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–¿Al menos podrías considerarlo? –Caminó detrás de él.

–Tae, en serio, ya basta.

–¡Chicos! Encontramos galones, necesitamos unos 5 más. –Dijo Namjoon acercándose a ellos.

–Por favor pequeño, deja de hacerte el difícil conmigo.

–¡Ya basta! –Gritó Jeon molesto.

Los chicos, que iban llegando a la escena, lo miraron sorprendido. Jungkook se acercó a Tae para darle una bofetada y tomarlo de la camisa acercándolo a él.

–¡Te lo advertí Kim! He tenido que matar a mi tía y a mis primos, ¡A la persona que me salvó de mi puto infierno! ¡Tuve que matarla! ¡¿Puedes entender eso?!

–Kookie. –Dijo Hoseok acercándose a él.

–Ahora no hobi. Tuve que matarlos, Kim, lo último que quiero es que venga un idiota como tú.

Jeon levantó su mano listo para darle un golpe en el rostro. Pero en eso el piso empezó a temblar, Jungkook soltó a Tae y miró a los chicos confundido.

–¿Qué pasa?

–¿Está temblando? ¿Un terremoto? –Los miró Jimin.

De repente pedazos de una puerta salieron disparados en dirección a los chicos. Los antes mencionados se agacharon cubriendo su cabeza, levantaron la mirada al escuchar un fuerte rugido.

Se encontraron con un infectado que nunca se habían imaginado encontrar. Era muy alto, al igual que tenía una enorme masa muscular desde la cintura hacia arriba, muy notable en sus brazos y pecho. Tenía varías heridas abiertas, muy a penas podías ver su cabeza.

–¡Corran! –Gritó Hoseok para empezar a correr junto con los chicos.

–¡¿Qué putas es eso?! –Los miró Jimin asustado.

–¡Vamos a morir!

–¡Solo disparen!

El infectado empezó a seguir a los chicos buscando cuál de los 7 sería su primer objetivo. Al parecer, el cabello rubio de Park había llamado su atención, ya que lo escogió a él como su primera víctima.

–¡Mierda no! –Dijo al darse cuenta de que lo seguía a él–. ¡Ayuda!

–¡Aguanta Park! –Quitó su arma de su espalda para empezar a disparar–. Es muy fuerte, parece como si las balas no le hicieran daño.

–No dejen de disparar chicos, juntos podemos acabarlo. –Dijo Hoseok mientras le disparaba al infectado.

–¡Jimin cuidado!

Jimin volteó a ver a Tae al escuchar su grito, pero fue un error que le costó al menos un hueso roto. Ya que el infectado lo golpeó con tanta fuerza que hizo que saliera disparado a un local, cayendo en unos estantes.

–¡Jimin!

–Yo lo distraigo. –Dijo Jungkook acercándose al infectado mientras le disparaba por el frente.

–¡¿Cuándo caerá esta cosa?!

–¡No lo sé!

–No podrá solo. –Susurró Tae para luego acercarse a Jungkook–. Oye, lamento por todo lo q-

–Este no es el momento Kim, lo hablamos después. –Empezaron a correr cuándo el infectado corrió más cerca de ellos.

–Vamos abajo.

–Está bien.

Jungkook y Tae dieron la vuelta en una esquina. El infectado logró alcanzarlos golpeando a Tae haciendo que saliera disparado. Kim chocó contra el barandal de cristal haciendo que se rompiera, para evitar caerse se sostuvo de uno de los tubos, a pesar de que tuviera pequeños vidrios.

–¡Tae!

–Nosotros lo distraemos. –Se acercó Jin con Nam al infectado para empezar a dispararle, llamando su atención.

–Ay no. –Dijo Tae al ver que sus manos se empezaban a resbalar.

Jungkook se acercó rápidamente a Tae para tomar su mano antes de que este cayera. Tomó con fuerza su brazo con ambas manos para levantarlo. Cuándo estuvo a salvo rompió la manga de su camisa para atarla a la mano de Tae.

–¿Estás bien?

–Lo estoy, gracias. –Sonrió y lo miró.

–¡¿Esta cosa es inmortal?!

–¡No le debe quedar mucho! En algún momento caerá.

Jin y Nam se detuvieron al ver como el infectado arrancaba un pedazo del suelo para levantarlo sobre su cabeza. Los chicos empezaron a correr al darse cuenta de las intenciones del infectado. El antes mencionado lanzó el pedazo del suelo hacia los chicos, Namjoon empujó a Jin al lado izquierdo evitando que lo aplastara.

–¡Hoseok!

Yoongi se acercó a Hoseok para empujarlo hacia el lado contrario, ya que la "piedra" había caído en la planta baja. Los chicos dieron un par de vueltas, quedando Yoongi encima de Hoseok.

–¿Estás bien Hoseok?

–Lo estoy Yoon, ¿Tú lo estás?

–Lo estoy. –Se levantó de inmediato al darse cuenta de la posición en la que estaban–. A-Ah, lo siento. –Tomó su mano para ayudarlo a levantarse.

–No te preocupes. –Sonrió y miró hacia la segunda planta–. Esa cosa aún no muere.