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–Un momento, miren.

Los chicos miraron a Jimin cuándo este se acercó a un infectado que llevaba un traje color amarillo, parecía un traje aprueba de fuego. Los chicos se acercaron para ver al infectado de cerca, y se sorprendieron al darse cuenta de quién era.

–Un agente de la OCDS.

–Eso quiere decir...

–Que la evacuación de la plaza se infectó por completo.

–No, esto está muy mal. –Jimin retrocedió agarrando unos mechones de su cabello–. Nunca saldremos de aquí, ¡Vamos a morir!

–¡Cálmate! –Lo tomó Tae por los hombros–. Manten la calma Park, de nada sirve entrar en pánico.

–Solo empeoraran las cosas si dejas que el miedo se apodere de ti. –Lo miró Yoongi.

–Debí haber dejado que me mordiera mi chófer a mi también, debí haber dejado que me infectara desde los primeros días.

Hoseok miró a Jimin preocupado, se notaba su desesperación en sus palabras al igual que su respiración agitada, parecía que tendría un ataque de ansiedad. Hobi se acercó a Jimin para abrazarlo mientras acariciaba su cabello.

–Tranquilo, vamos a salir de esto, te lo prometo. –Le susurró–. Ahora quiero que respires y trates de calmarte, ¿Si?

–No entremos en pánico chicos, debe haber más evacuaciones en otras partes de la ciudad, para eso tenemos que viajar.

–Primero vamos a la plaza, puede haber algo ahí que nos ayude.

–Vamos antes de que se haga más tarde.

Empezaron a caminar hacia la plaza, les quedaban pocos kilómetros para llegar. Hoseok caminó al lado de Jimin sin dejar de abrazarlo por los hombros, tratando de calmarlo.

–No quiero morir. –Susurró Jimin.

–No vas a morir minnie.

–¿Minnie?

–Tu nuevo apodo. –Sonrió y le pasó unas municiones–. Ahora tenemos que ser fuertes, no dejar que nuestras emociones nos controlen porque sino seremos presa fácil para los infectados.

–Tienes razón hobi. –Tomó su brazo para aferrarse a este–. Pero no puedo negar que tengo miedo de lo que pueda pasar.

–¿Tienes miedo de nuestro futuro?

–Si. –Lo miró–. Quiero que esto desaparezca, que sea solo una horrible pesadilla y vuelva a mi vida normal...No quiero que ninguno muera.

–Nadie va a morir. –Acarició su cabello–. Yo me encargaré de que nadie lo haga.

Sin darse cuenta los chicos llegaron a la plaza. Un camión de carga bloqueaba el paso a la puerta de la plaza, por lo que tenían que pensar un plan rápido.

–¿Qué hacemos ahora?

–¿Qué tal trepar por arriba? –Los miró Namjoon.

–No es muy seguro que digamos.

–En una situación de vida o muerte, si. –Lo miró Tae–. Tenemos poca munición.

–Muy bien, ¿Quién va primero?

–Esperen, hay una tienda de armas cerca. –Dijo Jungkook señalando un cártel–. Vamos primero por municiones.

–Bien pensado pequeño. –Se acercó a Jungkook.

–Te lo voy advertir solo una vez. –Colocó su arma debajo de la barbilla de Tae–. No te daré mi culo, ¿Lo entiendes? Si no lo entiendes con gusto te ayudaré rompiendote la mandíbula.

Tae sonrió bajando el arma de Jungkook para luego tomarlo por la cintura y apegarlo a él.

–No solo quiero tu hermoso trasero, también quiero tu bonito corazón.

–¡Ah! ¡Te voy a m- –Fue interrumpido por Hoseok cuándo este se interpuso entre ellos.

–¡Vamos por municiones! –Abrazó a ambos chicos por los hombros para caminar a la tienda de armas.

–Acepta que el niño artista nunca caerá ante tus encantos, Kim. –Dijo Jimin de forma burlona.

–Me encantan los retos Park, eso lo hace más interesante.

–No creo que sobrevivamos con un tipo que solo piensa con el pe- –Hoseok cubrió su boca.

–Basta chicos, cuándo estemos en un lugar seguro pueden tener tiempo a solas, ahora enfoquense en esto.

Entraron a la tienda de armas, para su suerte había varias pistolas intactas y algunas municiones. Los chicos se acercaron al mostrador para tomar algunas, y otros para cambiar de armas. En eso una voz sonó por uno de los alta voces que tenía la tienda.

–Normalmente cuándo un grupo de 7 personas entran a mi tienda y toman cosas sin consentimiento, les dispararía justo dónde están. Pero ahora estoy un poco ocupado, así que tomen lo que quieran a cambio de un pequeño favor. Vengan al segundo piso a la puerta final del pasillo izquierdo.

–¿Es seguro ir? –Miró Jungkook a Hoseok.

–No bajen la guardia por cualquier cosa. –A cómodo su acha en su espalda y salió de la tienda.

Los chicos caminaron hasta las escaleras de los departamentos que había al lado de la tienda. Subieron hasta el segundo piso para caminar a la puerta que les había dicho el hombre.

–Muy buenas tardes sobrevivientes.

–¡Buenas! –Dijo Namjoon.

–Pues como sabrán chicos, hay un camión de carga bloqueando el paso a la plaza, puedo limpiarles el camino si a cambio me traen un paquete de coca-cola de la tienda 24/7.

–¿Qué?

–¿Todo eso solo por un paquete de coca-cola?

–Así como lo escuchan, sobrevivientes.

–Un hombre que piensa en bocadillos, me gusta. –Sonrió Nam.

–Bien, aunque me parece raro. –Hoseok miró a los chicos–. Vamos.