Se sostenía de la orilla del retrete con fuerza mientras vaciaba su estómago. El sudor perla a su frente y las náuseas se hacían más fuertes. Cuando las arcadas terminaron bajo la palanca y se sentó agotado en el suelo.
Llevaba más de tres días de esa manera, casi no tenía apetito y lo poco que lograba consumir lo devolvía al instante.
Controlando su respiración, se levantó del frío suelo y lavó su boca y rostro. Salió del baño y tomó su cartera, llaves y teléfono, bajó al primer piso de su casa y se despidió de su madre con un beso en la mejilla.
Tomando una bocanada de aire y con todo el valor del mundo entró a la farmacia frente a él.
Jeongin gimió cuando Chan logró insertar el plug en su orificio, se encontraba recostado en las piernas del pelinegro y las manos atadas en su espalda con una corbata del mismo, dio un respingo cuando una fuerte palmada se impactó en sus mejillas traseras, el golpe había retumbado hasta el juguete haciéndolo temblar por la vibración.
—Listo, precioso, ahora ponte la ropa —ordenó con una sonrisa satisfactoria.
Jeongin se levantó con piernas temblorosas y Chan sonrió al ver la bonita base del plug sobresaliendo de entre las nalgas del menor.
El rubio se sentía algo incómodo mientras se ponía la ropa interior, el plug no era tan grande ni largo como su hyung, pero era pesado haciéndolo consciente de su existencia. Su pene estaba semierecto por lo que agradeció que su camisa de rayas negras y blancas fuera lo suficientemente larga como para cubrir su entrepierna.
¿Cómo había terminado accediendo a las perversiones de su esposo?
—Ya terminé ,Hyung —avisó bajando las escaleras con incomodidad.
—Entonces vamos a caminar al parque, precioso —sonriente, el mayor tomó su mano para dirigirse a la salida.
Jeongin se sentía abochornado por la sensación de tener esa cosa en su interior, trataba de respirar despacio, pues si profundizaba el plug era aún más apresado por sus paredes.
Chan le abrió la puerta con diversión y haciendo un ademán con la mano de exagerada caballerosidad.
—Primero los donceles —comentó con burla.
El menor bufó, cuando estaba cruzando la puerta de su hogar, un pequeño chico se encontraba abrazando sus piernas sentado en el suelo a un lado de la entrada.
—¿Lix? —preguntó Jeongin con el entrecejo fruncido—. ¿Qué pasa? ¿Estás bien?
El menor negó sin levantar la cabeza que se encontraba entre sus brazos cruzados. El rubio se agachó a su altura con preocupación, sin embargo, hizo una mueca al sentir el juguete enterrarse más en su interior.
—¿Qué tienes, Lix? Por favor, dime —pidió acariciando los negros cabellos. Chan salió a su lado con el ceño fruncido al ver al burlista y risueño amigo de su esposo en ese triste estado.
—Hyung, yo... Lo arruiné —sollozó con la voz entrecortada mirando a los mayores con sus expresivos ojos inundados en lágrimas—. Estoy embarazado.
Jeongin abrió los ojos con sorpresa y Chan pensaba las maneras de matar a su hermano menor. Sabía que esos dos, mejor dicho tres, información patrocinada por Minho y Seungmin, tenían algo.
—¿Estás seguro? —preguntó el rubio continuando las caricias en los azabaches cabellos.
—Sí, he tenido náuseas los últimos tres días, no he parado de vomitar y todo me pone sentimental —explicó derramando algunas lágrimas—. ¡Mírame! ¡Me parezco a ti, igual de llorón!
—De alguna manera me siento ofendido —se quejó Jeongin con un puchero.
—¡Y yo me siento muy embarazado! —grito mientras lloraba con fuerza—. Voy a tener antojos asquerosos, me saldrán estrías y arruinaré mis preciosas abdominales. ¡Con lo mucho que me costó marcarlas!
—Tranquilo, joven Félix —calmó el mayor cuando su esposo le dedicó una mirada suplicante de ayuda—. Antes de que te adelantes a cualquier cosa, ¿ya te hiciste algún estudio para comprobar tu estado?
El menor dejó de llorar al instante y negó con un fuerte sonrojo, entonces se levantó de su lugar y levantó la bolsa en el suelo a su lado.
—No, pero compré cinco pruebas de embarazo, solo que no quería hacer esto solo.
—No quiero sonar grosero, pero... ¿Por qué no le pides a tu pareja que te acompañe? —preguntó el pálido con delicadeza—. Esto es responsabilidad de ambas partes.
Félix mordió su labio inferior con fuerza, su rostro se tornó rojo y sin poder aguantar más soltó un fuerte chillido volviendo a ser un ovillo en el suelo.
—¡Es que no se de quién es! —gritó entre lastimeros llantos.
—¿Qué? —preguntó Jeongin con los ojos abiertos de asombro—. ¡Lee Félix, ¿cómo no vas a saber de quién diablos podrías estar embarazado?!
Chan suspiró. Su hermano estaba en grandes problemas.
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My Boy¹ ☘ ChanIn
Fanfic𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 ꒰ChanIn꒱ Chan era un respetable hombre de negocios. Serio, imponente y arrogante. Jeongin aún estaba en la universidad. Un chico tranquilo, amable y obediente. Ambos eran completos extraños cuando se casaron, sin embargo la gran...