El comienzo
01
Los padres de Hoseok se presentaron en la comisaría para sacar a su hijo de esta. Había pasado 7 días en la prisión por dos razones, una, tenía que cumplir con varias órdenes de arresto por delito menor, y dos, porque sus padres querían castigarlo con eso.
–No puedo creer que me hayan dejado 7 días encerrado. –Dijo el castaño acercándose a sus padres, ofendido–. ¡Estuve a punto de morir de hambre!
–Te lo merecerías por andar de vago en las calles, jovencito.
–Solo estaba enseñándole a unos idiotas como se bailaba, no es mi culpa que ellos inhalen harina.
–Suficiente Jung. –Dijo su padre con una expresión seria–. Sube al coche.
–Ya no soy un niño.
–Mientras vivas bajo nuestro techo harás lo que te digamos, ahora vete al coche.
–Como sea. –Salió de comisaría para acercarse al coche.
Estaba ofendido y sin poder creer que sus padres lo habían dejado 7 días encerrado en la cárcel, aunque se la había pasado bien causando problemas, extrañaba la comodidad de su casa.
–¡Ah! Al fin, aire fresco. –Sonrió y subió los pies sobre el asiento delantero–. Qué raro, no hay gente en las calles.
Se incorporó para mirar por la ventana. El cielo tenía un tono gris, al parecer estaba nublado y no tardaba en llover. Se recargó en la ventana aburrido mirando las calles vacías, hasta que miró a dos personas peleando.
–¿Una pelea? Uh, hace mucho no veo una. –Sacó su celular y bajó la ventana para grabar, pero, sus movimientos no eran normales–. ¿Eh? ¿Qué les pasa? ¿Van drogados? –Se estiró un poco para tocar el claxon del coche para llamar la atención de las personas.
Las personas voltearon hacia dónde estaba Hoseok, revelando que no eran simples personas, sino, infectados. Algo de lo cual Jung no se percató, ya que claro, había pasado 7 días encerrado sin tener contacto con el exterior.
–¡Hey! Si van a pelear háganlo bien, par de idi- –Se calló al ver como las dos personas empezaban a correr hacia él–. ¿Esos no son?... –Al tener más de cerca a las personas se dio cuenta de que no eran humanos comunes–. ¡¿Zombis?!
Hoseok empezó a gritar mientras cerraba la ventana asustado. Los infectados se acercaron a la ventana golpeando esta, los golpes se hacían más fuertes al igual que los gritos del castaño. Jung retrocedió hasta la otra puerta.
Los infectados lograron romper la ventana y metieron parte de su cuerpo con intenciones de entrar. Hoseok entró en pánico y abrió la ventana del otro lado para salir del coche y empezar a correr.
–¡Son de los que corren! –Dijo al ver que los infectados lo seguían–. ¡¿Por qué de los que corren?!
Hoseok siguió corriendo mientras gritaba por ayuda, llamando la atención de más infectados que había en la zona. Estaba jodido, sus pies iban perdiendo cada vez fuerza y sentía que en cualquier momento caería al suelo. Hasta que algo o alguien lo tomó del brazo para jalarlo de forma brusca.
–¡A-! –El chico cubrió su boca y le hizo una seña de que guardara silencio.
–Silencio. –Le susurró mientras se asomaba para asegurarse de que los infectados ya no estuvieran–. Joder, casi mueres ahí.
–¿Quién eres? –Quitó su mano de su boca y lo miró–. Por cierto, gracias por salvarme.
–¿Acaso no ves las noticias, hermano?
–Estuve encerrado 7 días, no sé qué está pasando. –Se asomó para ver a varios infectados al rededor de un cuerpo–. ¿Esos son zombis?
–Así es, y deberías tener cuidado desde ahora. –Se levantó adentrándose a la tienda–. Esos hijos de puta tienen un oído muy bien desarrollado.
–¿Desde cuándo está la ciudad así? –Se levantó y caminó detrás del chico.
–El país. –Dijo corrigiendo a Hoseok–. El virus resultó ser algo más que gripe, y no nos prepararon para eso, muy pocos estamos vivos por ahora.
–¡Mis padres! –Se dio la vuelta, pero el chico tomó su muñeca.
–No te arriesgues, hermano, los infectados te agradecerán por la cena.
–Eso fue muy cruel.
–Tenemos que ser realistas, los débiles no tienen oportunidad.
–¿Cuánto tiempo llevas aquí? ¿Vives en esta tienda?
–Llevo 5 días. –Se sentó sobre una caja–. Este es mi refugio por ahora. –Miró a Hoseok de pies a cabeza, analizándolo–. No llevas arma, ¿Cierto?
–Vengo saliendo de prisión.
–Ten. –Le lanzó una vara de hierro oxidado, el cual Jung atrapó.
–¿Una barra de hierro? –Miró la barra y luego al chico–. ¿Qué se supone que haga con esto? ¿Metérselos por el culo?
–Es lo único que tengo, ¿Lo tomas o lo dejas?
–Muchas gracias.
–Trata de no llamar la atención y no tendrás problemas.
–A todo esto, no me dijiste tu nombre.
–Jungkook, Jeon Jungkook.

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GND-07
RandomLa lucha y traición es un instinto de supervivencia común en los humanos, y el más listo queda con vida. Advertencia: Algunas cosas están inspiradas en el videojuego "Left 4 Dead"