Capítulo 24:

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"Su felicidad se está convirtiendo en la razón de una profunda oscuridad que poco a poco apaga su ser."





El ascenso del sol hizo pintar el teñido cielo de un brillante color amarillo y naranja, pero especialmente resaltaba el rojo.

Taehyung, el cual aún se encontraba con los ojos cerrados, estiro su brazo tanteando el otro lado de la cama, buscando el cuerpo ajeno, pero poco a poco fue abriendo los ojos cuando sintió la cama vacía. Restregó sus ojos para luego largar un largo bostezo. Se sentía tan cansado.

Con la mano en su frente y sus ojos entrecerrados se sentó en la cama, creando una expresión de aflicción cuando notó el punzante dolor en todo su cuerpo.

-Ah, joder – Susurró tan pronto como se levantó para adentrarse al baño.

El hablar le propicio un horrible dolor de garganta, como si mil agujas la hubieran profanado, pero el impacto se lo llevó en el instante en que levantó su rostro y observo su reflejo en el espejo.

-Mierda.

Vio moratones en su frente

¿Qué mierda? Pero... ¿En qué momento?

Bajo su mirada y otras pequeñas y grandes marcas moradas manchaban su cuello.

Reviso todo su cuerpo y era incontrolable los moratones y rasguños que había descubierto, pero lo que más se detuvo en ver fueron los múltiples cortes que poseía en sus muslos y vientre que, curiosamente, ya estaban curados y solo cicatrices cubrían su piel.

-Maldito Jungkook – Susurro.

Las escenas de los recuerdos de lo que había pasado la noche anterior pasaron frente a sus ojos, tiñéndole el rostro con una pequeña y lenta sonrisa. Los besos de él, tomando su cuerpo duramente. Aquellos ojos rojos mirándolo con lujuria y su piel helada mezclada con una pizca de calidez exacta. Se sentía feliz.

Lo envolvió, lo desnudó, lo deseó y lo vició. El creador de su levantamiento conforme a la bondad amorosa. Las misericordias no existieron, ni tampoco las exigió. El simple hecho de que viaja por la verdad sin arrepentimientos de su propio pecado por haber estado con semejante ser infernal, era índice que Dios no le daría salvación. Y peor aún, a sabiendas de que no pedirá el perdón tampoco porque, a su pesar, lo volvería a hacer. Después de todo, Dios no se lo concederá y él ya no se podía alejar.

Al salir del baño, logró observar que en la pequeña mesita que se encontraba al lado de la cama, había una nota escrita a puño, y de la cual había ignorado su presencia con anterioridad.



"Siempre he alcanzado lo que quería y es por eso que tengo enteramente todo lo que profesaba desear, empero distinguí comprender que en este tiempo jamás dispuse de lo que más necesité. ¿Qué tengo que hacer para que me anheles?

Perdí completamente la cabeza por ti, αγαπητός, y pretendo que tú también te tornes demente por mí. Una vez que esto concluya, te garantizo que hallare la forma de hacer que me ames eternamente."

-Jungkook.



Esa declaración hizo que su corazón se hinchara dentro de su pecho por todas las emociones que le ocasionó. Quiso saltar en sus brazos, llenarle el rostro de besos y decirle que no tenía que hacer nada porque ya era suyo. Las mariposas en su estómago revolotearon haciendo que tuviera la sensación de flotar, mientras recogía su ropa y se la colocaba con una amplia sonrisa. No le importaba haber caído en aquel sentimiento que no podía controlar. Ese sentimiento que crecía cada día más al estar con Jungkook.

Seducción Perversa. // -KOOKV-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora