malcriada, pero al menos tendré a alguien para molestar en esta vida tan solitaria

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¿𝑸𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒔𝒐𝒚 𝒆𝒏 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅?: La historia de T/N FrostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora