Capítulo 15. ¡No te acerques a mí!

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Hemos trabajado durante tres meses junto al pesado de Duncan y no podía negar que el trabajo lo hacía muy bien. Sin embargo, desde que sucedió el inconveniente con aquella chica y su novia, no ha intentado nada similar desde esa escena. Jessie por su lado venía una que otra vez a molestar y celar a su novio al interactuar con los clientes, era un fastidio, pero quien somos nosotros para decirle que no venga a darle un sopapo a su novio.

 Ya era fin de semana y obtuvimos nuestro pago. 

 — ¿Harás algo en particular con tu parte? 

 — Aún debo guardar para que puedan darme mi licencia y ser una abogada certificada. —dije guardando el sobre en mi cartera— ¿Y tú?

 — Geoff y yo debemos pagar el adelanto de nuestro departamento. Además pensamos en comprar una casa, pero todavía no está decidido. 

 — ¿Ya se cansaron de ser solo dos? —di una sonrisa traviesa y ella entendió inmediatamente.

— ¡Courtney! —tapó su cara roja con sus manos. 

 — Era broma, rubia. —reía al ver su reacción tierna y le di pequeños golpecitos en su espalda. 

 De la nada, la voz de Duncan se entrometió en nuestra conversación y obteniendo ambas miradas fijas en él.

 — Pero que aburridas son las mujeres, sobre piensan mucho, chicas. 

 — ¿Y tú que harás con tu parte Duncan? -pregunto suavemente Bridgette. 

 — Tengo planes para las tres semanas de vacaciones que tendremos y la otra parte, la guardaré para algo. 

 — ¿Y luego somos nosotras que sobre pensamos mucho? Pff, nos vemos mañana. —salí despidiéndome de bridgette y fui de camino para el paradero sola, ya que hoy geoff iba a recogerla hoy de paso. 

 Por mientras, que esperaba el autobús tecleaba mi teléfono para mandar mensajes al jefe. No me di cuenta de que casi me tropiezo por no tener la mirada fija a donde caminaba y tanto fue mi sorpresa que encontré una billetera. Al tomarla miré a los lados para devolver a su dueño, pero nadie había cerca. Abrí la billetera para ver la identificación y llevarla a la estación de policía, pero la voz de un idiota me hizo asustar.

 — ¿Qué haces? —susurro en mi oído. 

 — ¡MIERDA! —mi mano fue a mi pecho y suspiré— Eres tú, ¿Estás persiguiéndome? No que tú debes irte a la otra calle. 

 — Sí. Pero hoy debo irme a otro sitio y de paso encontré a una ladrona husmeando cosas que no son suyas. —señalo la billetera en mis manos. 

 — ¡Lo que haga no te importa, entrometido! —guarde la billetera en mi cartera y comencé a irme a la estación policial que estaba a dos cuadras.

— Debería acompañarte. —caminó.

— ¡Oh, no! Tú vete a donde ibas y déjame a mi en paz. No quiero que por arte de magia, aparezca tu novia toda chiflada y haga una escena de celos en medio de la vía pública.

Caminé después de tirarle todo, pero esté no había entendido mi indirecta muy directa para su amada y su relación. Ignoré su presencia de todos modos y proseguí a irme. Durante el camino no dijo absolutamente nada, hasta que llegamos a la estación.

— ¿También piensas seguirme adentro? —hablé con ironía.

Él no me dijo nada.

De todas formas entré y hablé con uno de los policías para aclarar la situación del hallazgo de la billetera.

DUNCAN

Me dijo que no debía meterme en lo que haga y eso fue lo que hice. Además quise ser capaz de explicarle que esa billetera era mía y no de un desconocido, pero no me dejó mencionarlo.

Miraba sus labios moviéndose y el policía asintiendo todo lo que ella hablaba. Cuando ella entregó la billetera y el policía sacó la identificación su mirada fue a mí. En entrecejo y una notable mueca, me la devolvió.

— Gracias, oficial. —dije y guardé la billetera a mi pantalón.

— Ya resolvimos el caso de la billetera. —habló él mientras mordía una rosquilla de chocolate— Hasta ahora éste ha sido mi caso más rápido y en menos tiempo.

— Pero, pero, pero..

— Señorita le pediré que se retire, ya que aquí hay mucho trabajo. Que tenga buen día.

Al salir del edificio ella seguía ignorando mi presencia y aunque sabia que andaba molesta, no podía decirle nada por mi broma. En medio de un conflicto mental me acerqué a su lado y sonreí sin mostrar mi dentadura.

—¿Por qué muy callada?

— Cierra la boca, Duncan. —apretó la manga de su cartera.

— Quise decírtelo, pero no me dejaste hablar. —encogí ambos hombros— No me dejaste opción.

— ¿Te parece divertido? —se detuvó.

— ¿Eh?

— Desde que llegaste no has hecho más que molestar mi paciencia y mi paz mental. ¡Me cansé! Estoy harta que pienses que puedes acercarte a mí y recrear la antigua Courtney, no quiero nada que ver contigo. —su dedo empujó mi pecho— Ya no tenemos dieciséis años y ni mucho menos estamos en un reality de porquería. ¡No me sigas, detente y haz tu vida!

Lo que había dicho me dejó pensando.

Sólo la pudé ver irse y no dije nada. Ella tenía razón en todo, pero menos en una cosa.

Sentíamos algo.

El sonido de mi teléfono hizo sacarme de mis pensamientos y al ver los mensajes volví a tener esa emoción de enojo, tristeza y confusión.

— Amigo, ya encontré todo lo que me pediste y... Jessie ha estado viendo a un chico durante esta semana.
Visto✅✅

— ¿Estás seguro, no?
Visto✅✅

— Sólo falta que tú lo descubras, hermano.
Visto✅✅

— No quiero suponer nada hasta el momento, gracias por decírmelo.

Llevé mi mirada hacía el cielo y resoplé.

— Si supieras.

No quiero tener nada guardado en mí y menos sentimientos por una chica, que no quiere verme ni en pintura. Creer que Courtney es mi ex y usarla para olvidarme del trago amargo de mi nueva relación, era una mala idea. Ella puede leer mis pensamientos sin necesidad de un poder o tener a alguien cercano que le cuente de mí.

Ella es genial e inteligente.

— Con ella no puedo jugar. ¿Qué carajos estaba haciendo? —miré mi reflejo en un charco y al subir mi mirada la vi subiendo en el autobús, yéndose luego de un minuto.

Mi teléfono sonó nuevamente, pero está vez era una llamada y dudé en responder cuando vi el nombre en ella.

Jessie My Princess.

◇◇◇◇◇

¿Demoré mucho? Perdónenme, la inspiración golpea cuando quiere.

Espero que todxs estén muy bien de salud y en su vida social. Sin más no se olviden de darle estrellita y comentar, las leo siempre.

Tomen mucha agua que este sol golpea muy fuerte.

Te quiero, personita. ♡

Barista, ven a mí. - Duncan & Courtney.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora