El amor se expresa de muchas maneras, si preguntas dirán...
Le doy cartas.
Le recuerdo que amo a esa persona.
Salimos todos los días.
Le doy detalles para recordarle mi amor.
Mataría por esa persona...
BORUTO Y SAYURI tendrían otra salida juntos, ambos acordaron guardarse el día libre para salir juntos hoy.
Pero la Uchiha se estaba demorando más de lo esperado, Boruto miro a ambos lados preocupado.
–¡Boruto!– el nombrado volteo y Saiko corría hacia él con Sayuri.
–¡Sayuri-chan!. Que bueno que estés bien, me tenias...
Dejo de hablar cuando ella se escondió atrás de la Yamanaka.
–¿Sayuri-chan?. ¿Que tienes?.
–Verás... En la mañana me encontré con Sayuri, le pedí ayuda para atrapar a un sujeto que era buscado por toda la Aldea. Resulta que lo atrapamos pero no contábamos con los detalles de sus habilidades.
–¿Habilidades?.
–Él podía cambiar la persolidad de la gente. Sayuri sufrió las consecuencias y quedó...
–¡Ah!– ambos la vieron intentando espantar un gato negro –¡Saiko, ayúdame!– lloriqueo.
–Ahora debo ir por la solución para esto. Ella me dijo antes que tenia una cita contigo, así que necesito que la tengas a la vista unas horas.
–Si, si. ¿Segura que no huirá de mi?.
–Por favor. Ahora es tan tonta que no puede ni usar su chackra.
–¿Que?.
–No es por ofender, pero es tan tímida como lo era Sumire. ¡Te la encargo, Boruto!. ¡Gracias!.
–¡Espera, Saiko!.
Miro a Sayuri quien mirada a su alrededor con nerviosismo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
–Bueno... Siempre quise que Sayuri-chan me pudiera ayuda, pero... no así.
–¡Sacalo, sacalo!– derramó lágrimas cuando una mariposa se poso en su nariz.
Boruto le soplo a la mariposa quitandola de su nariz, la uchiha le agradeció y se sujeto de su brazo haciéndolo sonrojar.
–¿Sayuri-chan?.
–Tu puedes protegerme. ¡Debes hacerlo!. Este mundo está lleno de cosas horribles y feas, me asustan mucho...– miro ambos lados y siguieron caminando.
–¿Donde quieres ir ahora?.
–Quiero un lugar silencioso, sin personas ni cosas peligrosas. ¡Vamos a tu casa!.
–¡¿Que?!.
–¿No podemos?.
–No... Es decir, si. Podemos ir, pero creí que podríamos ir al cine.
