LO QUIERO PARA MI.

7.5K 676 61
                                    

—Ese chico es realmente molesto —dice Stefano en cuánto llegamos a la pequeña sala de la cabaña —. Te insulto en más de una ocasión. Sus gritos se escuchaba hasta afuera. Me sorprendió mucho el hecho de que lo dejaras con vida.

Me acerco a la cantina, tomo una copa y me sirvo un poco de whisky.

Doy vuelta, camino hacia uno de los sillones rojos y tomo asiento.

—Alessio tú no eres de los tiene piedad. Te conozco desde siempre. ¿Por qué dejaste con vida a ese chico? Es un peligro para todos. Tiene que estar muerto.

—Es un chico interesante.

—¿Qué dices? ¿Interesante?

—Eso dije. Es demasiado valiente. Tenía miedo pero aún así no dejo de sacar sus garras. Incluso cuándo lo amenace con la pistola él no tuvo miedo. Me enfrento una y otra vez sin importarle absolutamente nada.

—Pues a mi me pareció un muchacho cualquiera. No le vi nada de interesante. Se me hizo un poco tonto la verdad.

—Es por que tú no ves más allá, Stefano. Ese Dominic Whitmore no es común. No es cómo los demás que he conocido, amenzado o matado. Es alguien sumamente especial.

—¿Te lo quieres coger? —Stefano cruza los brazos —. Escucha amigo. Te entiendo perfectamente. Es alguien apuesto y todo pero no debes de olvidar que es una amenaza para tú padre y para ti mismo. Así que si solo lo dejaste vivo para llevártelo a la cama te recomiendo ir en este momento al lugar en dónde lo tenemos y hacerlo. Pero es importante que deje de respirar.

—Dominic Whitmore cómo dije antes es alguien único. Alguien que no se acobarda ni siquiera ante la misma muerte. Es una fiera que no se ve todos los malditos días.

—Amigo por favor ya dime que es lo que quieres. No te estoy entendiendo nada.

—Lo quiero para mi.

—¿Qué estás diciendo?

—¿Estás sordo acaso Stefano? Quiero al americano para mi.

—¿P-piensas dejarlo con vida?

—Si. Él vivirá. Me lo quedaré.

—No puedo creer lo que estás diciendo ¿Acaso te enamoraste de él?

—Yo no me enamoro de nadie. Sabes que yo no soy para eso.

—¿Entonces?

—Quiero a ese chico cómo mi juguete personal. Cómo mi mascota si lo prefieres.

—Alessio no creo que sea lo mejor. Es un peligro para todos nosotros. No lo puedes dejar con vida. Cómo tú dijiste hace un momento, Dominic es una fiera.

—Una a la que voy a domar completamente. No te preocupes.

—¿Y qué pasará con tú padre? El definitivamente no aceptará todo esto.

—Él tendrá que hacerlo. Si no me apoya en las desiciones que tomo, sabe bien que me perderá para siempre. No le conviene perderme. Sabe que todo se vendría abajo si llegara a perder a su matón personal.

—Piensa bien las cosas Alessio. Esto puede causar el final de todo.

—Ya he pensado muy bien las cosas.

—Yo creo que no lo has hecho.

—Que si lo he hecho. La desición ya está tomada. Así que cómo eres mí único amigo me debes de apoyar en esto.

—Alessio...

—Tú jamás me darías la espalda ¿O si? Responde ahora.

—No —responde —. Tú sabes perfectamente que nunca haría nada que pudiera traerte problemas a ti y a tú hermana. Yo les debo absolutamente todo a todos ustedes. Mi lealtad estará siempre con el clan De Luca.

—Entonces me vas a apoyar.

—Si. Lo voy a hacer.

—Muy bien.

—Realmente espero que sepas lo que estás haciendo Alessio. Tú padre es alguien muy peligroso.

—Mi padre puede ser alguien muy peligroso. Pero se te está olvidando una cosa muy importante mi querido Stefano.

—¿Qué cosa?

—Que yo... soy el diablo.

Stefano sonríe de lado.

Llevo mi copa hacia mi boca y bebo un poco de mi whisky.

—Bien. Si te lo vas a quedar supongo que no lo vas a tener atado ahí por siempre ¿O si?

—Dejémoslo un poco más en ese lugar.

—Muy bien. ¿Hay algo más que quieras que haga por ti?

—Si. Hay una cosa más.

—Pues adelante. Dime y sabes que lo haré enseguida —me dice.

—Quiero que investigues todo de Dominic. Quiero absolutamente todo de él.

—¿Eso es todo?

—Si. Eso es todo. Quiero conocer perfectamente a la fiera a la que tengo que domar.

—Muy bien entonces mañana tendrás toda esa información.

—Ya puedes irte.

—Ok, nos vemos mañana. Descansa.

Mi amigo da la vuelta y sale de la sala de estar.

Dominic Whitmore va ser mi mejor objeto. Estoy completamente seguro de ello. Claro que no será fácil domar a ese chico, pero estoy dispuesto a intentarlo.

No hay presa la cuál haya sido lo suficientemente fuerte cómo para hacer huir a esté cazador.

Él va a ser mío. Solo mío.

Eso lo juro. Nadie me va a ser cambiar de opinión respecto a eso. Ni siquiera mi padre, a él lo tengo en mis manos. No le conviene ir en contra de lo que yo quiero.

Por mi es que se ha vuelto alguien muy poderoso y temido en toda Italia.

Si yo me voy entonces pierde todo. No será nadie.

Así que tendrá que estar de acuerdo con esto. Él tendrá que aceptar que Dominic se quedará para siempre.

Lo retendré para siempre. Y se me acaba de ocurrir una estupenda idea para lograr eso.

A mi padre también le puede convenir mucho mi idea. Todos saldremos ganando. Yo me quedaré con mi juguete Whitmore nuevo sin preocuparme por una estupidez por parte de mi padre. Y él obtendrá más votos para su amada campaña.

—Bienvenido al inicio del fin de tú mundo, Dominic —murmuro para después beber un poco más de mi whisky.

De LucaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora