EL DÍA DEL JUICIO FINAL.

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Es hoy. Hoy es el día en el que mi infierno comienza realmente. Hoy es 11 de Marzo. El día en el que oficialmente me convierto en adulto. También es el día en el que me caso con Alessio De Luca.

Todo se ha preparado tal cuál lo dijo él. No hay ni un solo error en la fiesta. Han sido demasiado días complicados, el tener que convivir con él me mata. Al igual que el convivir con su padre. Únicamente hemos cruzado muy pocas palabras él y yo. Pero por lo poco que hemos hablado me he llevado una mala imágen de él.

Angelo De Luca es un hombre sin límites. Es simplemente malvado. Aún que Alessio es peor que él.

No entiendo cómo Beatrice no es igual a ellos. Debo de suponer que saco toda esa personalidad de su fallecida madre.

Todo está listo. La fiesta se llevará acabo en el inmenso jardín trasero de la casa. No falta demasiado para que todo el circo comience.

El ruido de la puerta abriéndose me saca de mis pensamientos. Dejo de mirarme en el espejo y volteo hacia allá.

—Dominic.

—Señor Angelo.

—Te ves bien. Mi hija realmente sabe de ropa.

—¿Qué quiere? —pregunto directamente.

—Solo he venido por que quiero dejar unas cosas en claro.

—Pues digalas.

—Por lo que veo mi hijo todavía no te controla. Espero que después de la boda tú forma de dirigirte hacia mi cambie por completo.

—Nadie me controla. Mucho menos su hijo.

—Eso lo veremos.

—¿Va a decirme oh no? Me urge terminar con esté teatro de una vez por todas.

—Después de está tarde tú dejaras de ser Dominic Whitmore para siempre para convertirte en Dominic De Luca. Mi apellido es uno de los más reconocidos en toda Italia. Así que tienes que cuidar muy bien tus pasos ya que no me gustaría mucho el tener que limpiar tus desastres. ¿Quedó claro?

Me limito a asentir.

—Yo protejo siempre de mi familia. Sin importar que pase. Así que por ese lado no te tienes que preocupar. Contarás con mi protección y por supuesto con la de mi hijo.

—No necesito su protección. Sé cuidarme.

—Lo dudo mucho niño. Ahora que el hecho de que seas un De Luca no cambia el hecho que no te pueda meter un tiro en la cabeza si haces algo para dañar a mi familia. Da un solo movimiento para dañarnos Dominic, lo que sea. Será lo último que harás ya que te voy a despedazar lenta y dolorosamente sin importar lo que Alessio diga. ¿Has comprendido?

—Si señor. He comprendido que ustedes son unos desgraciados asesinos que no les importa destruir la vida de los demás con tal de conseguir lo que desean. Así que no se preocupe señor De Luca, no haré nada para dañar a su falsa familia de buenos samaritanos.

—Pues más te vale. No quiero errores Dominic. Yo no los tolero.

—¿Ha terminado ya?

Se acerca rápidamente, me toma por el cuello, me pega fuertemente contra la pared y comienza a hacerme presión para cortarme el aire.

—Si fuera por mi en estos momentos ya serías comida para gusanos. Pero no puedo arriesgarme a que Alessio me deje. Así que comportarte mocoso estúpido o será tú final —me dice serio.

—Entonces... hágalo. Mátame, me haría un inmenso favor.

Me suelta y recupero el aire poco a poco.

De LucaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora