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–De haber sabido que iba a llover, me traía mi paraguas. –Dijo Namjoon mientras corría a la entrada del museo cubriéndose con un periódico.

–Disculpe caballero, necesita cubrebocas para poder pasar. –Dijo el guardia mirando a Joon.

–Si claro, disculpe. –Sacó su cubrebocas negro del bolso de su pantalón para colocárselo y entrar al museo.

3 días antes del
Apocalipsis.

La situación había empeorado para la ciudad de Phofirie. Cada vez había más reportes de contagios y personas siendo atacadas, la gente dejó de creer el cuento de que era solo una gripe con síntomas fuertes, en cambio, comenzaron a hacer teorías de que se trataba de algún virus de la rabia. Ya que los infectados presentaban comportamientos agresivos.

Al igual que el pánico, el caos también comenzó, causando saqueos en varios supermercados y tiendas. La situación se le estaba yendo de las manos a la policía, que por lo visto, no tenía intenciones de mejorar.

–Al menos el museo sigue abierto. –Dobló el periódico mojado para tirarlo en el bote de basura–. Es la única cosa que queda con vida en esta ciudad.

Namjoon, un chico de 25 años que se dedicaba a la escritura, siendo un escritor reconocido en su comunidad por sus grandes novelas. Toda esta situación le había traído inspiración para escribir varios poemas, y la idea de empezar una nueva novela.

Quería aprovechar cada segundo del museo antes de que este fuera clausurado por la situación, o mucho peor, saqueado como otras tiendas.

–Espero encuentren una cura rápido, aunque no hay esperanza. –Suspiró y sacó su libreta para anotar algunas cosas–. Acabamos de salir de una pandemia hace menos de un año, y ya entramos a otra. –Se quitó sus lentes que habían sido empañados gracias al cubrebocas–. Sin duda el fin del mundo se acerca.

De repente la alarma de emergencia sonó, todos los presentes colocaron su atención a la entrada, al ver entrar varios hombres con uniformes, armas, y algunos escudos. Parecían miembros de la SWAT, tendría que ser algo grave para que ellos estuvieran ahí.

–Muy bien, estamos aquí para hacer una revisión rápida. Como sabrán, las cosas se están poniendo difíciles y tenemos que asegurarnos de que nadie esté infectado sin presentar síntomas aún.

–Solo los llevaremos hasta las campañas de la OCDS para tomarles pruebas de sangre.

–¿Pruebas de sangre? –Susurró mirando a los agentes.

Uno de los oficiales se acercó a Nam para ponerle unas esposas y tomarlo de los brazos. Caminaron fuera del museo y los subieron en la parte trasera de un coche policía. Había varios camiones militares en las calles, al igual que algunas campañas de la OCDS haciendo pruebas a otros civiles.

Escenas dignas de una película de apocalipsis. Luego de un rato llegaron a las campañas y Nam bajó del coche con ayuda de algunos oficiales, había una fila bastante larga de personas esperando a que pudieran hacerles las pruebas. Los agentes los llevaron por la parte trasera hasta el interior de una campaña, ¿Por qué a ellos los habían llevado por la parte trasera? No lo sabía.

–Muy bien, personas con el apellido de la "A" a la "L" hagan una fila en el lado izquierdo.

–¿Sabe por qué nos trajeron por la parte de atrás? –Le susurró Joon a uno de los chicos que estaban ahí.

–No tengo idea, pero espero no se tarden en hacer esto.

–Yo también espero. –Caminó hacia la fila del lado izquierdo para formarse.

Pasaron al rededor de 20 minutos y al fin era el turno de Kim. Este caminó hasta el fondo de la campaña para sentarse, el agente de la OCDS colocó una tira arriba del área de la vena de su brazo, para que hiciera presión. Tomó una aguja y lentamente la fue introduciendo para así sacar un poco de sangre.

–Los síntomas comunes son la fiebre alta y los vómitos constantes. –Dijo el agente mirando a Kim–. Si tiene alguno de esos síntomas, por favor venga al hospital Pinevale lo más rápido posible, el virus se propaga rápido por el organismo.

–Lo haré agente. –Asintió y tomó el algodón cuándo el hombre sacó la aguja.

–Ya se puede retirar caballero.

–Muchas gracias. –Se levantó de la silla para salir de la campaña.

Kim caminó hasta la orilla de la carretera junto a la gente que estaba en el museo, esperando a los agentes. Un camión pasó frente a ellos, pero algo llamó la atención de Namjoon. Un líquido verde brillante salía por las pequeñas grietas del camión, dejando un rastro del mismo por la carretera.

–Mm, ¿Qué estarán tramando?