Capítulo 9/2. Golpes, Sangre y Ducney 2/2

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DUNCAN

Maldita sea.

Estoy enojado con Courtney, sí. Me enoja ver que esta con alguien más, aunque hayamos tenido una confrontación en la tarde, no niego que me es egoísta que se vaya con otro que no sea yo.

Tasha era una chica muy hermosa, mucho a lo que un chico moriría por tener a su lado a una pelirroja con cintura de avispa y carita angelical. Por alguna razón, sé que podría caer en sus encantos pero no es mi tipo de chica. Lo mío es más que una barbie, era una chica con carácter y siempre me dé la contra en todo.

Courtney.

Courtney tiene todos los atributos.

Pero olvido que es una perfeccionista.

— ¿Duncan..?

— Sí, te escucho. —sobé su rodilla que estaba encima de mi regazo y bebí un sorbo de mi trago— ¿De qué me estabas hablando?

Dio una risa suave.

— Nada.. ¿Qué estás mirando? —trata de buscar algo por mi obvia mirada hacia la mesa de Courtney.

— No es nada, bonita. —sonreí forzadamente— Cuéntame de eso que no pude entenderte.

— Oh, sí. —comenzó hablar. Una vez más, sus palabras no hacían ningun sonido a mis oídos por estar mirando de reojo a la mesa del frente.

Courtney estaba ebria y se notaba por su manera de comportarse ¿cómo lo sé? Se  tambaleaba y se apoyaba de aquel chico pelinegro que la estaba acompañando, reía y sonreía cada vez que se ponía hablar con él. Ella no solía ser así ni mucho menos con gente que conoce repentinamente.

Mi cara fue volteada y un beso apasionado chocó en mi labios, era nada más que Tasha. No pude alejarme porque tenía sus dos manos en mis mejillas, era un beso muy caliente y todo espectacular pero no era especial.

Nada latía en mí.

Aunque si algo más.

— Duncan ya no puedo aguantar. —su mano lentamente bajó a la correa de mi pantalón— ¿Quieres escaparte un segundo conmigo?

Estoy excitado, carajo.

— Yo.. —volteé a ver a Courtney pero esta no se encontraba en su mesa— Sí, vamos.

COURTNEY

— Courtney..

Me econtraba sentada en el lavabo del baño de las mujeres besándome a Hunter mientras este acariciaba ambas piernas mías. Mis dientes eran culpables del color rojizo de sus labios, al igual que mi lápiz labial.

Excitada, confundida, culpable tenia una combinación de emociones que quise deshacer y disfrutar este momento con alguien que no volvería a ver en mi vida. Sé que no me sentiré aferrada con un desconocido, al final de cuentas somos jóvenes.

¿No?

Vi que estaba buscando algo en el pantalón y apoyé mi espalda en el espejo. Mi mirada iba directamente a su cabello y recorría cada parte de él mordiendo mi labio casualmente, hasta que su cabello se volvió un verdoso y sus ojos se volvieron celestes como el cielo..

Barista, ven a mí. - Duncan & Courtney.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora