Capítulo 11. ¿Again?

610 54 89
                                    


Era extraño como días antes no éramos más que dos "desconocidos". Se suponía que dejaría mi pasado atrás, pero siempre debe regresar y hacerme cuestionar en mí misma, si está bien lo que estoy haciendo o voy hacer. Para mí, estar con él, viendo un paisaje hermoso mientras manejaba con total velocidad y logrando que el viento jugara con nuestras cabelleras, era refrescante y relajante a la vez.

— ¿Te gusta lo que ves, princesa? —de la nada preguntó para darme un pequeño reojo.

— Sí. Es muy bello. —respondí abrazando su cintura, apegándome más a su espalda.

— Deja de pensar mucho y disfruta de la preciosa vista, hermosa. —siguió con su mirada a la carretera.

De repente, doblando no nos dimos cuenta del camión y lo que fue un momento romántico tornó en tragedia. Duncan volteó bruscamente para el lado opuesto, pero era muy tarde su reacción que hizo caernos de la motocicleta. No sin antes abrazarme fuerte para recibir todo el impacto, él solo.

Sentía mis ojos pesados y mi vista era nublada. Me daba vueltas la cabeza como si estuviera mareada, estoy mareada. Una vez que logré ver bien a mi lado se encontraba Duncan todo golpeado, cubierto de sangre, su cabeza estaba sangrando y...

— Duncan.. ~

Mi corazón estaba helado y al verlo de esa manera quise ayudarlo de todas formas. Mis fuerzas eran de lo peor pero si me acercaba un poco a él, tal vez lograría..

No respira.

— ¡Duncan! —me arrestré y mi cabeza fue a su pecho para escuchar algún signo de vida, no podía sentir y ni escuchar nada, totalmente nada. Mi desesperación se tornaba mucho más porque sabía que era demasiado tarde pero no quería aceptarlo. No puede morir y dejarme, si tan sólo era el comienzo de esta reconciliación. No podía morir llevándose mi vida y mis ilusiones.

Él..
ya esta muerto.

— ¡DUNCAN DESPIERTA! ¡NOOOOOO ME DEJES, MALDITO OGRO! ¡NO ME ABANDONES ASÍ! ¡DUNCAAAAAAN!

— ¡COURTNEY!

COURTNEY.

COURTNEY.

— ¡COURTNEY DESPIERTA!

Una bocanada de aire faltó para despertarme toda sudada mientras tenía a una rubia confusa en el filo de mi cama. Me levanté inmediatamente para ver donde estaba parada y confundir más mi mente. Miré mis manos y luego, me fui a verme en el espejo estaba ilesa...

Solamente fue un sueño.

— ¿Y duncan? —pregunté como un balazo a lo que ella me miró con rareza.

— ¿Duncan? —repitió brigitte— Pensé que no querías saber nada de él, ¿pasa algo?

Me di cuenta que no estaba en la autopista, ni mucho menos en la casa de playa. Esto era mi departamento.

¿Acaso todo lo que pasó fue un sueño?

— Vine para decirte que mañana ya entramos y quiero asegurarme que todo esta listo para mañana, court. —se detuvo un momento y quedó mirándome fijamente— Estas rara, te ha pasado algo y lo sé.

Barista, ven a mí. - Duncan & Courtney.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora