Capítulo 12:

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"Puede que sea demasiado tarde para mi alma, por eso quiero proteger la tuya."






Taehyung era un hombre altamente competente, pero para estas alturas ya no sabía qué hacer. Ha hecho todo lo que pudo y esperaba con fervor que haya sido suficiente. El resto dependerá de Namjoon, así que solo podía esperar a que la evolución de su estado sea favorable.

-Impresionante – Dijo Jungkook con una gran sonrisa, una vez que vio que las heridas de Namjoon estaban vendadas y éste se encontraba respirando pacífica y paulatinamente –Eres increíble. Gracias, agápi mou (Amor mío).

Taehyung en forma de respuesta, le devuelve la sonrisa de manera tímida y con un sonrojo en sus mejillas.

Jungkook se quedó en silencio, observándolo insanamente ido. Admirando al ser tan hermoso que se situaba justo enfrente de sus ojos. Sus cabellos castaños cayéndole por su frente y parte de su delicado rostro. La forma de aquellos labios rojos en que el menor se empecinaba continuamente en remojarlos con su lengua. La nariz finita y el rostro con las proporciones suaves y perfectas.

De más está decir que su rostro sonrojado, demacrado por las horas sin dormir y con leves muestras de sudor por el trabajo realizado, hacía que gritara en cada poro de su piel "follable".

Y de pronto sintió la garganta seca, su mente enloqueciendo ante semejante imagen, y su erección creciendo bajo la molesta tela de su ropa.

Estaba embobado, embelesado con Taehyung, y su instinto se apoderó de él cuando se vio completamente atrapado en la peligrosa trampa de lo que era aquel ser humano. No supo ni en qué momento se había acercado, pero sus manos se enrollaron en la cintura del menor para voltearlo; ahora la espalda de Taehyung quedo pegada al pecho de Jungkook.

Su nariz se hundió en su cuello y su lengua se la recorría, dejando una pequeña mordida sobre la piel.

Taehyung se dejó llevar. Por algún motivo no se resistió, no se deshizo de aquellas manos fuertes que lo aprisionaban. No pudo creer que se estaba dejando tocar por aquel demonio que tanto le fastidiaba y acoquinaba, pero sus emociones habían despertado, y la excitación estaba en los cuerpos de ambos.

-¿Qué estás haciendo? – Murmuró con voz ronca y manteniendo sus ojos cerrados. Jungkook sonrió ante aquella voz e ignorando su pregunta, pegó su erección en el trasero de Taehyung. De la garganta de los dos se elevó un bajo gemido. Se siente tan malditamente bien.

Llevado por el éxtasis, y con su mente nublada sin tener control de su cuerpo, dejó salir un suspiro ahogado cuando empezó a restregarse contra el bulto grande y duro que cargaba Jungkook.

Se tensó, solo unos segundos, para concentrarse en no parecer desesperado, pero que bien se sentía tener ese miembro rozando su trasero.

Abrió los ojos de repente cuando aquellas manos lo voltearon de un solo jalón, dejándolo a centímetros de aquel rostro infernal con ojos profundos y oscurecidos clavados en los suyos.

-Omorfos. Tha gíneis dikós mou, mikrí gáta (Hermoso. Te volverás mío, gatito) – Susurró Jungkook fascinadamente determinado.

-Jungkook, creo que será mejor si nos detenemos ahora - Formuló Taehyung cerrando sus ojos y apoyándose inconscientemente en el cuerpo del contrario.

Jungkook sonrió levemente, mientras le susurraba al oído –Me dices eso cuando te aferras a mí, cuando tu cuerpo está temblando ante mi toque – Y le pasó su lengua por el lóbulo de la oreja.

Seducción Perversa. // -KOOKV-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora