𓆩*𓆪 Embarazo

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—¿Lix? —llamó su mejor amigo del otro lado de la puerta—

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—¿Lix? —llamó su mejor amigo del otro lado de la puerta—. ¿Ya viste los resultados? ¿Puedes abrirme?

Lo único que Jeongin pudo escuchar fue el devastador llanto de su menor que sólo provocó que su corazón tambaleara ante la necesidad de apoyar a su amigo.

—Lix, abre la puerta —pidió en tono suplicante—. No estás solo, bebé, yo siempre voy a apoyarte.

El sonido del seguro siendo quitado logró relajar al rubio, al abrirse la puerta vislumbró a una masita de lágrimas y mocos con un enorme puchero.

—Estoy muy embarazado, Hyung —gimoteó el pelinegro abrazándose a su amigo—. Me rellenaron como pavo para navidad.

Chan, quien se encontraba en la sala, escuchó perfectamente los quejidos del menor, se abstuvo de soltar una fuerte carcajada y miró hacia el pasillo en donde estaba el baño de invitados.

—Oh, mi bebé —Jeongin abrazó al chico con cariño y dejaba besitos en su frente y mejillas—. ¿Qué harás?

—¿Qué más quieres que haga? —preguntó mirándolo como si tuviera un cuerno en la frente—. me estriparé el tumor.

—¿Qué? —el rubio lo miró aterrorizado—. Lix, con esas cosas no se juega.

—No estoy bromeando, no quiero tener un bebé ahora —contestó con simpleza soltándose del abrazo y mirando sus perfectas uñas—. ¿Te imaginas lo que dirían mis papás? Suficientes libertades me han dado.

—Pero, Lix, es un bebé —murmuró Jeongin.

Jamás terminaría de acostumbrarse a la manera de ser de su amigo, sin embargo, ¿quién era él para juzgar?

—Bueno —murmuró—, si eso es lo que quieres, entonces creo que yo solo puedo apoyarte.

Félix saltó encima de él en un fuerte abrazo. Jeongin había sido el único amigo con el que podía contar para todo, a pesar de no compartir la misma opinión en muchas cosas, ambos se apoyaban incondicionalmente.

Después de despedirse del matrimonio, Félix agradeció, tiró sus pruebas en el tambo de basura del baño de invitados y se fue de la casa.

Chan se acercó a su esposo, quien se encontraba sentado en uno de los sillones dobles de la sala mirando hacia la nada, perdido en sus pensamientos y formando un ligero puchero que él se encargó de besar.

—Qué bonita amistad tienes con Félix, además de muy madura.

—Es el único amigo doncel que tengo. Bueno, mi único amigo en realidad —se rió con las mejillas encendidas mientras su hyung lo jalaba hacia él y lo sentaba en su regazo con el pecho en su espalda—. Lix siempre me da buenos consejos, me regaña cuando estoy siendo muy estirado y me quiere tanto como yo a él.

—Me alegra que tengas a una persona así en tu vida —murmuró dejando besitos en la nuca del menor—. Ahora, ya que nuestro paseo fue interrumpido, ¿no sientes incómoda esa cosa dentro tuyo? Estuve caliente todo este rato pensando en que llevabas un plug puesto mientras te paseabas por toda la casa con tu amigo aquí —confesó en el oído ajeno provocando un cosquilleo en el bajo abdomen de Jeongin.

Chan lo desnudó por completo comenzando a acariciar la apelada piel, bajó sus manos hasta los muslos del menor y los apretó separando las piernas y colocándolas a los lados de las de él. Dirigió una pálida extremidad hasta el cuello de Jeongin y lo jaló para voltear el bonito rostro y plantarle un beso que se volvió salvaje al igual que sus caricias.

Rozaba la piel desde el cuello hasta el ombligo. Volvió a subir una de sus manos y la posó con la palma abierta sobre uno de los bonitos pezones que se pusieron erectos ante el toque. La otra mano inició con el estímulo en el rosado pene, un lento vaivén de sube y baja que sacaba gemidos ahogados en el rubio.

Chan dirigió su boca a la curvatura del cuello del menor dejando besos y succiones que solo intensificaban el momento tan erótico. Jeongin se sentía expuesto en la posición en la que se encontraba, el plug se encontraba atrapado entre sus paredes y la mano que lo masturbaba no había parado en ningún momento.

El rubio apretó sus manitas alrededor de los fuertes antebrazos de su esposo y comenzó a gemir con más fiereza. Chorros de semen se esparcieron por el abdomen del menor y el puño del mayor.

—Bien. Ahora a sacarte esta cosa —escuchó decir a su esposo.

 Ahora a sacarte esta cosa —escuchó decir a su esposo

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My Boy¹ ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora