Capítulo 3

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Doy varios pasos hacia atrás para observar la pared de colores grisáceos que debo terminar, tenía todo un equipo que me ayudaba en este tipo de cosas, pero esta pared en si, quiero hacerlo yo misma, en mi imaginación mi idea se ve espectacular, pero ejecutarlo ha sido un poco distinto, tropiezo con una silla detrás de mi y decido que es hora de descansar, tomo mi celular y veo que el chico con el que estuve hace unos días compartiendo unas copas en el restaurante de Elizabeth acaba de publicar, muerdo mi labio, busco su número y le escribo un mensaje, me arrepiento, lo borro, lo vuelvo a escribir, no quiero buscarlo, pero la verdad es que tengo ganas de volverlo a ver... 

A: ¡Hey! ¿Qué haces? 
Y: en casa ¿y tú? 
A: en el trabajo... 
Y: ¿Qué estás haciendo? —tomo una fotografía de la pared que intento decorar. 
A: ¿Quieres ayudarme? osea, puedo yo sola, pero no estaría mal un poco de ayuda. 
Y:¡Claro!, mándame la ubicación. 

Siento mi estómago girar, sé que no debería porque al final, él solo ha sido amable conmigo, pero soy sincera al decir que me gusta su compañía, además siento que él también a veces necesita de salir de su casa para poder olvidar las cosas que a veces nos carcomen cuando estamos en nuestra casa a la mitad de la noche y entendemos que después de estar tantos años con alguien con quien compartías esos momentos y giras hacia a un lado aunque estés tan lejos, te puede, se nota la ausencia... así que lo mejor es mantenernos ocupados, con la mente en otras cosas y alejarnos de esos sentimientos y recuerdos. 

Me manda un mensaje diciéndome que está afuera, ese vacío en mi panza, y me repito que no debo de sentir nada de eso, solo somos amigos, en esta ocasión solo somos amigos, voy a abrirle, lo observo caminar hacia a mi, y es el primer chico que realmente me gustó en toda mi vida, de hecho muchas veces he creído que la mayoría de los chicos con los que he salido le dan un ligero aire, como si quisiese encontrarlo en ellos; me abraza y nos damos un beso en la mejilla como saludo, doy la media vuelta y él me sigue. 

—Está quedando muy bien —comenta. 
—Gracias, es un pedido muy especial, quiero que mi cliente quede satisfecho. 
—¿Y cuál es el plan? —tomo mi celular para mostrarle algunos bocetos que he hecho y que vea cual es la idea que quiero llevar a cabo. —manos a la obra entonces. 

Le muestro donde está la pintura y las brochas, él se quita la chamarra que traía puesta, recuerdo que el día de hoy no estoy super presentable porque vine a trabajar y no querría arruinar mi ropa con pintura, pero a él parece no interesarle, supongo que está bien entonces;  pongo un poco de música y comenzamos a pintar la pared. 

—¿Recuerdas cuando anduvimos? —pregunta y mi corazón late de prisa, suelto una risa nerviosa. 
—Si, éramos unos niños entonces —finjo no mostrar interés; de verdad estaba omitiendo esta parte en la que hablábamos del pasado, no por mala, si no porque según yo no tenía caso ir hacia el pasado, estábamos compartiendo el presente, y con eso yo estaba bastante bien 
—Yo me acuerdo de muchas cosas de entonces, como cuando iba a buscarte con mis amigos a tu casa, de hecho después de que te fuiste a vivir a Italia aún pusimos en las redes que teníamos una relación. —me sorprendo es algo que sinceramente no recuerdo. 
—¿De verdad? 
—Si, me dijiste que tu vecino te acosaba así que pusimos que éramos novios —se ríe. 
—Dios mío, no lo recuerdo. —trato de memorizar, pero ese momento no viene a mi cabeza. 
—No importa, no te preocupes. 
—Lo siento
—No pasa nada —guiña el ojo. 
—Pero fue lindo lo que recuerdo, es decir, siempre me gustó lo tierno que eras conmigo, lo bien que me tratabas, y que siempre terminabas buscándome, acepto que dolió que tuvieras una novia con la que duraste muchos años después de mi. 

Yo no me sentía lista para él, de verdad me gustaba, pero yo era una niña de papi que no sabía lo que quería y él era tan tierno y dulce, pero yo probablemente aún no estaba preparada para un noviazgo, o no por lo menos para alguien como él que era super tierno, después de tiempo supe que andaba con una chica que aunque no conocía personalmente muchos de nuestros amigos en común si, y yo solo sabía que él era feliz y estaba bien, aunque muchas de las ocasiones en las que ellos se alejaban él me terminaba buscando, él seguía regresando a mí como un bucle que no tiene final... y siempre en ese aspecto me sentía tontamente segura, él siempre regresa a mi, tranquila, y se iba por muchos meses, o incluso años, pero él siempre regresaba a mi. 

