𓆩*𓆪 Dolor

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Félix se había despedido de sus padres hacía unas horas atrás, se habían ido de vacaciones a alguna playa mientras él se quedaba en casa porque tenía que "estudiar"

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Félix se había despedido de sus padres hacía unas horas atrás, se habían ido de vacaciones a alguna playa mientras él se quedaba en casa porque tenía que "estudiar".

Se dirigió a la cocina y se sirvió un vaso de agua, subió a su habitación y se acostó en el suelo con una mano detrás de su cabeza haciendo de almohada y la otra en su vientre. Cerró los ojos y suspiró.

Era ahora o nunca.

Se sentó y con todo el valor del mundo sacó las dos cajitas de pastillas, en una solo venía un solo comprimido y en la otra eran varias pastillas. Se metió una de cada una a la boca y le dio un trago a su vaso de agua.

Miró la hora en su reloj y puso la alarma para cuando le tocará la siguiente dosis. Se volvió a recostar de la manera anterior y dormitó un rato hasta que escuchó el timbre de su casa.

Con pereza se levantó del suelo y abrió la puerta encontrándose con su mejor amigo.

—¿Hyung? —preguntó con una ceja alzada—. ¿Qué haces aquí? Hoy lo haré, no creo que te agrade mucho lo que va a pasar.

—Sé lo que harás, Lix —dijo pasando con su rostro serio y la voz neutra—. Es por eso que vine, no sabemos exactamente lo que va a pasar y no quiero que estés solo en esto.

El menor sintió un nudo en su garganta que tragó con esfuerzo y abrazó a su amigo.

—Gracias, In, te amo.

El mayor correspondió el abrazo y sonrió acariciando los cabellos ajenos.

—¿Ya te tomaste la primera dosis? —preguntó con curiosidad

—Sí, en cuatro horas me toca la otra pastilla.

—Bien. Te traje ibuprofeno, compresas calientes y toallas sanitarias.

El menor observó a su amigo dirigirse a la cocina y dejar todo en la mesa, se volteó hacia la estufa y encendió la tetera para hacer un poco de té de manzanilla.

—Eres un amor y el mejor amigo que el destino pudo darme —Jeongin sonrió y le miró con cariño.

—Eres como un hermano para mí, Lix, no quiero verte en peligro, hoy voy a cuidarte para que esto no salga mal. Hyung me dijo que llamáramos si algo sucede —el rubio abrazó al menor.

—Gracias a ambos. Les juro que el día en que realmente quiera un hijo y tenga todo lo necesario para tenerlo, ustedes serán los padrinos —prometió reforzando el abrazo.

 Les juro que el día en que realmente quiera un hijo y tenga todo lo necesario para tenerlo, ustedes serán los padrinos —prometió reforzando el abrazo

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Jeongin acariciaba los sudorosos cabellos de Félix, quien se retorcía de dolor en la cama y soltaba quejidos.

—Siempre odié los cólicos —sollozó haciéndose un ovillo apretando la compresa caliente en su vientre—. Esto es peor de lo que imaginé.

—Deberíamos ir al médico —sugirió Jeongin con pánico, ya estaba desesperado por no encontrar alivio para su amigo.

—No, Hyung, tú sabes que me van a juzgar y regañar si vamos —dijo entrecortado por los sollozos.

—Pues lo siento mucho, pero no puedo permitir que algo grave te pase, le llamaré a Chan Hyung para que venga por nosotros —el rubio salió de la habitación ignorando los gimoteos del menor, mientras marcaba el número de su esposo, intentando una segunda vez sin tener éxito de nuevo.

Jeongin entró a la habitación para encontrarse a un Félix con la mirada aterrorizada dirigida hacia su parte baja con la sábana levantada, el mayor siguió su vista hacia ese punto y asustado marcó una tercera vez Chan, en el tercer tono por fin contestó.

—Hyung, lamento molestarte en horas de trabajo, pero es urgente —se disculpó el chico, desesperado.

Lo siento, Jeongin, soy Changbin —dijo otra voz masculina—. Chan tuvo que entrar a una junta urgente con tu padre y olvidó el teléfono, ¿puedo ayudarte en su lugar?

—Perdón, Hyung, es que estoy asustado y no se qué hacer —Jeongin entró en pánico cuando Félix comenzó a llorar en silencio, haciendo muecas de dolor—. Pasó algo con mi amigo Félix, necesitamos ir a un hospital.

¿En dónde están? —preguntó el mayor apresurado, se escuchaba agitado al comenzar a guardar sus cosas y salir de la oficina de su hermano.

—En la casa de Lix —contestó Jeongin.

Llegó en 15 minutos —dijo antes de colgar.

Jeongin se quedó con las palabras en la boca. ¿Acaso Changbin sabía en dónde vivía Félix?

 ¿Acaso Changbin sabía en dónde vivía Félix?

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My Boy¹ ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora