idiot // luke au

2.5

Mi estómago se tensó mientras Luke se deslizaba sobre los taburetes de al lado del bar. Puse los ojos en blanco. -¿Qué estás haciendo aquí?

-Quería verte. -dejo la copa sobre la mesa y después de giro a mí. -Además me invito Michael.

Le lancé una mirada de pocos amigos al chico teñido a lo que respondió con un encogimiento de hombros. Solté un largo suspiro y cogí mi copa del mostrador, dándole un trago.

-¿Estás bebiendo? -se burló Luke inclinándose hacia adelante y coger mi copa. La olfateo por un momento.

-Es refrescó. -admito sonrojándome y me cohibo en mi asiento. -No puedo beber legalmente hasta dentro de un año.

-Eres tan pequeña. -me sonrió mientras cogía su copa y se la llevaba a los labios.

-¿Dónde está tu novia, de todos modos?

-Estará aquí pronto. -hace una mueca y vuelve a darle un trago a su bebida.

Michael se reclinó en su asiento removiéndose para quedar más cerca de mí y después pasar su brazo por mi hombro. -Para cuando ella llegue, Luke estará borracho.

-Eso es no es verdad. -espeto Luke cruzándose de brazos.

Michael se volvió hacia Luke. -Estamos siendo sinceros contigo. Nadie de tus amigos te cuidaría en ese estado.

-Buen punto. -asiento sacudiendo la cabeza.

Luke se encogió de hombros y sorbió de su bebida. -Está bien. Son los mejores amigos que tengo pero puedo cuidarme sólo.

-Sí, claro. -dije sarcástica.

-Oh Dios mío, váyanse a la mierda. -protestó molesto antes de ponerse de pie y señalar a la puerta cuando Maddy entró. -Sí les importa iré con mi novia.

Cuando Luke se tambaleo hasta la puerta para encontrarse con su novia me gire molesta a Michael. -No quiero estar en el mismo lugar que ella.

Él hizo una mueca. -Lo siento. Yo tampoco quiero estar aquí pero no sabía que ella vendría.

-Bueno, tampoco yo. -me cruce de brazos. -Cuando le pregunte por ella no pensé que en verdad iba a venir.

-Pues ella está aquí. -señalo hacia la rubia de ojos azules. Maddy llevaba un vestido ceñido a las caderas color azul y blanco. Tenía un gran escote y apenas llegaba a cubrirle medio muslo.

-Ignórala y listo. -me aconsejo. -Además yo te invite en primer lugar y pareces no querer tener esta clase de cita.

-Sí quiero. -asentí.

-Entonces, ¿qué te parece un vodka? -me pregunto moviéndose más cerca.

-No puedo beber. -me queje, haciendo un mohín.

-No me refería a ti. -se burló girando sus ojos. -Me refería a que si debería pedir una botella de vodka.

-Que gracioso. -dije sarcástica.

-Ya, espera aquí. -se puso de pie y se dirigió a la barra. Mientras él se alejaba, cada parte de mí quería que volviera. Miré a mi alrededor encontrando a hombres mirándome con descaro.

Unos segundos más tarde, Michael volvió con una botella de alcohol en una mano y una copa en la otra. Está vez se sentó frente a mí.

-¿Por qué me trajiste aquí? -pregunte.

-Querías salir. -me dijo como si fuera algo obvio.

Justo después de que llegáramos a mi casa y pasar unas horas en mi habitación nos habíamos aburrido de estar encerrados y fue así como llegamos a este lugar.