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《 ¿Qué te sucedió? 》

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《 ¿Qué te sucedió? 》

Tras una larga noche en la cual la semidiosa se había desvelado observando la luna con la gorgona y el dibujante, claro que se perdieron de varios momentos de la luna por haberse concentrado en los besos que le brindaban ambos chicos.

Se encontraba en el cuarto de Merlina e Enid viendo el cuadro de los ataques que hizo al tener las copias por su huida de la escuela en la noche en dirección a la morgue del pueblo con la ayuda de Dedos, algo que agradecía Idylla.

— Cuando sugerí que remodelaras tu lado del cuarto, no tenía en mente el Pinterest de Ted Bundy -comentó Enid-

— No es tan extraño como tus unicornios de peluche

— ¿Por eso te escapaste anoche para seguir unas pistas sin mí? -preguntó la mayor terminando un masaje a la extremidad Addams-

— Estabas ocupada en tu cita y te esperé, pero resulta que a cada minuto que pasaba se querían quitar los labios del otro

— Espera -pidió nerviosa- ¿A qué te refieres con "te esperé"?

— Dedos fue por ti -el nombrado se dirigió al tablero de Merlina comenzando a mover sus dedos-

Ya tenemos a dos papis que nos cuiden, Merlina. Bueno a los tres -dijo Dedos emocionado-

— ¿A qué se refiere Dedos, Idylla? -cuestionó Enid-

— Nada -soltó un bufido. No quería admitir lo que sucedió en ese cobertizo con las dos adolescentes frente a ella, se habían escondido cuando la maestra Thornhill se acercó haciendo guardia- 

¡Idylla se está enamorando de Xavier y Ajax!

— ¡¡Dedos!! -le gritó molesta- Olidate de tu crema

Merlina interrumpió su pronta discusión volviendo al tema principal — No debía perder más tiempo si quería tener todas las copias de los archivos 

— Eso me provoca asco de tantas formas, no sé por dónde empezar -mencionó Enid-

— Debo entrar en su mente, descubrir patrones o anomalías. Ya hice un gran descubrimiento -a chica Addams fue quitando las fotografías de su tablero entregándoselas a la semidiosa en lo que hablaba- A todas las víctimas del monstruo les quitaron partes quirúrgicamente- Un riñón a la primera. Un dedo a la segunda...

— Merlina, no me siento... -empezó a decir la loba al lado de Idylla-

— La vesícula a la tercera. Y dos dedos al barbudo del local oculto

— ¿Asesinatos sin sentido? -cuestionó la semidiosa-

— Como asesino en serie curtido, colecciona trofeos

Enid Sinclair fue perdiendo la conciencia, Idylla dejó caer las fotografías sosteniendo a la menor a tiempo, justo antes de que su cabeza tocara el suelo

𝐆𝐎𝐃𝐃𝐄𝐒𝐒 | WEDNESDAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora