De Luca

SALVATORE.

Los resultados de las elecciones a la alcaldía de Florencia ya han sido revelados al público. Tal cómo esperábamos todos, el ganador de las elecciones fue el gran Angelo De Luca.

Ahora él es el gran alcalde de roda la ciudad.

—¿Tenemos que bajar? —pregunto mientras termino de arreglar mi corbata —. No es una fiesta a la cuál me gustaría asistir.

—Cachorro sé cómo te sientes, créeme yo estoy igual qué tú —dice Alessio —. Pero tenemos que hacerlo, será la última vez. Lo prometo Domi.

—Está bien —asiento con la cabeza —. Espero que la noche termine rápidamente.

—Vamos. Entre más rápido bajemos más rápido terminaremos con esté asunto.

Caminamos hacia la puerta, Alessio abre la puerta y los dos salimos de la habitación para ir hacia las escaleras.

Es una gran fiesta, Angelo no se limitó a la hora de gastar para celebrar su nombramiento cómo el nuevo alcalde. Sigo sin poder creer que esté asesino haya ganado, aún que era de esperarse ya que con mi matrimonio con Alessio le ayudo bastante. En parte soy culpable por todo esto.

Bajamos las escaleras, Beatrice se encuentra esperándonos al pie de estás acompañada por Dante y por Stefano.

—¿Algo interesante? —cuestiona Alessio tras terminar de bajar.

—Nada —contesta su hermana —. Todo es una aburrición total, hermano.

—¿Dónde está padre?

—Con sus amigos.

—Muy bien —responde el oji-azul —.¿Han visto algún movimiento extraño? —mira a Dante y a Stefano.

—Hasta el momento no —dice el rubio —. Seguiremos alerta. No te preocupes por nada.

—Muy bien. Si pasa algo dímelo enseguida por favor.

—Lo haré.

—Yo no quiero seguir soportando esto —Beatrice suspira fastidiada —. Me estoy volviendo completamente loca.

—Tranquila hermana. Solo será por un par de horas —le dice Alessio —. Ahora vamos. Tenemos que comenzar con el acto de la familia perfecta.

Todos vamos hacia el jardín trasero. Todo el lugar estaba lleno de personas, muchos han asistido a celebrar la nombramiento del monstruo. Yo no estoy para nada feliz por hacer el numerito de familia feliz delante de los reporteros que se encuentran presentes está noche, Beatrice y Alessio tampoco lo están pero desgraciadamente no podemos hacer nada.

Por lo menos por ahora.

Los tres vamos hacia Angelo quién está con una sonrisa de oreja a oreja hablando con unos tipos.

Según por lo que Beatrice me comento hace unas horas, Angelo piensa dar un discurso dentro un rato, seguramente no es nada más que un montón de palabras hipócritas.

Angelo en cuánto nos ve se despide de su amigos y camina hacia nosotros.

—Vaya. Todos se ven perfectamente —nos dice —. Pero por favor sonrían. Esto es un momento de alegría.

—Yo no le veo el motivo para la alegría —digo.

—Por favor Alessio. Más te vale controlar controlar a tú mascota, ya que está noche no quiero problemas.

—Lo siento padre, está vez Dominic puede morder tanto cómo él quiera —resppnde —. Se lo merece después de todo.

—Escuchen los dos. Está noche no quiero ningún problema. Si me arruinan la noche por una tontería, les juro que...