Capítulo 4:

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"En un rostro angelical, se hallan tallados fríos ojos demoníacos fuente de miedo."






Al abrir los ojos pestañea repetidas veces, intentando que su vista se acostumbre a la luz artificial que tenía aquel lugar. Prontamente se da cuenta qué ya no se encontraba en la calle, ni siquiera creía estar remotamente cerca de su vecindario y ahora que miraba con un poco más de atención a su alrededor, podía darlo por hecho. Se encontraba en una especie de cuarto antiguo.

¿Qué demonios es esto?

Intentó levantarse, pero sus sentidos se pusieron alerta al percibir que tenía las manos y los tobillos atados, rodeados con una cadena de gruesos eslabones, la cual estaba unida a la plataforma redonda y rigurosa en la que se encontraba.

-¡Suéltenme! - Grito desde el fondo de sus pulmones con desesperación.

Las paredes de aquel lugar estaban abarrotadas de velas, la habitación se encontraba llena de personas con las mismas túnicas oscuras que el hombre que lo había secuestrado y, otra vez, no pudo ver los rostros de ninguno de ellos.

-¡No pueden hacerme esto! ¡Suéltenme! - Forcejea para librarse las muñecas de aquella presión que lo comenzaba a lastimar, pero sus esfuerzos fueron en vano.

En ese instante los hombres comenzaron a moverse ligeramente como una gran masa, posicionándose alrededor de aquella plataforma levemente elevada en la que se hallaba Taehyung. Sus voces... Sus malditas voces al unísono recitaban palabras en fuertes susurros y en un idioma con el que el menor, no está familiarizado.

¿Qué mierda está pasando aquí?

Uno de los hombres se le acerca a paso lento y aspecto lúgubre.

-¡Invoca al demonio! - Demanda en tono autoritario.

-¿Qué? No sé de qué mierda me estás hablando, demente - El hombre de un paso más y se acerca al menor, en un movimiento veloz y limpio le abofetea la mejilla derecha, con tanta fuerza que su cabeza gira hacia el lado contrario -¡Mierda! ¡Eso dolió, imbécil! - Gruñe -Puedes golpearme todo lo que quieras, pero no sé qué quieres que haga.

Otro de los hombres que se encuentran allí da un paso hacia adelante. Su rostro está oculto como todos los demás, pero su presencia y porte le resulta extrañamente familiar.

-Vete si quieres, pero estarás poniendo en peligro a tus amigos.

-No te atrevas - Dice Taehyung bajando su tono de voz por la clara molestia que estaba sintiendo.

-Jackson... Minjae - Hace una pausa -Jimin... - Une las manos tras su espalda -Mmm... Veamos ¿Quién más? - Incita a que el castaño continúe, pero éste no responde -Mocoso, si no cooperas me temo que voy a tener que-

-¡Esta bien! Te escucho. Solo... no les hagas daño.

-Excelente - Taehyung imagina su sonrisa tras el rostro cubierto -Ahora que tengo tu atención... - Ladea su cabeza -Para invocarlo deberás hacerte un corte y dejar que tu sucia y maravillosa sangre caiga sobre el círculo -Señala con el dedo índice la plataforma bajo él.

Para ese entonces y tras escuchar aquello, Taehyung se siente horrorizado y nauseabundo. Sin poder resistir mucho más, lágrimas brotaron de sus ojos. Tenía miedo, estaba asustado y escuchar aquellas palabras lo hacía todo más real. Quería salir, necesitaba salir de allí.

-¿Harás lo que diga? - Especula tajante el hombre sin rostro y el menor asiente levemente, con la esperanza de que lo liberen cuando esto termine.

-Sí - Responde secamente para que lo dejaran en paz de una buena vez- Pero ¿No necesitaré una mano libre?

Seducción Perversa. // -KOOKV-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora