𓆩*𓆪 Cena

1.3K 141 10
                                    

Chan admiró la dedicación que su esposo había puesto en el espacio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Chan admiró la dedicación que su esposo había puesto en el espacio. No sabía cómo el menor había logrado sacar la pesada salita de la sala de estar del segundo piso, pero la había colocado de manera perfecta, era obvio que las velas y las lucecitas habían sido la compra de hoy. Sonrió enternecido, Jeongin era muy detallista.

Dejó el arreglo en la mesita de cristal y estaba a punto de textearle a su esposo para saber su ubicación cuando éste apareció vistiendo una camisa blanca con las clavículas y parte del pecho descubierto, la camisa era ancha y estaba fajada dentro del pantalón negro, iba descalzo y sostenía dos platillos de lasaña en sus manos.

—Volviste, Hyung —saludó con un bonito eyesmile.

—Tuve que ir rápido a un mandado —se excusó tomando los platillos—. Sube, te pasaré el tuyo para que no se te caiga.

El menor obedeció, pero antes de subirse a los silloncitos observó el arreglo floral y su corazón comenzó a latir fuerte. Jeongin estudiaba botánica y quería especializarse en las flores, él tenía un amplio conocimiento en plantas y flores, por lo que ver las bonitas camelias ahí había hecho bombear su corazón como loco.

—Espero que te gusten, tú me sorprendiste con una cena y no quería quedarme atrás —explicó besando los rubios cabellos—. Ahora vamos a cenar porque me muero de hambre.

—Hyung, son hermosas —susurró pasando las yemas de los dedos con suavidad sobre las flores—. ¿Sabes su significado?

—Me dijeron que demuestran pasión, deseo y admiración.

—Sí, las camelias son flores hermosas y perseverantes, incluso cuando se marchitan la flor cae completa de la planta, nunca pierde un solo pétalo, pero específicamente las camelias rosas se regalan a la persona con la que quieres estar más cerca, son flores muy pasionales. Muchas gracias, Hyung.

—Acabas de describir todo lo que quiero y pienso de ti, Jeongin —lo admiraba mientras hablaba—. Ahora, antes de que nos pongamos románticos, cenemos, por favor. Quiero tener fuerzas para hacerle el amor a mi postre toda la noche.

Jeongin se puso como tomate. Era la primera vez que Chan decía que le haría el amor.

Cenaron con tranquilidad y conversaron sobre la pequeña salida del menor con su amigo, Chan hizo una mueca ante la anécdota de la depilación de cera, era algo que simplemente no le agradaba, ya le había dicho a Jeongin que si no le gustaba que le salieran vellos (lo cual era totalmente normal), bien podía pagarle una depilación láser y así ya no tener que sufrir con el dolor de la cera, sin embargo, el menor solo se reía y decía que no era para tanto.

Chan bebía vino, Jeongin jugo de arándanos, pues no era muy fan del alcohol y siempre después de ingerirlo amanecía con la cara hinchada.

Terminando de cenar Chan decidió que era momento de hablar con su esposo acerca de un tema que había estado retrasando durante bastante tiempo.

—Jeongin, quiero hablar de algo contigo —el menor le miró con atención—. No quiero que te asustes y si tienes alguna duda solo pregúntame, ¿sí?

—Sí, Hyung —aceptó el menor dedicándole una sonrisa.

—Bien, esto es algo que quiero sugerir, si no estás dispuesto o no te gusta para nada, podemos ignorarlo y dejarlo pasar, no tienes que obligarte a aceptar nada que no quieras hacer.

» Jeongin, siempre he sido una persona sexualmente muy activa. Disfruto mucho del sexo, me gusta recibir y dar placer a montones, por lo que siempre me eduqué en ese ámbito. Investigué tanto sobre los placeres carnales que cuando me di cuenta ya estaba muy metido en terrenos que, para la sociedad, pueden carecer de moral y decencia.

El mayor había estado hablando sin dejar de observar a su esposo, quien no decía nada, sin embargo, se mantenía sonrojado. Jeongin jamás se acostumbraría a la fluidez con la que Chan hablaba del tema sexual.

—Me gusta el sexo contigo, eres tan perfecto y adictivo que a veces no quiero parar, así que creo que ya estamos en un punto de nuestra relación para poder darle rienda suelta a nuestras fantasías, ¿qué opinas?

—Uhm... —murmuró el menor sin entender muy bien—. Está bien, Hyung, pero... ¿a qué clase de fantasías se refiere?

—Me gusta el sexo duro, Jeongin, con cuerdas y juguetes —soltó sin tapujos viendo el rostro sorprendido del rubio—. No quería apresurarte en un inicio porque tenías experiencia nula y esperaba a que nuestra relación se reforzara más.

El menor se quedó en blanco un momento, se encontraba un poco avergonzado, el corazón le latía como loco y un nudo de nervios se instaló en su estómago.

—Yo no sé mucho sobre eso, Hyung, pero podríamos intentarlo —murmuró con la mirada gacha, estaba demasiado cohibido para verle a la cara—. Solo, por favor, no se moleste si no lo hago bien.

Chan respiró con fuerza y soltó el aire con lentitud, tomó una de las pequeñas manos que descansaban en el regazo del menor y la llevó a sus labios para besar el dorso.

—Solo lo intentaremos una vez, si no te gusta quedará en el olvido —aseguró, tratando de transmitir confianza a su esposo quien asintió con nerviosismo. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
My Boy¹ ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora