My Boy¹ ☘ ChanIn

𓆩*𓆪 Sentimientos

—¿Y qué te contestó? —preguntó dándole un trago a su malteada de plátano.

—Nada —murmuró sonrojado—. Solo me sonrió y besó mi frente. ¡Soy un tonto! —gritó tapando su cara con las manos.

—Oh, Innie, no eres un tonto —Félix le quitó las manos de la cara a su mayor y tomó una entre la de él—. Simplemente era imposible que no te enamoraras de Bang Chan, eres un romántico de primera y tengo que aceptar que el hombre te trata como un príncipe.

—Pero él es así, siempre me trató de esa manera —se quejó con un puchero—. Hyung es un caballero y seguro lo asusté con mis sentimientos apresurados.

—A ver, Hyung —comenzó tratando de no reírse de su pobre mayor—. Él tiene que entenderte, fue tu primera vez en literalmente todo, eres muy inocente y te da toda su atención, es normal que comenzaras a tener sentimientos por él, es tu esposo, no tienes por qué preocuparte. Además, si se hubiera molestado no hubiera reaccionado como reaccionó.

—Pero él no me quiere a mí —susurró con los ojos cristalizados.

—Ay, Innie —el menor se levantó de su lugar y abrazó a su Hyung—. Para él es diferente, Bang debe tener más experiencia y tal vez para él sea difícil tener sentimientos de esa manera. Además, es un hombre de carácter difícil, tal vez si sea un caballero, pero he escuchado que es alguien que siempre se mantiene alejado de la mayoría de las personas, no le gusta mucho relacionarse. No te preocupes, Hyung, estoy seguro que no tarda mucho para corresponder tus sentimientos.

Jeongin no contestó, simplemente apretó el abrazó de su amigo y asintió esperanzado. 

Chan leía los documentos que su secretaria había traído minutos antes. La mañana había sido algo agitada y solo quería terminar para ir por su esposo a la casa del joven Félix e ir a cenar.

—Sr. Bang, su padre y el Sr. Yang se encuentran aquí —llamó su secretaria por el comunicador.

—Hazlos pasar, por favor, Ahin —pidió el pelinegro apretando el botón de altavoz.

Después de unos toques en su puerta, ambos hombres pasaron a su oficina, Chan ya se había reunido varias veces con su suegro pues estaban haciendo los trámites para la unión empresarial, el tema iba algo lento pues ninguna de las dos familias llevaba prisa.

—Sr. Yang, padre —saludó el más joven con un asentimiento de cabeza que los otros dos devolvieron—. Siéntense por favor.

—Hola, hijo, ¿cómo va la vida de casado? —preguntó su padre con una sonrisa al ver a su hijo con mejor humor al que tenía antes de casarse.

—Excelente, gracias por preguntar. Sr. Yang, gracias por venir y disculpen a ambos por interrumpir sus itinerarios, es solo que me parecía prudente hablar de los cambios administrativos que se llevarían a cabo el próximo año en ambas empresas. Solo espero a Changbin y comenzamos con esta pequeña reunión —explicó con seriedad mirando a ambos adultos quienes asintieron.

—Mientras esperamos —continuó el Sr. Yang—, quiero agradecerte, Chan. He hablado con mi hijo de vez en cuando y me ha contado que eres muy amable y atento con él, y yo lo veo feliz, eso es algo que me alivia al tomar la decisión de unir ambas empresas.

—Es imposible no querer hacer feliz a un joven como su hijo, señor Yang, Jeongin es un chico encantador —comentó con una sonrisa que su papá miró con curiosidad—. Ambos estábamos conversando y creemos que sería una buena idea que los invitáramos a cenar, ambas familias.

—Me parece perfecto —contestó su padre orgulloso—. No hemos tenido tiempo de conversar con tu esposo.

—Encantado —ahora fue el señor Yang—. Pero me gustaría mucho que sea yo quien los invite a cenar, como muestra de mi agradecimiento por ser tan atento con mi hijo. Por favor, vayan a cenar el sábado con nosotros.

—Claro, señor. Jeongin estará feliz por regresar a casa después de tanto tiempo.

Después de ponerse de acuerdo con la hora, Changbin llegó con las manos llenas de carpetas y comenzaron con la reunión.

Chan estacionó fuera de la casa de Lee y mandó un mensaje al celular de su esposo para avisarle que ya estaba fuera.

Jeongin salió vistiendo... ¿Eso era un overol? Maldición que el niño lo iba a volver loco con lo tierno que se veía usando esa prenda. Salió del coche y lo recibió con un beso en la mejilla que hizo al chico sonrojar.

—Buenas tardes, Hyung, ¿qué tal estuvo su día? —preguntó mientras el mayor le abría la puerta, Chan notó el nerviosismo en el chico.

—Mejor ahora que ya podemos irnos a cenar —respondió cerrándole la puerta y subiendo al coche para comenzar a conducir—. Hoy tuve una junta con tu padre, te manda saludos y cenaremos con ellos en tu casa el sábado.

—Oh —susurró el menor, su mirada tornándose preocupada.

—¿Pasa algo?

—Bueno, Hyung, tal vez no sea correcto de mi parte decir esto, pero creo que no ha tenido la oportunidad de conocer a mi madre —Chan lo miró de reojo con curiosidad—. Solo quiero decirle que mamá es una mujer un poco... Indiscreta —susurró lo último.

—¿Es una advertencia?

—No, Hyung... Solo es un comentario.