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–Un gusto Nam, yo soy Hoseok, él Jin, Jungkook, y Jimin.

–Un gusto caballeros.

–Ahora, puedes explicarnos, ¡¿Por qué intentaste matarte?!

–Mi mente se inundó en un río de malos pensamientos.

–Okay, ¿Puedes dejar de hablar así?

–¿Mi forma de hablar en qué le afecta caballero?

–Estamos perdiendo tiempo en estupideces, mejor sigamos caminando. –Dijo Jungkook.

–Por cierto, ¿Qué te pasó en la mejilla Jin? –Dijo Jimin mirando la mejilla de Jin, que tenía una cicatriz.

–Ah...–Miró a los chicos–. Una barra, cuándo escapaba de los infectados, caí y una barra chocó en mi mejilla.

–Te hizo una herida profunda. –Miró su cicatriz.

–Encontraremos un botiquín para curar eso. –Empezó a caminar–. Vamos

–Espero no infectarme por eso. –Susurró tocando su mejilla y caminó detrás de los chicos.

Los chicos siguieron caminando durante una hora más o menos, se detenían a veces para descansar o para limpiar las calles de los infectados. Llegaron hasta una calle donde se veía un letrero luminoso que decía "OCDS evacuación."

–¿Ves? Te dije que íbamos por buen camino, solo tenemos que seguir recto.

–Ojalá aún estén ahí. –Miró la calle con atención–. No hay nadie.

–Deben estar en la plaza. –Empezó a caminar Hoseok–. Seamos positivos.

Los chicos caminaron hasta llegar a un edificio que los llevaría a otra calle. Al entrar Hoseok pisó una cuerda por accidente, los chicos miraron hacia abajo confundidos. De repente, varías cadenas salieron de la pared enredándose en sus cuellos, para luego jalarlos con fuerza hacia la pared.

–¡Ah! ¡¿Qué mierda?! –Dijo Jungkook tratando de quitar la cadena de su cuello.

–Vaya.

Dejaron de forcejear al escuchar la voz de un chico entre la oscuridad, su voz era algo intimidante. El chico salió de su escondite revelando su identidad, vestía un pantalón negro al igual que su camisa, tenía el cabello desordenado y llevaba un arma consigo.

–Veo que tuvieron un encuentro cercano con mis nenas.

–¡¿Quién diablos eres tú?! –Gritó Jin.

–Seré lo último que veas si vuelves a levantarme la voz.

–¿Quién mierda eres? Y porque estás haciendo esto.

El chico volteó a ver a Jungkook y se acercó a él. Sacó su navaja para quitar un mechón de cabello de su rostro y bajar hasta su cuello.

–Trajeron una belleza con ustedes. –Sonrió y miró a Jungkook analizándolo–. ¿Cómo te llamas bonito?

–Me llamo como el hombre que se folló a tu madre. –Sonrió–. Un gusto.

–Tienes huevos cariño, me gusta.

–¡Ejem! ¿Puedes dejar de coquetear y desatarme?

–¡¿Jimin?! –Dijo el chico acercándose a Jimin sorprendido–. Creí.

–¿Qué estaba muerto? –Se levantó cuándo quitó la cadena de su cuello–. Aunque parezca imposible, logré sobrevivir.

–Creí que te había perdido. –Lo abrazó con fuerza–. Estaba en camino a buscarte.

–Yo también estaba buscándote. –Correspondió el abrazo–. Me encontré con estos chicos, así que déjalos ir.

–¿En serio quieres que los deje ir?

–¿Qué ganas con tener personas secuestradas? No puedes cobrar por eso.

–Mm, solo porque tú me lo dices. –Se acercó a una palanca para bajarla, quitando las cadenas.

–¿Se conocen? –Los miró Hoseok.

–Somos mejores amigos. –Sonrió–. Ahora discúlpate.

–¡¿Qué?! Haría cualquier cosa, menos eso.

Jimin lo miró con una expresión sería mientras cruzaba los brazos. El chico suspiró para luego acercarse a los demás.

–Lo siento.

–Ahora preséntate.

–Joder. –Susurró–. Soy Taehyung, Kim para ustedes.