—Si, bueno, fue linda también esa relación, creo que ella ya está casada y hasta hijos tiene. 
—Si, supe de ella hace algunos años porque también fue novia de otro amigo, siempre he creído que las personas dejan parte de su esencia en uno aunque se alejen, más lo he entendido en estos últimos meses, cuando ves hacia atrás y te das cuenta de lo que has compartido con las personas que han estado en tu vida, no tengo buenos recuerdos de todos, pero de quienes si, los guardo en un lugar especial en mi corazón. 
—Es bueno habernos reencontrado ¿No? 
—Si, me gusta verte siendo ya todo un hombre, ver que te has convertido en un gran chico, y que aquí seguimos aún después de años, poder estar aquí. —asiente. 

Seguimos platicando de muchas cosas, me cuenta otras odiseas que ha tenido que no me había contado en nuestra salida al bar al otro día, nos reímos mucho y me gusta su compañía, decidimos tomarnos un descanso y lo invito a que conozca toda la casa, le muestro el comedor, la cocina, la planta alta y cuando llego a la habitación principal acepto que esa cama me grita ven a acostarte un momento, y no lo pienso dos veces, él me observa como pidiendo aprobación y le digo que se acerque, nos quedamos los dos acostados viéndonos, seguimos platicando de muchas cosas e incluso me muestra una canción que escribió hace algún tiempo, noto que a quien le haya escrito esa canción debió de haber sido una persona muy especial porque es super linda, su voz suena muy bien, e incluso los arreglos musicales tienen bastante potencial, lo observo detenidamente porque se ve orgulloso de lo que ha escrito, la reproduce un par de ocasiones más y lo felicito, de hecho le digo que me debería de pasar el link porque es una canción que debería de ir a mi playlist, escuchamos algunas canciones más. 

En este momento me siento bien, tranquila, no mentía cuando dije que me sentía orgullosa de ver al hombre que está frente a mi, me hace sentir segura, en una bonita burbuja en la que me siento bien después de estar tanto tiempo luchando contra mi misma en un lugar en el que yo ya no estaba bien, donde luchaba por mi paz mental y él estar aquí frente a él se sentía bien, como si fuera lo correcto, no llevo tanto tiempo aquí, pero se sentía bien su compañía. 

Un lugar seguro, después de haber pasado por una tormenta los últimos años. 

Su brazo busca mi cintura, observo sus ojos marrones que me miran también detenidamente, mi corazón late y sé lo que sigue, lo veo acercarse poco a poco a mi, siento sus labios rozar los míos, no tengo intención de alejarlo, porque realmente esto me está gustando, me gusta tenerlo aquí después de quince años, y sé que esto siempre ha sido así, que nunca hemos podido estar juntos sin que esto suceda porque no sé si tenemos imán o que, pero esto siempre termina sucediendo cada vez que estamos juntos, de hecho... me parece que esta vez nos habíamos tardado, disfruto del beso, del beso de ese chico que besé hace tantos años y que ahora es todo un hombre, y sabes empiezas a creer que a la mejor teníamos que separarnos por tantos años para que esto pudiera funcionar, muchas cosas se me vienen a la cabeza, ¿debería de alejarme? ¿Debería de disfrutarlo? ¿Qué hago? ¿Por qué lo hace? se aleja un poco como si comprobara que yo quiero seguirlo besando, probablemente se de cuenta que si, que es así, que de hecho me está gustando esto, pero tomo el valor de alejarme un poco. 

—No lo hagas si no quieres arrepentirte el día de mañana. —comento angustiada, porque sé que esto terminará sucediendo, porque de la misma manera que siempre nos atraemos, siempre nos terminamos alejando, y esta vez, esta vez no sé si yo esté lista para no aferrarme a él y lo que pudiese sentir, porque creo que esta vez merezco que algo sea real, y si él sigue aquí, yo voy a querer que esto funcione, que esto realmente funcione, nota mental Adleth, no te enamores porque terminarás perdiendo, 
—¿Quién dice que me voy a arrepentir? —dice en voz baja mientras me acerca más a él y sus labios vuelven a tocar los míos. 

Adleth, deberías de haberle hecho caso a tu voz interior. 


¡No es una historia de amor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora