ADIÓS.

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—¿Entonces está decidió? ¿Nos vamos todos a Londres? —cuestiona Alice.

—Lo está —contesto sin apartar la mirada del cielo nocturno —.Es lo mejor.

—¿Estás completamente seguro de eso? —me pregunta mi hermano.

Bajo la mirada y volteo hacia él.

—Claro.

—No lo creo, hermano si quieres que te sea realmente honesto. No creo que estés pensando muy bien las cosas.

—Damián, claro que lo estoy haciendo.

—No, no lo estás haciendo. El ir a Londres para alejarte de todo no creo que sea la solución. Amas a Alessio.

—Ya no —respondo serio —.Ya no lo amo, no puedo amar a una persona la cuál guarda secretos siempre.

—Hermano, pero Alessio es el padre de Alec. No puedes alejarlo de él para siempre.

—Mi hijo no lo necesita, Alec estará mejor con nosotros, conmigo. Él no puede estar cerca de los De Luca jamás, no lo pienso permitir Damián.

—Hermano por favor, piensa bien las cosas —habla Alice.

—Son mis hermanos menores, soy mayor. Deberían de estar de acuerdo conmigo —digo —.Quiero comenzar de nuevo, quiero una nueva vida. Una en dónde olvide completamente todo lo que me pasó por culpa de Alessio y su familia. Una vida en dónde ya nadie me trate cómo un débil, por favor quiero que entiendan eso hermanos.

—Domi...

Una sirvienta llegar interrumpiendo las palabras de Alice.

—Señor Dominic hay una cosa importante que tengo que decirle —dice la mujer.

—¿Cuál es?

—Afuera se encuentra el señor De Luca, quiere entrar por que dice que quiere hablar con usted. Los de seguridad no lo dejan y el señor Alessio amenaza con entrar con violencia si no sale para hablar.

—Ese hijo de...

—Hermano ve —dice Damián —.Alessio es capaz de cumplir con la amenaza, sal y habla con él.

—Claro, con mucho gusto. Es el momento de hablar con el matón de Florencia —digo y avanzo hacia la entrada de la casa.

Me adentro en la propiedad y camino directamente hacia la puerta principal. A lo lejos escucho los gritos de Alessio y el de los guardias de seguridad. Continúo mi camino, llegó a la puerta y la abro.

Los de seguridad están sujetando a Alessio para no dejarlo avanzar.

—Ya dejen al señor De Luca en paz. Yo me encargo desdé aquí —hablo.

Los de seguridad me miran y asienten con la cabeza para después irse y dejarme solo con Alessio.

—¿Qué carajos estás haciendo aquí? —pregunto sin nada de cortesía —.¿Qué has venido a buscar Alessio?

—A mi familia.

—¿Familia? —rió —.No tienes ninguna familia aquí.

—Dominic sé que estás molesto pero por favor, tienes que entenderme.

—¿Entender que? Alessio, no tengo absolutamente nada que entender. Ya no estoy dispuesto a que tú me sigas diciendo mentiras y a que continúes guardando secretos.

—Dominic...—se acerca, ahora estamos a unos cuántos centímetros el uno del otro —.Te lo suplico, perdóname.

—Una vez lo hice, ya no estoy dispuesto a hacerlo más —respondo golpeado —.Ya no más Alessio, no seguiré siendo el chiquillo imbécil del que todo el mundo se aprovecha.

—Amor...

—¡Ya no me digas así! No soy tú amor. No soy absolutamente nada tuyo.

—No me hagas esto...—cae sobre sus rodillas frente a mi y toma mis manos —.Por favor no me dejes.

—Ese truco ya no te va a servir, se termino Alessio De Luca.

—No puedes dejarme.

—Claro que puedo, de hecho ya lo he hice.

—Tenemos un hijo.

—Mi hijo, Alec es solo mío. Déjame en paz y déjalo en paz a él. Tienes un hijo de sangre con la señorita Yildirim. Él, a ese pobre niño el cuál no tiene ahora, es quién te tiene que preocupar ahora. Ese pobre pequeño debe de ser tú motor de ahora en adelante, pero con lo que respecta a Alec... es solo mío. De ahora en adelante tú ya no tienes ningún derecho sobre él. Y si tratas de hacer algo para quitarme a mi hijo, entonces te juro por Dios y por mi madre que vas a conocer...—me agachó a su altura y me acerco a su oído derecho —.Mi lado serpiente. No tendré consideración alguna de ti, te voy a cazar y te voy a matar cómo un maldito perro ¿Has entendido?

El oji-azul gira lentamente su cabeza hacia mi, sus ojos azules están llenos de lágrimas. Lágrimas que no me van a convencer de nada.

—¿Qué te ha pasado? —pregunta atónito.

—Pasa que tú marido, tú cachorro ya no están...—me levantó —.Dominic Whitmore ha muerto, al igual que Dominic De Luca. Ahora solo queda... Dominic Salvatore —sonrío de lado.

—Dominic...

—Esté es el adiós Alessio, espero no volver a verte jamás. Largo de mi casa, más te vale irte por las buenas. No me hagas sacarte a patadas.

Alessio limpia sus lágrimas con su manga izquierda y se pone de pié.

—¿De verdad se acabó?

—Se ha acabado, te daré un consejo Alessio. Cuida bien de tú próxima familia, hazlos felices por que realmente se lo merecen.

Alessio se me queda viendo unos segundos, toma aire, da la vuelta y avanza hacia la salida.

Así es cómo tiene que ser. Él por su lado haciéndose responsable de ese niño que no tiene nada de culpa. Y yo por el mío, siendo el padre de Alec y el líder del clan Salvatore.

Es el momento de iniciar de nuevo.

Quiero escribir un nuevo capítulo de mi vida, uno sin él, sin Alessio De Luca.

Es lo correcto.

De LucaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora