𝐆𝐎𝐃𝐃𝐄𝐒𝐒 | ❝ Eso significaba para ambos chicos. Una chica con la capacidad de ser alabada, sanguinaria y amorosa a la vez ❞
𝙄𝙙𝙮𝙡𝙡𝙖, una de las pocas herederas legitimas de un dios griego. Sin intenciones de enamorarse un adolescente lo l...
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《 No soy de disculpas 》
La semidiosa se quedó a dormir en la habitación de los dos chicos, con ayuda de la vampira llegó al cuarto perteneciente de ambas sin levantar sospechas de nadie, entre ellas platicaban de cualquier otra cosa que no fuese la fiesta sorpresa arruinada para la chica con trenzas.
Toques de la puerta llamaron su atención extrañándolas, era demasiado temprano como para que se les hiciera tarde para las clases o que algún miembro de la familia de Idylla viniera sin avisar.
— ¿Te ibas a reunir con Divina? -le preguntó la rubia a la pelinegra-
— No, la veré en la segunda hora -respondió terminándose de arreglar- ¿Alguno de tus novios por quienes me cambias?
Ella le regaló una mirada divertida mientras negaba — Yo no los invité, pero tú siempre serás mi amiga
— Okey, eso te salva de mis colmillos -la vampira se quedó atónita al ver de quien se trataba- Idy, tienes visitas. Te veo en clase
Del marco de la puerta ingresó la chica Addams con la extremidad en su hombro, la segunda saltó dirigiéndose a la cama de la rubia para saludarla, lo único que le faltaba de ponerse para salir eran sus zapatos.
— ¿Tuviste una gran noche? -la pregunta de Dedos la sorprendió- Vi a cierta gorgona ir por ti...
— De hecho, sí. Me hizo unos ricos panqueques -bajó la mirada a sus agujetas reprimiendo una sonrisa. Obteniendo un excelente autocontrol, observó a la menor que se mantenía en silencio en medio de la habitación- ¿Solo viniste a traer a Dedos?
El orgullo de Merlina era inmenso, solo pocos han podido derribarlo y esos pocos era su familia, pero en esta ocasión sentía que lo debía hacer porque la apreciaba, de una forma descabellada, para sí misma, quería a la semidiosa sentada frente suyo.
— Normalmente me burlo de las personas cuando hacen una disculpa, es sumamente ridículo -habló por fin- No soy de disculpas, pero me disculpo por lo que dije
— ¿En serio?
— Sé que Dedos les comentó de mi cumpleaños. Adoro tu forma tan linda de hacerme sentir especial, no debí gritarte y nada referente a una decisión difícil que te ha costado decirle a tu familia -logró pronunciarlo sin verla a los ojos, solo las soltó-
— Eres un poco mala para las disculpas, pero me sonó demasiado sincera -miró a su amigo- ¿Le creemos, Dedos?
Este mismo asintió — Yo mismo la ayudé a que lo dijera sin querer arrancarse la lengua evitando continuar
— ¿Seguirás ayudándome a descubrir sobre los secretos que existen? Goody me dijo que debía derrotar a Crackstone y claro que, con tu ayuda, por eso actúe así
— ¿Quién crees que evito un fuerte golpe en tu cabeza? -guardó a dedos en su mochila-
