De Luca

NO TE DEJARE CAER EN LA OSCURIDAD.

Abro mis ojos y me encuentro con Alessio dormido a mi lado.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro al ver lo tierno que se ve durmiendo tranquilamente.

Se ve cómo un tierno cachorrito.

Acaricio su mejilla con dulzura.

¿Esto de verdad es real? ¿Él y yo?

Las palabras que me dijo en el lago las tengo perfectamente grabas en la memoria. No puedo olvidarlas y tampoco quiero hacerlo. Quiero recordarlas por siempre.

Dejo de acariciar su mejilla y me levanto con cuidado de la cama para no despertarlo.

Tomo mi teléfono y checo la hora.

Son las 10:00 de la noche, también tenía mensajes de texto de Beatrice preguntando el cómo estaba. Salgo de la habitación, llego a la sala y respondo el mensaje para después mirar la fotografía de la fellecida madre De Luca.

—Esto me parece un sueño, señora. Su hijo y yo. Aún no lo puedo creer, me cuesta mucho hacerlo si le soy sincero —comento —. La forma en la que todo esto comenzo fue muy aterradora y ahora se ha convertido en algo... tierno y dulce. Ahora entiendo lo que su hija me dijo una vez, su hijo no es malo. Solo fue lastimado. Pero no sé preocupe señora De Luca, Alessio ya no va a sufrir más. Ni siquiera por su padre, yo no lo pienso permitir jamás. Él estará bien de ahora en adelante, no lo dejaré caer en la oscuridad nuevamente. Se lo prometo. Su hijo será feliz para siempre.

Alessio ya ha estado solo lo suficiente. Ahora estoy yo con él y no lo dejaré caer.

No me importa si para conseguir su felicidad tenga que enfrentarme a Angelo, no dejaré que ese maldito lastime de nueva cuenta a Alessio.

Yo también puedo sacar mis garras para pelear.

No le tengo miedo.

—Por cierto...—tomo la fotografía —. Si ya usted conoció a mi mamá, dígale por favor que tenía razón. He encontrado al amor verdadero. Dígale también que no se preocupe por mi, que yo estaré bien, que no estoy solo ya.

Dejo de la fotografía en su lugar.

—Dominic —la voz de Alessio suena a mis espaldas y me envuelve con sus brazos —.¿Por que te fuiste? —pregunta adormilado —¿Pasa algo pequeño?

—No —doy la vuelta para verlo a los ojos —.  No pasa nada malo. Solo quería caminar.

—Mi amor...—junta su frente con la mía —. Volvamos a la cama. Anda, no quiero dormir solo.

—Mi amor...—sonrió por sus palabras —. Me parece un sueño todo esto, Alessio.

—A mi también me parece un sueño. Me parece una fantasía el poder decirte lo que siento por ti. Me parece totalmente increíble el que haya podido ser por primera vez en mucho tiempo sincero con alguien. La forma en la que nos conocimos fue terrible pero... planeo reparar eso. Quiero hacerte feliz ahora, quiero que no te haga falta nada, que nunca te sientas solo y tiste de nuevo —toma mis mejillas —. Quiero prometer nuevamente que mientras yo esté vivo nada malo te va a suceder jamás, que mientras yo esté a tu lado tú vida no será miserable, Dominic quiero darte el mundo. Quiero que nuevamente seas feliz.

—Sé que así será Alessio. Yo también quiero prometer algo.

—¿Y qué es? —pregunta curioso.

—Qué mientras yo esté vivo, tú vida no será oscura —respondo —. Alessio, mientras yo esté contigo no te dejaré caer en la oscuridad.

—Eres un ángel, Dominic. Eres mi ángel.

—Y tú mi diablillo de la guarda.

El oji-azul sonríe.

—Te amo demasiado, Dominic. De verdad estoy agradecido por haberte encontrado.

—Te amo también, Alessio. Te amo mucho.

Alessio me abraza, lo abrazo también y hundo mi cabeza en su pecho.

—¿Volvemos a la cama? —me pregunta.

—En un momento. Quiero quedarme así un poco más.

—No puedo negarte nada amor.

—Alessio... ¿Qué va a pasar después de que Alessandro ya no sea una molestía? Sé que vinimos aquí para alejarnos un poco de todo eso pero debo de preguntarte.

—Una vez que me haga cargo de él me voy a retirar.

—¿De verdad lo vas a hacer? —lo miro.

—Si. Ahora que te he encontrado no pienso dejarte aún lado por esté maldito mundo de mierda en el que me metió mi padre. Me alejaré de todo. Comenzaré de nuevo, junto contigo, sin enemigos, sin balas. Lo único que deseó ahora es tener una vida contigo. Quiero despertar cada día a tú lado, quiero tener una vida tranquila junto a ti, quiero formar una familia contigo, una a la que realmente pueda llamar familia, quiero ser el padre de tus hijos Dominic.

—¿Y qué pasa con Angelo? Él no te dejará.

—Mi padre se puede ir al carajo. Él ya ha controlado mi vida lo suficiente. Ya no dejaré que lo haga por más tiempo. Lo dejaré solo. Ya no me importará. Lo único que me deberá de importar son mi hermana, tú abuela Verona, tú y nuestros futuros hijos. Nada más. Tendremos una vida feliz Dominic. Una vida muy feliz y demasiado tranquila, mi amor te lo prometo.

—¿En serio dejarías todo por mi?

—Por ti Dominic De Luca... Iría hasta el mismo infierno sin importarme nada. Ahora tú eres mi todo. Tú eres mi ancla y no te pienso descuidar jamás.

—Gracias...

—No. Gracias a ti por salvarme Dominic. Gracias de verdad por liberarme. Realmente eres mi ángel de la guarda. Me salvaste del infierno en el cuále encontraba desdé hace ya muchísimos años.

—Ambos... creo que nos salvamos el uno al otro.

—Tienes razón. Nos salvamos el uno al otro, pequeño.

Alessio necesitaba ser salvado y yo también. Realmente el destino hizo que nos conociéramos para salvarnos mutuamente. El destino tiene formas muy pero muy originales para salvar a las almas en desgracia.

Le estoy agradecido. De verdad que si.

—¿Volvemos a la cama?—cuestiona.

—Si, volvamos —asiento con la cabeza lentamente.

—Bien. Entonces vamos —dice él.