𓆩*𓆪 My boy I

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Encendió las velas aromáticas que había puesto alrededor de la tina de baño, sirvió su copa de vino y dejó la botella a un lado

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Encendió las velas aromáticas que había puesto alrededor de la tina de baño, sirvió su copa de vino y dejó la botella a un lado. Se introdujo al agua tibia y jugó un poco con la espuma que cubría toda la superficie.

Le dio un trago a su copa ayudando a relajarse aún más, se recostó apoyando su cabeza en la almohadilla y cerró los ojos, le encantaba mimarse de esa manera, exfolió su piel con las cremas y jabones que su madre le había regalado y volvió a dejarse caer sobre la almohadilla.

Minutos después, escuchó la puerta de la habitación abrirse y tocaron la puerta del baño.

—¿Innie? —preguntó su esposo.

—Pasa —su voz sonó adormilada.

—Hola, precioso —saludó el mayor, tomando asiento en la orilla de la bañera para agacharse y darle un pico en los labios al rubio.

—Hola, hyung —murmuró sobre la boca ajena, su voz sonaba melosa y solo hizo sonreír al mayor.

—Te he dicho que no dormites mientras te bañas, puede ocurrí un accidente.

—Lo siento, hyung, quería lucir bien para la cena de hoy —explicó con una tierna sonrisa.

—Tú siempre luces bien.

El calor aumentó en el cuarto y Jeongin quiso culpar la temperatura del agua, sin embargo, no podía mentir que Chan por lo regular lo ponía caliente en un solo segundo.

—Creo que yo también tomaré un baño contigo —dijo antes de comenzar a desvestirse.

—Hola, cariño, feliz navidad —saludó la madre de Chan, abrazando a su yerno para después abrazar a su hijo—

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—Hola, cariño, feliz navidad —saludó la madre de Chan, abrazando a su yerno para después abrazar a su hijo—. Qué bien huelen los dos, ¿usan el mismo shampoo?

—Usamos la misma bañera, mamá —se burló el pelinegro, haciendo sonrojar a su madre y a su esposo.

—Sin vergüenza —susurró antes de pasar a la casa, seguida de su esposo que sólo le saludó con unas palmadas en el hombro y una sonrisa dirigida a su yerno.

Los padres de Jeongin habían llegado más temprano y sus amigos ya se encontraban ahí. Félix lucía nervioso y Changbin trataba de calmarlo junto con Hyunjin.

La cena había estado de maravilla, Jeongin había cocinado un pavo al horno y ahora repartía el postre que consistía en rebanadas de pastel de chocolate.

—Eres un muchacho encantador —halagaba su suegra saboreando el delicioso postre—. Estamos agradecidos y sorprendidos de que consientas tanto a Chan, a pesar de la forma en la que se conocieron, ojalá que su relación siga creciendo de esa manera.

—Solo les hace falta un niño —escupió la señora Yang, bebiendo de su vino elegantemente haciendo a Jeongin bajar la cabeza en seguida.

—Creo que es decisión de Jeongin si quiere o no tener hijos ahora —contestó Chan con el entrecejo fruncido, odiaba los bajones emocionales que su esposo tenían por culpa de su suegra.

—No se trata de decidir, es algo que tiene que cumplir como doncel, parte del trato de las empresas Yang y Bang, fue un convenio a favor de un heredero, ustedes llevan ya casi un año casados y tal convenio no se ha efectuado —explicó la mujer mirando a su hijo con molestia—. Jeongin —el menor alzó la mirada con los ojos cristalizados—, no serás joven toda la vida, hijo. Aprovecha tu belleza ahora que aún la tienes y comienza a darnos nietos, eso es para lo que sirve tu don.

Los más jóvenes en la mesa fruncieron el entrecejo ante lo dicho cruelmente por la mujer, a excepción de Jeongin, quien sin poder aguantar más se levantó de la mesa e hizo una pequeña inclinación como disculpa y se retiró a su habitación.

—Fuiste muy dura con él —regañó el señor Yang a su esposa.

—Siempre lo has consentido, ese es el problema, Jeongin ya no es un niño, seguramente y por eso Chan no lo ha querido ni tocar —respondió roja de la molestia ahora mirando a su yerno—. Disculpa que Jeongin sea un mocoso todavía, lo teníamos muy malcriado en casa.

Chan, quien se había mantenido en silencio tratando de mantener la compostura, se rindió y dejó caer los cubiertos sin importarle el ruido que estos hacían. Se levantó de su asiento y miró a su suegra completamente molesto.

—Creo que con quién debería disculparse es con su hijo —dijo controlando su tono de voz mirando venenosamente a la mujer—, y discúlpeme a mí por lo que voy a decir, pero es realmente una madre terrible. Usted no tiene ni una puta idea de lo aterrado que está Jeongin por defraudar a las personas que ama, siempre esforzándose en ser el ejemplo de doncel que ustedes le han impuesto, dejando olvidado su sueño de seguir estudiando para comenzar a tener hijos sin haberse divertido antes. Y sí, señora, Jeongin a veces se permite actuar como un niño, porque precisamente eso es; un niño, y ustedes realmente fueron crueles al enviar a ese niño inocente e ingenuo a cargar con la pesadez de una empresa y casarlo con un completo desconocido.

Chan continuó con la cara roja y las manos en puño, se dio la vuelta para dirigirse con su esposo, pero se detuvo en el camino y volteó a ver a sus suegros con una cínica sonrisa.

—Y para su información, está equivocada, yo no he podido parar de tocar a su hijo, me he encargado de enseñarle cada cosa que no sabía del sexo, lo hemos estado disfrutando cómo no tiene idea y nos cuidamos para no tener hijos por el momento, pero eso a nadie de ustedes les debe de importar, es un tema de pareja. Si me permiten, iré con mi esposo, buenas noches.

Se despidió retirándose del comedor para ahora si ir a consolar a su pobre Innie.

Se despidió retirándose del comedor para ahora si ir a consolar a su pobre Innie

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My Boy¹ ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora