"Lo importante no es la celeridad, sino la dirección hacia dónde se va."
Ya había pasado una semana de todo lo sucedido recientemente, y ahora los cinco hombres se encontraban reunidos en el salón de juegos. Las risas melódicas de Jimin y Jin resonaban alrededor de todo el ambiente, llenando el espacio y creando una atmósfera relajada, pues su manera de jugar al ajedrez involucraba métodos pocos tradicionales por parte de Jimin que inventaba movimientos sobre la marcha.
-Jimin, debo decir que nunca antes había visto algunos de estos movimientos – Le responde Jin con quejumbre disfrazada de un tono halagador.
-Los invento en el momento – Se ríe mientras le resta importancia con un mohín que hace con la mano.
-Jin, te advierto que no intentes esperar nada convencional de Jimin – Interviene y le advierte Taehyung entre risas, al ver a Jin con un imperceptible abultamiento de labios y sus brazos cruzados.
-Te he ganado un par de veces. No me subestimes – Murmura Jimin divertido. Sin duda dice la verdad. Taehyung le sonríe, sacando la lengua, juguetón antes de dirigir toda su atención a Jungkook, quien permanece sentado en el sofá con una expresión severa y reservada en el rostro que lo persigue desde la hora de la cena. Algo le estaba preocupando, lo sabía, lo siente. Tragó saliva mientras avanzaba hacia él, y la madera comenzó a crujir con intensidad.
-¿Estás bien? – Se sentó relajadamente a su lado mientras extendía su mano para tomar la de Jungkook.
-Lo estoy – Responde distraído, pero aceptando y apretando levemente la mano de Taehyung.
-¿En qué piensas?
-Sólo estoy ideando.
-¿En qué?
-En acabar con la secta lóbrega de una vez y para siempre.
"Para siempre" Esas palabras resonaron en su mente y resulta extraño el hecho de que ambos estuvieran pensando lo mismo; por lo que el menos asiente en respuesta.
-Sería mejor que desaparecieran – Dice con sinceridad y determinación.
-Ciertamente. Al invocarnos y exigirnos pactos, solo se crean el disfraz poderoso para explotar y engañar a los suyos, únicamente por tenernos de su lado - Declara mirando fijamente a un punto indefinido, con la vista perdida -Quieren controlarlo todo. Son despreciables – La pequeña carcajada que soltó fue intensa y escalofriante – Koútavi (Cachorro), y para controlar estoy yo. Para regocijar por el sufrimiento y la pena de los demás, estoy solo yo.
Y aunque no tendría que suceder, algo en Taehyung se movió... deseaba. Le gusta cuando la voz grave de Jungkook vocalizaba esos apodos, sin importar en qué situación se encontraba o si era de manera voluntaria o no. Sin saber el por qué, pero se sumerge a un estado de sumisión que lo llevaría a hacer lo que Jungkook le pidiera. Entonces, lo mira a los ojos, y el príncipe hace lo mismo.
-Les encantan las mentiras y la traición – Dijo Taehyung susurrante por el aire fuera de sus pulmones.
-Te tenían atrapado en el engaño – Se acerca a su rostro, mirándolo con ojos grandes como si estuviera perdido, una sonrisa tétrica y gigante que mostraba casi todos sus dientes. Taehyung asintió con sus ojos húmedos, sintiendo la furia y la tristeza invadiéndolo, pero sonriendo de igual manera.
Quiero que se sienta miserable.
-Me han usado, es verdad. No me importaría verlos acabados - Jungkook cambió su semblante para mirarlo con extrañeza nuevamente -¿Lo disfrutas? - Y lo mira directamente a los ojos, estaban tan próximos que sus narices rozaban, sintiendo y desatando una guerra de emociones que van desde el miedo, la ira, la tristeza y la alegría.
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Seducción Perversa. // -KOOKV-
Hayran Kurgu"Una idolatría sombría, un sortilegio misterioso e irresistible y una lucha por el dominio en el momento que se oculta el sol y cede la oscuridad. Hay algo hermoso y sublime en la perfidia, y él era su personificación. Dime, ¿Tú te enamorarías del...